En conversación con nuestro noticiario Radioanálisis el presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Carlos Margotta, expresó críticas a las declaraciones del Director del INDH, Sergio Micco en el programa de televisión Mesa Central de Canal 13 en las que manifestó que en Chile “hay violaciones a los derechos humanos, pero que éstas no son sistemáticas”.
“Como Comisión Chilena de DD.HH. estamos en desacuerdo con lo señalado por el Director del Instituto, fundamentalmente porque los actos cometidos en las últimas dos semanas en Chile son indudablemente graves violaciones a los derechos humanos. A nuestro juicio resulta irresponsable descartar su eventual carácter sistemático, tanto por la magnitud de los actos cometidos por los agentes del Estado durante la emergencia constitucional, como porque ese mismo Estado ya fue acusado de violaciones sistemáticas de los derechos del niño. En su informe del 2018, el Comité de los Derechos del Niño, conociendo precisamente de una denuncia, estableció la existencia de una violación grave y sistemática de los derechos de niños, niñas y adolescentes que se encuentran en los centros de protección residencial en Chile bajo control directo o indirecto del Sename. Creo que la opinión del director del INDH es de él, pero dado que su mandato es la defensa de los DD.HH. de chilenos y chilenas y representar la misma ante el Poder Ejecutivo, su director no puede descartar a priori que ellas seas sistemáticas. El derecho internacional utiliza el concepto de violaciones sistemáticas respecto de situaciones que parezcan revelar un cuadro persistente de violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales, manifiestas y fehacientemente probadas, por ello es que el Director no debe descartar una calificación de esta naturaleza respecto de lo que está ocurriendo actualmente”.
Consultado sobre la diferencia entre violación grave y violación sistemática de los derechos humanos, el abogado señaló que la gravedad se refiere a ciertas categorías de transgresiones como la desaparición forzada, la tortura, las ejecuciones arbitrarias, la esclavitud y el genocidio que adquieren tal connotación debido al daño que provocan. “Muchas de ellas fueron catalogadas como crímenes contra la humanidad y fueron consagradas o establecidas en el Estatuto de Roma, suscrito y ratificado por Chile. Lo más importante es que, respecto de las cifras oficiales del INDH, hay 4316 detenidos, 132 querellas por torturas, 18 querellas por violencia sexual, 1574 heridos, de ellos, 40 a bala, 473 a perdigones, 20 niños, niñas y adolescentes heridos, 157 personas con traumas oculares, mucho de ellos con pérdida de visión. Dados estos datos, ¿estamos en presencia de excesos, errores o excepciones como se ha querido instalar por los voceros de Gobierno? Claramente no. El derecho internacional y los estándares que aplican los órganos de Naciones Unidas ciertamente chocan con este intento de minimizar lo que está ocurriendo durante estos días. Es el mismo argumento que utilizaban los representantes de la dictadura de Pinochet en los foros internacionales: que eran meros excesos de algunos, y no una política masiva y sistemática de violación a los derechos humanos, lo que fue desestimado por la comunidad internacional a través de condenas sucesivas”.
Respecto de la responsabilidad penal del Presidente, el profesional del Derecho expresó que efectivamente es posible buscar que el Primer Mandatario sea juzgado por Cortes Internacionales. “Bastaría una sola transgresión a los derechos humanos de parte de agentes del Estado para que, en caso de no existir en Chile justicia por parte de nuestros tribunales, ciertamente las víctimas o sus familiares pueden recurrir al sistema de protección internacional”.
En cuanto a la evolución de los acontecimientos en los últimos días, desde el cambio de gabinete, Carlos Margotta señaló que su apreciación es que la gente no se siente interpretada por quienes detentan el poder. “La respuesta del Gobierno al movimiento social que ha expresado su indignación frente al abuso institucionalizado, la desigualdad y la injusticia permanente ha sido insuficiente. Lo que conocemos es que hay un conjunto de iniciativas que buscan mantener movilizada a la gente porque no se ha aceptado la respuesta del Gobierno y no se puede decir que esta situación de descontento, de presión ciudadana y manifestación permanente en las calles está declinando o decayendo, sino que al revés. El Gobierno debe entender que ellos son mandatarios de la voluntad popular y, por lo tanto, se deben a sus representantes que afirman que el camino que están transitando no tiene nada que ver con los deseos y las urgencias del pueblo chileno en cuanto a avanzar hacia una sociedad democrática real que tenga como soporte fundamental el respeto y garantía a los derechos humanos fundamentales, como la educación, salud, seguridad social o la vivienda digna”.
Respecto de la Constitución el abogado señaló que es justamente ella la que es un obstáculo para el respeto y garantía de los derechos humanos. “La demanda de una nueva Carta Fundamental creada a través de una asamblea constituyente es un camino racional y obvio porque los anhelos de la ciudadanía que hoy está en las calles no podrán ser cumplidos si mantenemos esta camisa de fuerza que impide que se consigan estos objetivos. El gobierno debe entender que quien está llamado a respetar los DD.HH. es el Estado y particularmente el Ejecutivo, por lo que, si no hay resguardo a los DD.HH. el Poder Ejecutivo debe responder política y penalmente.
En cuanto a la figura que proyecta hacia el exterior el presidente Piñera, el Presidente de la Comisión Chilena de DD.HH. hizo mención de la justicia universal que es aquella que estipula que cualquier persona puede buscar la persecución penal de las violaciones de los derechos humanos en cualquier parte del mundo. Ello significa, en palabras del presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos ,”solicitar en términos concretos una orden de captura internacional al Tribunal respectivo con el objeto de obtener el juzgamiento de quienes son los autores mediatos o intelectuales de lo que ha sido la masiva y grave violación a los derechos humanos en Chile“.
Finalmente, el abogado reflexionó respecto de cómo fue la aprehensión de Augusto Pinochet en Londres y explicó que no es una posibilidad menor que al Primer Mandatario pudiera ocurrirle algo similar durante alguno de sus viajes. “La situación de Piñera es incierta, yo no estaría tan seguro que no pueda volver a ocurrir una situación como la de Pinochet en el año 98” concluyó Margotta.