Vindman, quien se desempeñaba en el Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, fue escoltado fuera de la Casa Blanca tras su remoción, una decisión su abogado calificó como un acto de venganza por parte del presidente.
Horas más tarde, el embajador ante la UE, Gordon Sondland, se convirtió en la segunda víctima, al ser retirado de su posición.
“Me informaron hoy de que el presidente tiene intención de retirarme de forma inmediata como embajador de Estados Unidos en la Unión Europea”, dijo Sondland en un comunicado obtenido por The New York Times.
Trump, tildado de dictador y criminal
Inmediatamente, demócratas denunciaron estas “represalias” del presidente. “El embajador Sondland y el teniente coronel Alexander Vindman son valientes servidores públicos, héroes y patriotas”, escribió el congresista demócrata Mark DeSaulnier en Twitter.
“La venganza de Trump contra ellos por decir la verdad es una acción digna de dictadores y criminales, no del presidente de la democracia más grande del mundo”.
El despido de los dos hombres “es otro abuso de poder por parte del presidente”, agregó el senador demócrata Ron Wyden.
Trump fue absuelto en el Senado el miércoles de los cargos de abuso de poder y obstrucción del funcionamiento del Congreso, en relación con un llamado en el que pidió al presidente Ucraniano el 25 de julio investigar a su rival político Joe Biden.
“Se le pidió a Vindman que se fuera por decir la verdad”, dijo en un comunicado su abogado David Pressman, luego de que el oficial del ejército fuera acompañado fuera de la Casa Blanca. Horas antes,Trumphabía dicho que quería que Vindman se fuera. “La verdad le ha costado al teniente coronel Alexander Vindman su trabajo, su carrera y su privacidad”, dijo Pressman. “Sirvió al país, aun cuando hacerlo estuvo lleno de peligros”.
“Y por eso, el hombre más poderoso del mundo, impulsado por el silencio, la flexibilidad y la complicidad, ha decidido vengarse”, agregó.
Vindman, que fue director de Asuntos Europeos en el Consejo de Seguridad Nacional, fue testigo de la llamada de Trump al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la que le pidió su intervención.
En su testimonio, consideró “inapropiado” el proceder de Trump.
Trump había dejado en claro su disgusto: “No estoy feliz con él”, dijo. “¿Creen que debería estar feliz con él?”, preguntó a periodistas. “No lo estoy”.