Ha pasado poco más de seis meses desde el estallido social que remeció al país y el panorama ha cambiado mucho y poco al llegar al día que, para algunos, se habría efectuado el logro más tangible conseguido a través de las manifestaciones: el plebiscito constituyente.
26 de abril fue la fecha escogida inicialmente en la madrugada del 15 de noviembre para realizar esta consulta nacional que determinaría la iniciación -o no- de un proceso constituyente; sin imaginar que, solo unos meses después, la llegada del coronavirus al país cambiaría los planes de forma rotunda.
Esto último, sin embargo, lejos de haber sido aprovechado por el Gobierno para intentar subsanar los irreparables daños que dejó el manejo político de la revuelta, he dejado en evidencia aún más la necesidad de mirar hacia un nuevo modelo de país y que parte, inevitablemente, por una profunda reforma constitucional.
No obstante, aunque la fecha del plebiscito terminó postergándose por acuerdo de los partidos para el 25 de octubre, los pronunciamientos alrededor de lo que habría sido, sin dudas, un día histórico para al país, al menos desde el Gobierno ponen entredicho un nuevo cambio de fecha para la consulta.
Al respecto, políticos de la oposición han manifestado su disconformidad, principalmente porque, desde hace no más de una semana, eslóganes como “nueva normalidad” y “retorno seguro” son subrayados en cada vocería realizada por el presidente Sebastián Piñera y su gabinete ministerial.
Así lo ha señalado, por ejemplo, el presidente del Partido por la Democracia, Heraldo Muñoz, quien criticó la postura del ministro del Interior, Gonzálo Blumel, respecto de re-evaluar la fecha del plebiscito.
“No es el momento de discutir la agenda electoral del país. La prioridad debe estar en los efectos económicos y sociales de la pandemia, particularmente en la clase media y los sectores más vulnerable. Me parece una abierta contradicción que desde el Gobierno se llame a reflexionar sobre la eventual postergación del plebiscito del 25 de octubre, cuando paralelamente se está llamando a un gradual retorno“, criticó.
Similar postura ha defendido el diputado frenteamplista, Gabriel Boric, quien defendió las fechas ya pactadas en conjunto, tanto por partidos de la oposición como del oficialismo.
“El plebiscito para una nueva constitución tiene una fecha cierta, es el 25 de octubre. Evidentemente, esto se conversará con los expertos en materia sanitaria, pero resulta muy extraño que haya quienes argumenten con entusiasmo la necesidad de reabrir los malls o retomar las clases, pero pongan dudas a la realización de una elección. Eso es sumamente contradictorio”, enfatizó.
En tanto, desde el oficialismo, las opiniones, aunque han recalcado la importancia de lo que habría significado para el país la realización del plebiscito este 26 de abril, también dejan claro que efectivamente, si la evolución del coronavirus así lo requiere, la consulta programada para el 25 de octubre deberá ser reevaluada.
“Hoy la preocupación es poder salir de esta crisis sanitaria y económica de la mejor forma posible. Por eso es importante recordar que, sin bien hay una fecha cierta, también deberá ser evaluada dependiendo de la situación en la que se encuentre el país en ese momento. El único objetivo de dar una fecha fue dar certeza de que se va a realizar, pero dijimos en esa oportunidad que tenía que estar sujeta a lo que esté ocurriendo en el país”, señaló la diputada de Renovación Nacional, Paulina Núñez.
Por su parte, el senador RN, Francisco Chahuán, recordó que la campaña por el rechazo defendida por un sector de su partido, continúa su curso.
“Esperamos que (el plebiscito) se pueda desarrollar en la fecha acordada. Por supuesto, nosotros seguimos trabajando en nuestra opción del rechazo propositivo, aquella que busca generar las reformas sin esperar un proceso constituyente. Esas reformas están presentadas en el parlamento (…) esperamos que esta situación nos permita generar un gran pacto social, sin tener que esperar un proceso constituyente que puede demorar años”, precisó Chahuán.
Este 26 de abril, hay que recordar, pese a las diversas restricciones y el aislamiento social que ha generado la pandemia, al menos unas cincuenta personas se manifestaron en la Plaza Baquedano, la mayoría haciendo uso de herramientas de protección sanitaria y guardando distancia.