Hace, aproximadamente, cinco años, el realizador Guido Brevis, el director de fotografía Aldo Oviedo y el historiador Sergio Caniuqueo se embarcaron en una investigación que pretendía documentar aquellos lugares relevantes para la historia y memoria del pueblo mapuche.
La iniciativa surgió luego de un diagnóstico en el que se constató que, pese a la existencia de una nueva generación de investigadores mapuche, prevalecía el desconocimiento sobre el patrimonio de la comunidad indígena. La propuesta también apostaba por ir más allá de la historia oficial, reconociendo aquellos aspectos relevantes para la historia local.
Así, luego del análisis de libros y relatos históricos, surgió el proyecto Patrimonio y territorio. Catalogación multimedia, historia mapuche y sus localizaciones. Esta iniciativa se tradujo en una plataforma multimedia, que comprendió cortometrajes y fotografías; una aplicación para móviles Android y un libro.
“Nos dimos cuenta de que hay mucho desconocimiento o invisibilización de lugares, donde han ocurrido hechos interesantes o importantes para la historia mapuche y, cuando digo historia mapuche, me refiero a una historia propia. No aquella que tributa la historia oficial”, comentó Guido Brevis, realizador y encargado del proyecto.
“Todo eso se aterriza a un tema que tiene que ver con el patrimonio, la identidad, la memoria y la historia. Entonces, cuando identificas lugares, los puedes relacionar con ciertos relatos que en esos mismos lugares hay. Ahí empiezas a construir un conocimiento local que también está invisibilizado y olvidado”, sostuvo el cineasta.
En total, la investigación repasa la historia de diez lugares como el Archivo General de Asuntos Indígenas, el Archivo Regional de La Araucanía, el sitio arqueológico Kuel, Radio Bahai y el Museo Histórico de Angol, entre otros.
Los registros se efectuaron gracias a un contacto paulatino con las comunidades implicadas en los sitios de interés. De ese modo, el equipo de investigadores logró acceder a documentación inédita como los primeros títulos de merced otorgados a fines del siglo XIX, planos topográficos, litigios y relatos sobre, por ejemplo, la matanza realizada en 1912 en contra personas mapuche que se encontraban en el fundo Forrahue.
Para el historiador Sergio Caniuqueo este estudio permitió levantar nueva información respecto de zonas, cuya información era parcial. Este fue el caso de Piedra Santa, sitio ritual mapuche, cuya documentación data de los años 80. Lo mismo ocurrió con Radio Bahai, emisora fundada en 1970 que conserva grabaciones relacionadas con historias, cantos y fábulas mapuche.
Según Caniuqueo, la iniciativa también propone una nueva forma de construir la historia local. Por ello, la idea propone una metodología en la que las comunidades son las protagonistas a la hora de situar un relato.
“Lo que buscamos es una autonomía del sujeto, es decir, que los que interpretan el pasado no sean solo los historiadores, sino que también la población. Para que un papá pueda contar a su hijo un relato y que ese hijo pueda usar este relato para plantear su conocimiento, para proyectar su cultura. También está ese interés de que el historiador no sólo sea un elemento repositorio del pasado, sino que la historia tenga sentido de presente, de proyección, de futuro”, dijo.
“Entonces, también nuestro interés tiene que ver con la construcción de una historia desde abajo, pero no conducida por los historiadores, sino que conducidas por los propios sujetos. En este caso, el interés de realzar la voz de los sujetos encargados de cada espacio tenía que ver con ello, con que los propios sujetos contaran su experiencia. También era importante dentro del proyecto validar esa experiencia para que, de esa manera, la historia dejara de ser como anecdótica y comenzara a tener un sentido de colectividad”, profundizó el especialista.
La difusión de estos diez lugares corresponde a una primera etapa piloto que busca expandirse hacia otros puntos de interés de la historia mapuche. Asimismo, el proyecto pretende consolidarse como una herramienta educativa capaz de abrir nuevas miradas respecto del patrimonio indígena. La idea es avanzar para situarse como un relato propio y alejado de los estereotipos creados al alero de la historia oficial.