Ubicado en calle Almirante Montt en el Cerro Alegre de Valparaíso, El Desayunador ofrecía a los visitantes desayunos caseros a cualquier hora del día. Su dueña, la diseñadora Marcia Saavedra, aficionada a la cocina, lo abrió a fines de 2003 y en estos dieciséis años se construyó una clientela fiel además de las visitas de los turistas, principalmente europeos y estadounidenses, que disfrutaban de omelettes, pan fresco y café tostado, incluso de noche.
Luego de una serie de situaciones que afectaron al turismo en Valparaíso, incluido el estallido social, un verano con baja actividad y, ahora, la pandemia de coronavirus, El Desayunador está pasando un momento crítico del que su creadora duda que puedan salir.
“En una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad en la que se presume una importante afluencia de visitantes, cada vez que esto se ve afectado, obviamente se afecta a los negocios que son movidos a pulso, que no generan demasiadas ganancias como para que uno tenga reservas como para mantenerse una cantidad de meses sin funcionar”.
Cuando el 28 de abril el Gobierno anunció las líneas de crédito del Fondo de Garantías para Pequeños Empresarios (Fogape), enfocadas en entregar facilidades para que esos empresarios pudieran acceder a préstamos de bancos con ayuda estatal, muchos pequeños empresarios como Marcia, a lo largo de todo el país, respiraron aliviados ya que tales fondos podrían evitar la quiebra de sus pymes.
Sin embargo, la realidad es que la estrategia de capitalización tiene como contraparte de los pequeños y medianos empresarios a los bancos, entidades que evalúan las condiciones de cada solicitante antes de acceder a estas líneas de financiamiento y esa evaluación incluye la capacidad de endeudamiento y las garantías, además de la otorgada por el propio Estado, que cada micro o pequeño empresario puede presentar.
A diez días hábiles de iniciado este procedimiento de “salvataje” de pymes, éstas señalan que la banca simplemente niega los créditos, o entrega montos muchos menores a los solicitados. Gianina Figueroa, directora de Unapyme, conversó con Diario y Radio Universidad de Chile sobre estas múltiples denuncias de los empresarios.
“Aquellos que tienen las condiciones para acceder, se les está ofreciendo menos del 20 por ciento de los tres meses de venta, por ende, nosotros estamos poniendo en alerta esta situación, porque lo que no puede pasar es que esperemos un tiempo largo para recibir el informe de dónde están efectivamente las colocaciones, a quiénes fueron dadas. Mientras tanto, las pymes no pueden resolver la reorganización de sus pasivos”.
El Fondo de Garantías para Pequeños Empresarios (Fogape),de acuerdo a lo señalado por el Ejecutivo, cubre líneas de crédito para las pequeñas y medianas empresas con montos que pueden alcanzar hasta a tres meses de venta, consideradas entre octubre de 2018 y septiembre 2019.
Consultado sobre la gran cantidad de denuncias de rechazo de parte de la banca, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, bajó el perfil a las alegaciones de los empresarios señalando que las condiciones siempre fueron claras y que el Gobierno supervisará que las entidades bancarias cumplan con lo que se les ordenó. “Evidentemente nadie pretende que todos tengan que recibir lo mismo, como si esto fuera un bono, porque hay circunstancias distintas, industrias y empresas distintas e historiales y necesidades distintas”.
La mañana de este jueves, el propio secretario de Estado, sin embargo reconoció que efectivamente hay problemas en la entrega de las líneas de crédito y pidió paciencia a los empresarios. “Los montos entregados en diez días corresponden a lo entregado en todo un año. Se han cursado 20197 créditos y el ochenta por ciento de esos montos ha ido a las pymes”, aseguró el jefe de las Finanzas Públicas
Pero, pese a los llamados a la calma del Ejecutivo, la situación de los pequeños y medianos empresarios es apremiante. Mauricio Quezada, dueño del Roland Bar en Valparaíso critica estos créditos y las medidas económicas del Gobierno por ser insuficientes.
“Hay tres etapas en este momento: la primera es no morir, es decir, no cerrar. La siguiente es sobrevivir el tiempo que falta y la última es volver a empezar. Las platas que están prestando no alcanzan a cubrir esas etapas que deben enfrentar los empresarios en esta pandemia”.
