Desde el inicio de la pandemia por coronavirus, la labor de las Naciones Unidas ha estado concentrada en evaluar los impactos diferenciados de la crisis, sobre todo en las poblaciones que, desde antes, resultaban ser más vulnerables.

Uno de estos grupos, por supuesto, han sido las mujeres, dado que, según el análisis de ONU Mujeres, reciben un impacto totalmente distinto en comparación con los hombres.

Sobre este tema, nuestro medio, a través del programa Semáforo, conversó con la representante de dicha organización en Chile, María Inés Salamanca, quien aterrizó el tema a la realidad nacional respecto de los vínculos entre género y pandemia.

“Lo que hace la crisis del COVID-19 es agudizar las desigualdades, y una de ellas es la desigualdad de género. Vemos que hay un impacto particular de la pandemia en la vida de las mujeres, en el trabajo no remunerado, pero también en las mujeres que trabajan en el área de salud. En Chile, por ejemplo, hay un 73 por ciento de participación femenina presente en estos niveles, y a esto se suma el impacto generado por la violencia de género”, explicó Salamanca.

Como se ha podido conocer según balances del Ministerio de la Mujer, en nuestro país, desde que empezó la pandemia, ha existido un aumento al menos del 70 por ciento en las llamadas de emergencia por casos de violencia contra mujeres.

Este panorama, no es ajeno a lo que sucede en otros países de la región. En Bolivia, por ejemplo, ya se han registrado 4 femicidios y 1200 casos de violencia contra mujeres; mientras que, en Argentina el aumento de llamadas a las líneas de ayuda para mujeres violentadas ha sido de un 67 por ciento.

Sin embargo, esto de ninguna manera significa que se trata de un problema reciente, sino más bien, según la representante de ONU Mujeres, es algo que jamás se resolvió y que en cifras podría ser comparable con el virus que hoy tiene confinado a gran parte del planeta.

“La violencia contra las mujeres también es considerada una pandemia por Naciones Unidas. Sucede a nivel global, traspasa fronteras, no hay país en el mundo que esté exento de este fenómeno. En ONU mujeres ya veníamos viendo en un estudio sobre las familias lanzado el año pasado, que el hogar muchas veces es el lugar más peligroso para las mujeres en muchas ocasiones. Ahora, en un contexto de crisis, esos números aumentan”, subrayó.

En paralelo a este problema, el otro punto observado por ONU Mujeres en la crisis sanitaria es la forma en que la repartición de tareas en el hogar vuelve a evidenciar desigualdades y una grave ausencia de corresponsabilidad en favor de los hombres.

A esto, según Salamanca, es necesario sumar el impacto que la pandemia ha generado en las trabajadoras de casa particular, cuidadoras de personas enfermas, razón por la cual, la organización mencionada ya se encuentra trabajando en un informe detallado sobre estos casos a nivel de la región.

Además, la representante de ONU Mujeres dio detalles de otras iniciativas que se están realizando desde dicha organización respecto de estos temas.

“Trabajamos en iniciativas dirigidas principalmente a los países que son de renta más baja en América Latina y que están en un primer llamado para recibir apoyo: Honduras, Guatemala, El Salvador y Jamaica. En ONU Mujeres buscamos que aquellas respuestas humanitarias que se pueda dar a estos países también tengan el componente de género de forma transversal. A veces se tiende a separar el tema de género, pero es muy importante entender los impactos diferenciados”, manifestó.

En tal sentido, Salamanca indicó que desde la organización que representa se está observando con suma atención en Chile los casos de las mujeres migrantes que buscan regresar a su país; además de los planes implementados por el Gobierno para paliar la crisis económica y en donde aseguró será de suma importancia incluir una mirada de género.