Luego del 18 de octubre de 2019, el centro cultural GAM se transformó, impulsando una programación vinculada a los debates ciudadanos y acogiendo a los equipos de la Cruz Roja. En ese mismo contexto, se dio un cabildo y un ciclo denominado Alameda Abierta, en el que participaron Las Tesis y los fundadores del Museo de la Dignidad, entre otros.

Por otra parte, sus murallas se llenaron de consignas a favor del movimiento social, mientras, artistas como Fab Ciraolo y Caiozzama plasmaron allí sus obras. Estas intervenciones fueron borradas por un grupo de desconocidos el miércoles recién pasado, hecho que fue condenado por el GAM.

Sin embargo, con ello también se dio un ambiente desesperanzador en términos de cifras: fueron suspendidas actividades y, por otra parte, el espacio pasó a subvencionar a los locales existentes en su interior. De forma paralela, el centro cultural fue hostigado con 17 bombas lacrimógenas y registró cuatro amagos de incendios en su segunda etapa.

“Tenemos una visión bastante negativa para lo que se viene”, dice Felipe Mella, director ejecutivo del espacio cultural, quien además durante 2020 enfrentará otro desafío: conmemorar los diez años del espacio cultural en medio del estallido. Ante este escenario, Mella adelanta que ésta será una conmemoración “austera” y que la prioridad será la seguridad de los trabajadores, el público y los artistas, así como el resguardo del mismo espacio.

Collage sobre muro realizado en la fachada del GAM por el artista Fab Ciraolo. La pieza fue enmarcada por el colectivo Museo de la Dignidad.

¿Cómo se trasformaron las rutinas del GAM luego del 18 de octubre?  

Impactó de forma bastante drástica. Tuvimos que modificar nuestra programación en el marco de un nuevo paraguas que llamamos Alameda Abierta, en el que decidimos abrir el centro cultural para generar una reflexión. Además, modificamos nuestros horarios: en vez de tener obras de teatro en la noche, las funciones se dieron entre las 12:00 y las 16:00 horas para poder resguardar la integridad de los trabajadores, del público y los artistas.

¿Cuánto afectó el movimiento en términos de la gestión, ya sea para los locales que están en su interior o respecto de los arriendos?

Durante el primer semestre de 2019 generamos muchas actividades y nos fue bastante bien económicamente. Esto nos sirvió para poder tapar un poco lo que sucedió luego del 18 de octubre. Tenemos una visión bastante negativa para lo que se viene en 2020, porque lo que hemos tratado de hacer es subvencionar a nuestros arrendatarios comerciales como la cafetería, el restaurante y la librería. Por lo tanto, para nosotros es bien complejo el escenario que se viene si se mantienen las manifestaciones.

¿Han trabajado con el Ministerio de las Culturas para poder amortiguar esta situación? 

Hemos estado en conversaciones bastante cercanas con el Ministerio de las Culturas y han estado bien abiertos a entender lo que ha estado sucediendo. Estamos trabajando en conjunto sobre cómo generar los cambios necesarios para que esto no afecte tanto el funcionamiento administrativo y programático del centro cultural.

Ahora, el GAM este año celebrará su décimo aniversario, ¿cómo enfrentan esta festividad considerando este escenario?

Estamos tratando de celebrar de una forma bien austera, entendiendo el contexto del país y generando una reposición de obras emblemáticas y no sólo desarrollándolas en el centro cultural, sino que también abriéndonos a estar en espacios amigos-aliados como el teatro de la Universidad Católica, el Teatro del Puente y Sidarte. También vamos a seguir abriendo el paraguas de la Alameda Abierta, entendiendo que el espacio del centro cultural es un lugar para el debate y la reflexión.

Las Tesis en el GAM. Fuente: Facebook GAM.

¿Cómo lee la intervención de la fachada del GAM del miércoles pasado? 

Como GAM condenamos absolutamente lo que pasó. Por registro audiovisual de las cámaras de seguridad descubrimos que a las 4:15 de la mañana, cinco personas con brocha y rodillo y baldes de pintura intervinieron la fachada. Para nosotros ha sido un golpe bien bajo, porque hemos tratado de resguardar todo lo que tiene que ver con la fachada de la Alameda, porque la entendemos como una expresión artística en el marco de las manifestaciones.

Durante estos días han sido afectados con lacrimógenas y cuatro amagos de incendios. ¿Qué medidas de seguridad se están tomando, considerando lo que pasó en el Museo Violeta Parra y en el Centro Arte Alameda? 

Hemos tratado de desarrollar un protocolo de seguridad bien enfocado en los trabajadores y los artistas. Esto lo hemos estado realizando en conjunto con otros espacios culturales que están ubicados en la misma zona. Tenemos un trabajo bien cercano con el Ministerio de las Culturas y Carabineros para ver cómo podemos desarrollar esa comunicación interna en el caso de que existan manifestaciones o algún tipo de complicaciones como las que sufrimos el año pasado en el intento de incendio que hubo en la segunda etapa del GAM.

¿Cómo ha sido su relación con Carabineros? 

Hemos tenido una relación cercana en el sentido de que hemos mantenido una comunicación bastante directa.

Y, ¿con los manifestantes?  

El GAM está emplazado en una de las principales arterias de Santiago, entonces, hemos tratado de ser un espacio de acogimiento. Por eso hemos recibido a la Cruz Roja y hemos abierto el espacio para que la gente pueda generar cabildos y conversaciones. Durante este año va a continuar igual.

Luego de que la fachada del GAM fuese pintada, nuevamente se registraron intervenciones. Fuente: Camilo Villa.

¿Cómo la paralización de la segunda etapa los ha impactado? 

Hemos tratado de entender que los espacios son distintos para no afectar lo que estamos desarrollando en la primera etapa, pero sí hemos estado trabajando, directamente, en coordinación con el MOP y el Ministerio de las Culturas para sacar adelante y echar a andar la construcción de la segunda etapa.

¿Esto estaría programado para 2022?

Si todo sigue su curso sí. Estamos planificándonos en marco de esas miradas, pero, obviamente, todo depende de cómo sigue avanzando la situación del país.

Como gestor y director del espacio, ¿cómo cree que la cultura puede aportar en medio del movimiento social? 

Como centro cultural, lo que se ha generado es un espacio de acogimiento respecto de lo que está sucediendo, porque entendemos que todo lo que se ve en las calles, a futuro, va a ser reflejado en los espacios culturales. Así hemos tratado de entenderlo, visualizarlo y comprenderlo con otros artistas y gestores culturales que están viviendo cosas similares a nosotros. Entendemos que la cultura es una forma de expresar y de hacer entender y de resguardar la historia de nuestro país.