El Ejecutivo ha dejado ver que pretende implementar un tercer paquete económico destinado a la reactivación una vez superado lo peor de la crisis sanitaria. Pero, entre los pequeños y medianos empresarios hay poca confianza en que esas nuevas medidas sirvan realmente para ellos. El titular de Hacienda aseguró que es fundamental pensar en mecanismos fast track que simplifiquen y fomenten la inversión y también señaló que será necesario subsidiar y fomentar el empleo.
En ese sentido, Gianina Figueroa señaló que es relevante que el Gobierno entienda que los grandes impulsores de empleo en Chile son justamente las pequeñas y medianas empresas. “Hoy estamos tratando de obtener créditos para pagar nuestras deudas, para sostener a nuestros trabajadores y para reorganizarnos, pero la gran empresa lo que hace es dividirse las utilidades siderales que han generado, y además ocupar los seguros de cesantía de sus trabajadores. esa es la diferencia entre el mundo pyme y el mundo del gran empresariado. Si al Gobierno le sobra el dinero, está bien que pueda apalancar a las grandes empresas, pero la mayoría del empleo en Chile lo da la pyme y eso es innegable, por ende, si no se ponen los acentos en el sector que más da empleo, lo que vamos a tener por consecuencia ees una alta cesantía en el país”.
Y es efectivamente, la tasa de desempleo la que inquieta al Gobierno ya que la última cifra de desocupación publicada solo abarca hasta marzo, antes que se decretaran las medidas sanitarias restrictivas más severas, ya tasa de todas formas es la mayor de la última década: 8,2 por ciento.
El economista egresado de la Universidad de Chile, Hernán Frigolett analizó este fondo de garantía propiciado por el Ejecutivo y criticó el que sea la banca la encargada de entregarlo ya que siempre se ha discriminado a la micro y pequeña empresa y aunque el Estado actúe como avalista, los bancos evaluarán los riesgos según las garantías otorgadas por quien solicite la línea de crédito. Según el ex Tesorero General de la República este paquete económico no tiene utilidad para ese sector de la economía.
“Desde el punto de vista de los paquetes de solución este es un paquete muy malo para la MIPE, para la micro y pequeña empresa, para las medianas y grandes es adecuado porque les da liquidez a una tasa garantizadamente baja, pero para la MIPE no ayuda. ¿Por qué? Porque estarán afectas al análisis de riesgo y los bancos no quieren perder plata, los bancos prestan plata sobre seguro. Siempre las garantías superan con creces el riesgo que están corriendo”.
Cuando alguna de las pocas pymes que pueden acceder a créditos con la banca, efectivamente lo logra, es porque el empresario tuvo que garantizar ese préstamo con algún bien propio, pero sobre eso, la banca castiga con tasas de interés muy altas, porque aplican el mismo modelo de riesgo.
“Como ahora la tasa de interés es más baja, porque está definida así, los bancos ya no tienen el mecanismo que les permita cubrirse frente al riego que representan las MIPE, por lo tanto, no les van a prestar plata. Siempre se dijo que esta no sería una solución para las MIPES, aun cuando fueran bancarizadas”, agrega el académico de la Universidad de Santiago.
Aunque el Gobierno prometió que este financiamiento alcanzaría a más de millón de créditos, la Multigremial Nacional de Emprendedores ha llamado la atención sobre cómo más de 800 mil empresarios y emprendedores simplemente no accederán al crédito y están prácticamente condenados a la quiebra.
“Cuando empiecen a funcionar de nuevo los locales, solo será para pagar deudas. Lo ideal sería poder empezar de cero de nuevo, con la transformación económica que requiere el país. Yo hoy no sigo viendo a El desayunador con la forma que tenía hasta hace unos meses atrás, solo se me ocurre inventar otro Desayunador que ofrezca algo similar pero que no implique los costos de antes, ni en personal ni en gastos fijos. La transformación es inminente porque esto no es resistible“, nos dice Marcia Saavedra. Transformación es el concepto clave, pero que los micro, pequeños y medianos empresarios esperan es que esa transformación no sea simplemente la desaparición.