3:34 de la madrugada, 27 de febrero del 2020. Exactamente diez años de aquel sacudón de tierra que interrumpió el sueño de muchos. Fue paulatino, pudo haber sido cualquier temblor, pero la intensidad fue aumentando hasta alcanzar los 8,8 mw.
Fueron alrededor de cuatro minutos en la zona del epicentro, lo que hoy corresponde a la costa de la Región del Ñuble. 240 segundos bastaron para dejar pueblos y ciudades en el suelo. Aquel movimiento telúrico terminó por transformarse en el segundo más fuerte en la historia de Chile, solo superado por el terremoto de Valdivia de 1960.
Y al igual que el de Valdivia, al terremoto del 2010 le siguió un devastador sunami que arrasó con las zonas costeras. La naturaleza despertó con todo.
Si bien se sintió intensamente desde la Región de Valparaíso hasta la Araucanía, fue el centro sur de Chile la zona que se llevó la peor parte. Ciudades como Concepción, Talcahuano, Curicó y Talca quedaron enormemente afectadas, sin embargo, ciudades más pequeñas, pueblos, localidades, quedaron tan o más afectadas que las ciudades, la diferencia es que la visibilidad fue notablemente inferior.
Es el caso del pueblo de Retiro, localidad perteneciente a la Provincia de Linares, Región del Maule.
El alcalde de Retiro para la época del terremoto era Patricio Contreras, quien, en conversación con nuestro medio, relató que para ese entonces el 60 por ciento de las casas eran de adobe, las cuales quedaron derrumbadas en su totalidad.
Por lo mismo, desde el 27 de febrero en adelante, la mayor parte de los esfuerzos de su gestión estuvieron dirigidos a la reconstrucción.
“Había que hacer de todo, no tan solo sacar escombros, hacer evaluaciones, postulaciones a los subsidios habitacionales, informar a la gente, caminos colapsados, caminos interiores de segunda y tercera categoría, entonces prácticamente el 80 por ciento del tiempo lo ocupamos en el tema de reconstrucción”.
De todas formas, Contreras afirmó que Retiro está reconstruido en su totalidad y hoy el pueblo lleva una vida normal. “Tres o cuatro años después la situación se solucionó al cien por ciento”, aseguró la ex autoridad.
Claro que el pueblo cambió gran parte de sus tradiciones, una de ellas, el adobe que caracterizó a Retiro a lo largo de su historia.
“Ya nadie hace casas de adobe ni nadie hace adobe, se cambió por hormigón armado, por material más liviano, pero ya el adobe, que era muy de antaño, de tiempos de la colonia, no se hace y no se construye absolutamente nada”.
Más allá de estos cambios, según el ex alcalde del pueblo, hoy la gente de Retiro lleva una vida absolutamente normal.
En la misma Región del Maule, pero en la Provincia de Talca, se encuentra Constitución, una de las ciudades más afectadas por el terremoto del 2010.
Solo en Constitución se contabilizaron 60 víctimas fatales y decenas de desaparecidos. El borde costero quedó totalmente destruido.
El actual alcalde de la ciudad, Carlos Valenzuela, asumió en el cargo el año 2012. Para el terremoto, Valenzuela era consejero regional.
En conversación con nuestro medio, la autoridad comunal aseguró que se ha avanzado mucho, sobre todo en el tema de vivienda, donde la cifra de reconstrucción alcanza el cien por ciento.
“Está toda la gente con sus viviendas, con sus departamentos. Antes en Constitución la Plaza de Armas era el centro, hoy la Plaza de Armas es el inicio de la ciudad porque está todo construido hacia el sur de la Plaza de Armas y todo lo que estaba a la orilla del río obviamente ya no está. El desarrollo de Constitución se fue hacia los cerros y hoy tenemos una cantidad de población tremenda en lugares que antes eran solo bosques, hoy están completamente habitados. En cuanto a viviendas estamos reconstruidos”.
Sin embargo, en otros ítems aún falta bastante. Por ejemplo, el Parque de Mitigación, que busca minimizar los efectos de un eventual próximo sunami no está construido en su totalidad. Similar situación tiene el teatro de la ciudad y otros tantos edificios que aún siguen padeciendo el abandono.
“A diez años todavía nos falta el Parque de Mitigación, que está en un 50 por ciento, y eso es lo que estamos pidiendo hoy: que se anuncie la construcción de la segunda etapa del parque que creo que es la gran falencia, las vías de evacuación y el teatro, ya que el teatro también cayó con el terremoto y tampoco está reconstruido, y pasan y pasan las licitaciones y no se reconstruye el nuevo teatro. Tenemos todavía muchas cosas que todavía nos recuerdan el terremoto, pero todo hay que mirarlo de distintos puntos de vista”.
Y claro, no todo es el vaso medio vacío, pues Valenzuela celebra, por ejemplo, que este verano del 2020 el turismo en la ciudad ha sido el mejor, turísticamente hablando, en muchos años, convirtiéndose esta área en una fuente de ingresos importante para Constitución.
“Cuando asumí, encontré una ciudad deprimida, una ciudad triste, una ciudad sin emprendimiento, decaída, y comenzamos a trabajar intensamente para hacer que Constitución volviera a brillar turísticamente, y este verano que estamos terminando creo que ha sido el mejor verano en muchos años, todos los resultados, la cantidad de visitas, el cómo le ha ido a todos los emprendedores turísticos, se han levantado nuevos hoteles, cabañas, catamaranes a orillas del río, el impulso turístico ha sido fuerte. Nos falta todavía, pero hoy se hacen reportajes súper positivos de Constitución y la industria del turismo se transforma en un eje importante para la economía de la ciudad”.
Retiro y Constitución, dos localidades que sufrieron los embates de la naturaleza pero que, diez años después, logran reponerse gracias al esfuerzo de las autoridades, pero, por sobre todo, al trabajo de sus vecinos, quienes resistieron a sus mediaguas, a la falta de agua potable, a la angustia, a la pena.
Hoy la cosecha es evidente, y si bien aún quedan rescoldos de la tragedia, ambas localidades sonríen al forastero que las visita. A diez años del 27F, el aprendizaje ya está, la naturaleza dirá, los vecinos responderán.