“Estábamos muchas personas en shock con el estado en el que se encontraba Jorge en el suelo. Tratamos de calmar el enfrentamiento que estaba ocurriendo con Carabineros, porque nos estaban lanzando agua y también estaba presente un zorrillo que lanza gas lacrimógeno, entonces era bastante tenso el ambiente. Ante la represión, tratamos de poder levantar las manos y de hacer que no llegara hasta donde estaba Jorge. Pero la represión no paró hasta que pudimos encontrar la forma de sacar el cuerpo, sin que en ningún momento Carabineros prestara atención. En ningún momento hubo un alto de la represión de Carabineros hacia nosotros”.
El anterior es el relato de lo que sucedió inmediatamente después de que un camión de Carabineros atropelló brutalmente a Jorge Mora, un reconocido hincha colocolino de 37 años que volvía a su hogar después del debut albo frente a Palestino en el Estadio Monumental. El que habla es Ignacio Silva, hincha y -al igual que Jorge- socio del Club Social y Deportivo Colo-Colo, quien presenció lo ocurrido y fue de los primeros en acudir en ayuda de la víctima. Su denuncia: Carabineros no sólo asesinó a su compañero, sino que también impidió las labores de rescate.
El asesinato de Jorge Mora remeció el fútbol, la política y la sociedad. Eran miles las voces que manifestaban con preocupación un “descontrol” de las fuerzas policiales y una “nula” voluntad política para detenerlo; en medio de un manto de impunidad que cubría la institución de Orden y Seguridad. Voces que la noche de este martes vieron confirmados sus temores en una nueva vida robada a manos de agentes del Estado.
La tensión se hizo sentir durante toda la jornada. A nombre de Carabineros, primero iba a ser el general Enrique Bassaletti quien se referiría al tema, no obstante, luego recularon y avisaron que sería el general Manuel Valdés. Pero a la hora del punto de prensa, no fue ni el uno ni el otro quien llegó a dar la vocería.
Fue la directora suplente de la Dirección de Derechos Humanos de Carabineros, la coronel Karina Soza, quien tomó la palabra para entregar un confuso mensaje, que fue fuertemente criticado. Lejos de la autocrítica y asumir responsabilidades, Soza argumentó que, de haber actuado de otra manera, los afectados serían uniformados.
“Si el vehiculo hubiese permanecido ahí, hoy día estariamos lamentando quizás la muerte de los funcionarios. Debo recordar que los dos funcionarios que iban al interior del vehículo resultaron lesionados. Por eso nuevamente hago la reflexión: este clima de violencia que estamos viviendo nos causa daños irreparables”, señaló Soza.
“Por eso el llamado es a que las personas no ataquen a un vehículo policial en marcha, no sigan con estos desórdenes, porque no solo ponen en riesgo la vida de los conductores policiales, sino también de otras personas“, añadió la directora suplente del Departamento de DD.HH. de Carabineros.
A su vez, desde el Palacio de La Moneda, fue el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, quien se refirió a los hechos. Al igual que las autoridades de Carabineros, el subsecretario enfatizó en que el atropello que mató a Jorge Mora fue en “un contexto de ataque violento a un vehículo policial” y sin mea culpas, reiteró el llamado a terminar con la violencia.
“Ese contexto de violencia no ayuda a que podamos generar las condiciones para darle salida y dar solución a los problemas de los chilenos“, agregó el subsecretario del Interior.
A esto se suman las palabras que expresó el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, en una reunión con el consejo consultivo de Paz Ciudadana. Ahí, Blumel sostuvo que no es necesaria una refundación de Carabineros, sino que sólo un cambio, reforma que, anunció, llegaría recién en 2027.
Un diagnóstico difícil de comprender si se tiene en cuenta el balance del INDH a 100 días del estallido social, en donde cifran en más de mil las querellas que se han presentado en contra de agentes del Estado por violaciones a los derechos humanos. Un dato no menor es que, de éstas, sólo en 16 ha habido formalizados. Los apremios mutan en cantidad y forma, pero la gran mayoría siguen quedando impunes.
