España acaba de entrar en el conflicto entre México y Bolivia después de un incidente diplomático que ya está causando revuelo. El gobierno español ha sido acusado por la administración boliviana de haber intentado exfiltrar a un político cercano a Evo Morales, hoy exiliado en Argentina.
El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, anunció este sábado que pedirá a la presidenta interina, Jeanine Áñez, la expulsión de todos los miembros de la misión diplomática española tras el incidente del viernes, cuando considera que diplomáticos del país europeo intentaron evacuar a ex dirigentes afines a Evo Morales desde la Embajada mexicana en La Paz.
“Yo personalmente voy a pedir a la presidenta (Áñez) y a la canciller (Karen Longaric) que pida que estas personas se vayan del país”, señaló Murillo.
Varios hombres encapuchados, españoles, intentaron ingresar a la embajada de México en La Paz, donde se encuentran refugiados 11 personas cercanas al ex presidente boliviano. Las autoridades locales intervinieron para evitar su ingreso y descubrieron que se trataba de policías españoles encargados de escoltar la encargada de Negocios española, Cristina Borreguero, y el cónsul, Álvaro Fernández. Muy enojado por el incidente, el ejecutivo boliviano acusó a Madrid de querer estropear su soberanía.
El asunto también salpicó la política interna española. Los conservadores y el partido de extrema derecha Vox exigieron explicaciones y no dudaron en acusar al partido socialista de querer ayudar a Evo Morales organizando el escape de los miembros de su antiguo gobierno.
La cancillería española negó ‘con vehemencia’ los hechos, afirmando que la controvertida visita el viernes de la encargada de negocios española en Bolivia a la delegación diplomática mexicana fue “una visita de cortesía“.
Por su parte, La ministra española de Relaciones Exteriores, Margarita Robles, indicó que abrirá una investigación y un grupo de funcionarios viajará a La Paz para aclarar lo sucedido. Cuando tenga las conclusiones Robles comparecerá públicamente en Congreso español.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores en funciones de Bolivia, Karen Longaric, remitió este domingo una nota oficial a su homóloga española, Margarita Robles, en la que la insta a “que sea la última vez que su Gobierno permita (que) se violen normas internacionales” en relación al incidente del pasado viernes, cuando policías bolivianos impidieron a dos coches diplomáticos españoles entrar en la Embajada mexicana en La Paz.
“Esperamos que sea la última vez que su Gobierno permita (que) se violen normas internacionales y de cortesía diplomática”, ha apuntado la nota, que traslada la protesta “enérgica” por el “atropello”, según recoge la agencia de noticias boliviana Fides.