Bajo el cargo de sedición y terrorismo fue detenido Gustavo Torrico, alto dirigente del partido de Evo Morales y parlamentario regional de La Paz. En el momento de su aprehensión Torrico negó los cargos y manifestó que la acción se debe a su militancia política.
“No entiendo ni por qué me enmanillan [esposan]. Aquí no hay sedición, aquí han aprehendido a un masista [militante del Movimiento Al Socialismo, MAS] y yo voy a seguir siendo masista”, sostuvo Torrico cuando era conducido a una celda de la Fiscalía.
Al dirigente, que encabeza un grupo de activistas llamados ‘Satucos’, se le acusa de haber hecho declaraciones instigadoras al delito y al genocidio, en los días de convulsión social, que sucedieron a las anuladas y fraudulentas elecciones de octubre pasado.
En medio de la protesta callejera de jóvenes contrarios a Morales, Torrico dijo a los medios: “No sé cuántas [madres] están dispuestas a sacrificar a sus hijos, llevarse ese dolor tan criminal que es el sentir la muerte de tu hijo”.
El exministro de Gobierno, Carlos Romero, está encarcelado preventivamente mientras se le investiga, y el extitular de la Presidencia y Gobierno, Alfredo Rada, es buscado también por sedición.
Otros exministros bolivianos como Juan Ramón Quintana, Ministro de la Presidencia, Vilma Alanoca de Culturas y Javier Zabaleta de Defensa, que están refugiados desde noviembre en la embajada de México, también son requeridos por sedición y terrorismo.
Evo Morales, que también es procesado por el mismo cargo, pidió “justicia y libertad” para sus aliados afirmando que “no cometieron delito”.