Una situación que para el doctor en Ciencias Políticas y académico del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, Felipe Agüero, se entiende en la nula respuesta que han tenido las autoridades frente a las graves denuncias que han hecho diversas organizaciones internacionales. “Este es el recuerdo de que hay una actitud persistente y que no cambia en Carabineros“, sostuvo.
“Se habla de que hay comisiones trabajando por la reforma a Carabineros, pero el hecho es que las personas siguen muriendo a manos de ellos. Ese es el hecho concreto y en una mirada un poco más larga, hay que entender que -ahora que vivimos bajo un recuerdo permanente de que hay que condenar la violencia-, pocas veces se hace mención a ésta violencia, la que viene de Carabineros, que viene del Estado y que es esa violencia la que ha gatillado la otra violencia“, aseguró el profesor de la Universidad de Chile.
La mañana de este miércoles, en Casa Piedra durante la inauguración de Enade, el presidente Sebastián Piñera tuvo la oportunidad de referirse a los hechos ocurridos a las afueras del Estadio Monumental. No obstante, prefirió felicitar la labor de las policías y hacer caso omiso al asesinato que cometió un uniformado. “Quiero compartir con ustedes mi aprecio y gratitud con instituciones como Carabineros y la Policía de Investigaciones. Cuando carabineros o los policías salen a la calle -yo lo he visto con mis propios ojos- lo hacen para proteger el orden público“, afirmó el mandatario en medio de los aplausos de los empresarios presentes.
Son justamente este tipo de discursos los que el profesor Agüero criticó en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile. En ese sentido, el experto reflexionó en torno a lo contradictorio que se torna el mensaje del Ejecutivo sobre condenar la violencia, si es que aún no han condenado la que proviene desde los agentes del Estado.
“A mi me parece que es un discurso que no toma nota de la circunstancia especial que vivimos en Chile, que es una circunstancia de movilización, de inestabilidad y de gravedad; pero el Gobierno sigue sin hacerse cargo de eso“, indicó Agüero.
“Ésta es una actitud de acción y reacción que se mantiene viva gracias al Gobierno y Carabineros, sin que se hagan acciones mucho más concretas e inmediatas de poner control sobre la organización de represión del Estado”, alegó el académico del INAP de la Universidad de Chile.
“Estos llamados contra la violencia son completamente contradictorios con esta actitud del Gobierno sin entender realmente qué es lo que puede provocar esta violencia y sin hacer mención de la violencia que realiza y que provoca Carabineros“, sentenció Agüero.
En ese sentido, el continuar tratando este tipo de casos como ocurrencias o hechos puntuales es, para el doctor en Ciencias Políticas, una actitud persistente. Así también lo es para Agüero el nunca -jamás- empatizar con las víctimas y, por el contrario, intentar criminalizarlas.
“Eso, en el fondo, equivale a echarle gasolina a la hoguera porque son actitudes que toman en base a la respuesta de manifestantes hacia Carabineros, que viene gatillada por la actitud inicial de violencia de éstos últimos“, concluyó el académico de nuestra casa de estudios.
Fue en el 14° Juzgado de Garantía de Santiago en donde se llevó a cabo la audiencia de formalización por cuasidelito de homicidio del carabinero detenido por el asesinato de Jorge Mora. Desde la Fiscalía pidieron -como medida cautelar- el arresto domiciliario total, argumentando que la víctima no estaba participando en ningún desorden y solo iba junto a su pareja a tomar un bus del Transantiago.
Sin embargo, la jueza Andrea Acevedo descartó la comisión del delito de violencia innecesaria por no existir una acción dolosa. “Aquí a lo más hay una conducta negligente, pero sí una conducta negligente justificada a mi criterio”, señaló la jueza, quien terminó dictando la medida cautelar de firma mensual y arraigo nacional para el carabinero que mató a Jorge Mora, con un plazo de 90 días para la investigación.