El estudio dio inicio el domingo 22 de marzo en varios centros hospitalarios universitarios (CHU), en las ciudades francesas de París, Lyon, Nantes y Lille. Se extenderá gradualmente a docenas de otros hospitales universitarios. Debería incluir 3.200 pacientes en Europa, de los cuales 800 están en Francia. Algunos probarán la eficacia de una droga contra el VIH, otros un antiviral desarrollado contra el virus del Ébola. La parte de la cloroquina se añadirá el 27 de marzo.
A finales de febrero, el profesor Didier Raoult, director del Instituto hospitalo-universitario Mediterráneo de Infección de Marsella, anunció en un vídeo “el final de partida” contra el virus. Declaró que la cloroquina, que hasta entonces se había utilizado contra el paludismo, era el arma más eficaz contra el nuevo coronavirus. Diez días después, dijo que después de seis días de tratamiento, sólo el 25% de los pacientes seguían mostrando síntomas.
Resultados criticados
En contraste con este optimismo, las reacciones al uso de la cloroquina despertaron rechazo. Los científicos advirtieron sobre los efectos adversos de la droga, especialmente en los ancianos y cuando se asocia con ciertas familias de antibióticos.
No obstante, los resultados son lo suficientemente convincentes como para despertar el interés de la comunidad científica y empujar a los administradores de las clínicas a utilizar la cloroquina en los pacientes con COVID-19.
Por lo tanto, es necesario realizar más estudios. Y la automedicación sigue siendo peligrosa: se han notificado casos de envenenamiento en Nigeria. El añadido de la cloroquina al ensayo del Discovery debería arrojar resultados en menos de seis semanas.