Versos al viento: el disco mayor de Makiza cumple dos décadas

Este domingo se presenta Un hijo de la rosa de los vientos, libro en que el productor Cenzi repasa la creación de uno de los títulos fundamentales del rap chileno, Aerolíneas Makiza. “Le abrimos la mente a mucha gente”, dice hoy. 

Este domingo se presenta Un hijo de la rosa de los vientos, libro en que el productor Cenzi repasa la creación de uno de los títulos fundamentales del rap chileno, Aerolíneas Makiza. “Le abrimos la mente a mucha gente”, dice hoy. 

*Este artículo se basa en una entrevista con Cenzi que se emitirá a las 23 horas de este miércoles 27 en el programa Pasaje Nocturno. 

Fue el miércoles 24 de noviembre de 1999. Makiza presentó esa noche su nuevo disco, Aerolíneas Makiza, en la discoteca Laberinto. Av. Vicuña Mackenna 915 se lee en el flyer que promocionaba el evento, dos huellas de una época que parece extinta: ahora los conciertos se publicitan en pantallas de dispositivos móviles y esa dirección indica un espacio poblado por torres de departamentos. 

“Prepárate al despegue”, advertía el volante, en línea con el imaginario viajero y aeronáutico que proponía el segundo disco de un grupo que entonces conformaban Ana Tijoux, Seo 2, DJ Squat y Cenzi. 

Más allá del título, todas las señas iban en esa dirección. Las fotos en el aeropuerto como las que ilustran este artículo, los títulos de las canciones, con “Despegue” y “Aterrizaje” como apertura y cierre. Y, sobre todo, un sencillo de particular éxito titulado “La rosa de los vientos”: “Es que el mundo es tan grande / y uno tan pequeño / solo me dirijo por / la rosa de los vientos”. 

Esa idea es la que ha recuperado Gastón Gabarró (Cenzi) para titular el libro con el que celebra los 20 años de Aerolíneas Makiza. Un hijo de la rosa de los vientos se presenta este domingo en el barrio Bellavista (detalles al final de la nota), junto con una reedición del disco a la que en diciembre se sumará un documental. 

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Gastón Gabarró en el programa Pasaje Nocturno.

Gastón Gabarró en el programa Pasaje Nocturno. Foto: Rodrigo Alarcón.

Según el productor, el proyecto surgió como alternativa ante una realidad que parece inamovible: “Makiza no pueden estar juntos en una pieza, tenemos problemas personales tan grandes que no íbamos a tocar, no íbamos a celebrar de esa manera”, dice. “Por eso pensé en un libro”. 

“Yo colecciono muchos libros de los Beatles y los que me gustan son los más técnicos. Por ejemplo: ¿con qué guitarra se tocó esta canción? Con una Gibson, por eso la canción suena de cierta forma. Entonces pensé escribir un libro así, entrevistando a los ingenieros, un libro bien fome, bien nerd”, relata.

Esa primera intención se torció pronto. Fue la propia Ana Tijoux quien lo hizo cambiar de opinión: “Me dijo ‘no, tú eres un personaje. No escribas desde nuestras perspectivas, escribe desde la tuya’. Eso me hizo repensar todo”. 

Así, Gabarró terminó dando forma a un relato no cronológico, separado en 20 capítulos que comparten título con las pistas que contiene el álbum y rememoran no solo cómo fue su composición y grabación, sino que explora desde los orígenes del grupo hasta su posterior quiebre. 

En esa labor tuvo la ayuda de sus ex compañeros: “Por suerte, el Seo es ultra archivador. Tiene ordenada hasta la primera letra que escribió en su vida”, asegura. “Y Squat estaba pegado con su cámara fotográfica. En esa época no eran digitales, pero en el grupo teníamos dos personas que archivaban”. 

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Una cita de "En paro" en una muralla de calle Lastarria.

Una cita de “En paro” en una muralla de calle Lastarria. Foto: Rodrigo Alarcón.

Con esos materiales, Cenzi construyó un libro que vuelve sobre tópicos que rondaban Aerolíneas Makiza y que en aquella época le dieron un sello distintivo: la reflexión personal, la crítica política, el exilio y el retorno. “Esto debería haberlo escrito en el libro, pero el avión es como el quinto miembro del grupo”, dice.

Él mismo es un chileno nacido en Edmonton (Canadá), que recién a los 16 años conoció el país del que sus padres habían sido exiliados. Aerolíneas coincide con una época en que se abrieron las puertas. Chile estuvo muy cerrado culturalmente por culpa de la dictadura y durante unos cinco o seis años hubo una explosión de información. Los hijos de retornados llegamos con mucha información. Yo llegué con una mochila de cien CD. El que había escuchado uno de rap, ahora tenía cien. Eso multiplícalo por todos los que llegamos”. 

Su historia era también la de sus pares en Makiza: “Justo nos unimos cuatro de esos y grabamos un disco, entonces lo que hicimos fue abrir y ampliar la mente de mucha gente. Cuántas veces se me han acercado para darme las gracias, porque venían de una familia de derecha o donde le prendían velas a los milicos o los carabineros. Makiza le abrió la cabeza a la gente”. 

Es cierto. Ahora es difícil dimensionarlo, pero en 1999 todavía había algo desconcertante en el éxito absoluto de una canción como “En paro”. Sobre samples de Shirley Bassey y Al Green, Ana Tijoux y Epicentro -uno de los integrantes del grupo Calambre- disparaban sin rodeos sobre figuras como Manuel Contreras y el cura Hasbún, reivindicaban al pueblo mapuche, hablaban de terratenientes y lucha de clases y pedían “un minuto de silencio por todos los caídos”. 

“Hoy lo pienso y qué bueno que no nos callamos. Eso es propio del hip hop, no callarse. Los Panteras Negras lo hicieron, varios grupos lo hicieron”, dice hoy Cenzi, que vincula ese discurso con el actual estallido social. “Lo he conversado hartas veces con Seo. Nos damos cuenta que lo que criticábamos en el disco era la semilla de lo que está ocurriendo hoy, ni siquiera se nos ocurrió que podía llegar a ser de esta forma”.

Pero pocos lograron el impacto masivo que Makiza tuvo en aquellos años. Cenzi, un productor que suma varios discos solistas y que ha trabajado en múltiples proyectos, incluyendo el exitosísimo Ser humano (1999) de Tiro de Gracia, tiene una explicación para eso. 

Había un sonido, subraya, que multiplicó el alcance de esos versos: “Tuvimos la suerte de sonar suficientemente elegantes para traspasar esa primera etapa auditiva. Si me muestras una canción death metal no me va a gustar, pero una más bonita la voy a escuchar, voy a comprar el disco, voy a escuchar el mensaje. Todo traspasa primero por ese primer muro: suena bien o no suena bien”.

20 años de vuelo

Un hijo de la rosa de los vientos se presentará en un evento doble: a las 15 y 18 horas, en la Galería Gran Refugio (Dardignac 0106, Bellavista). El libro y la reedición del disco se pueden conseguir directamente en este enlace. 

Fotos: Juan Sebastián Domínguez, gentileza de Gastón Gabarró (salvo donde está indicado).




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