Una vez más se aplazó la votación del proyecto de ley que, en segundo trámite legislativo, intenta limitar la reelección de parlamentarios y otras autoridades, y en donde la disposición que busca que la medida opere de forma retroactiva ha sido el obstáculo principal para una aprobación que requiere de un quórum de 26 votos en la Cámara Alta. Así, se espera que este lunes o martes se cite la sesión extraordinaria en que se votaría el proyecto.
No son pocos los parlamentarios que se verían afectados por una implementación que considere los períodos que ya han ejercido, de hecho, al menos seis se verían afectados en el Senado. Pero más allá de eso, hay quienes argumentan que la iniciativa no es una prioridad en este momento. Dicen que el actual proyecto dista mucho del presentado en 2006 por el entonces diputado y actual senador Francisco Chahuán, y alegan una intencionalidad política en sus precursores, quienes apuntarían a dejar afuera del tablero a figuras que no son de su agrado.
Pero dentro del Senado, uno de los que ha sido más enfático en su posntura crítica frente al proyecto ha sido el senador independiente Carlos Bianchi. El representante de la Región de Magallanes es justamente uno de los que se vería afectado por la retroactividad de la norma, pero en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, aseguró que sus argumentos en contra de la iniciativa no tienen nada que ver con eso.
“Lo primero es pedirle disculpas a todo el país porque efectivamente estamos en una situación de tal crisis humana de subsistencia, que existen algunos senadores, senadoras y diputados que, no importando esa realidad cruda que estamos enfrentando como país, están intentando priorizar este proyecto a como dé lugar”.
¿A usted no le parece prioritario?
A mí me parece del todo importante analizarlo, pero en el momento en que obviamente sea más prudente hacerlo. Pero bueno, yo hice sobre esta misma materia un proyecto en el año 2012, por lo tanto, voy a votar el proyecto a favor como lo he venido haciendo.
Este es un mal proyecto. Hay que decir la verdad, porque aquí ha habido una coordinación de algunos parlamentarios que al país le han querido decir algo que no es la verdad absoluta. Este proyecto no se encarga de ponerle un límite a la reelección y por eso es gravísimo lo que, por un lado, se dice y lo que, por otro, se va a lograr.
¿Usted dice que no se va a lograr lo que se dice?
Es que terminará siendo una silla musical. Tanto es así, que un parlamentario puede ser dos veces senador, tres veces diputado, dos o tres veces alcalde, dos veces gobernador. Puede ser concejal, puede ser Consejero Regional. O sea, puede estar 40 ó 50 años en la actividad política.
Por eso es que este proyecto no se encarga de ponerle un límite a las reelecciones. Este proyecto, en el fondo, en lo oscuro, en lo maquiavélico, se encarga sólo de la próxima elección. De cómo impedir que algunas o algunos parlamentarios puedan postularse o no a la próxima elección.
¿A quiénes se refiere?
Le voy a poner un ejemplo. La senadora (Carolina) Goic, que está obsesionada con este proyecto y que ella sabe que no tiene posibilidades de ser reelecta en Magallanes nuevamente si es que no saca para afuera a sus principales contendores. Ella por ejemplo, lleva los mismos años que llevo yo, exactamente los mismos. Ella lleva dos períodos de diputada y ahora va a querer tener dos períodos.
Uno de los que ha tribunado sobre este proyecto y que ha hecho declaraciones públicas destempladas, es (Iván) Moreira que lleva 42 años, designado por Pinochet como alcalde. ¿Él tiene moral para decir que él hoy día tiene un límite a la reelección? No, porque él también está viendo que tiene una oportunidad de otros ocho años más y eso le va a significar simplemente tener casi 50 años de ejercicio.
Entonces, cuando estamos hablando de ponerle límites a la reelección, eso tenemos que hacerlo tremendamente en serio. Por eso es que el propio diputado (Gabriel) Boric, que está obsesionado en querer ser senador por Magallanes y quiere menos competencia, está hablando de la retroactividad.
Esto es bien raro, porque los niños del Frente Amplio, o jóvenes del Frente Amplio, están vociferando que este proyecto se vote, sobre todo este diputado Boric. Pero si usted le pregunta a él si quiere bajar la cantidad de parlamentarios, él quiere aumentarla. O sea, están queriéndo abrir espacios para ellos.
Hay quienes dicen que este proyecto podría de alguna manera debilitar aún más la labor de un Parlamento que, en el actual sistema presidencialista, se ha visto opacado por las atribuciones del Presidente. ¿Qué le parece ese argumento? ¿Cree usted que la medida podría ser contraproducente?
Esto por supuesto que tiene un efecto negativo. Piense usted que todos los países que ya lo hicieron tuvieron que retrotraerse. Uno de los países que tiene límite a la reelección es México y como el político sabe que va a estar un sólo período, los últimos dos años de su período le da lo mismo hacerlo o no hacerlo, o trabajar bien o mal porque sabe que no va a tener reelección.
¿Existe un punto intermedio entre eso y limitar la reelección?
Hay que buscar un punto donde efectivamente una persona no se eternice en los cargos, pero también hay que poner la otra parte. Dejar que las personas puedan ser las que decidan eligiendo a los candidatos. Aquí se está prohibiendo que el o la votante, la persona, se pronuncie. Aquí lo que se está haciendo es imponer, por la vía de una ley oscura, dejar fuera a un grupo de parlamentarios para que se abran paso otros parlamentarios.
Y las experiencias que hay en el mundo han sido más negativas y por eso es que han vuelto a esta elección ad eternum. Que sea la gente la que, si alguien hace mal la pega, lo saque para afuera y no vote por él. Si es que alguien lo está haciendo bien y ha cumplido su mandato, la gente obviamente con el voto lo va a premiar y lo va a volver a contratar.
También hay quienes dicen que la labor de los parlamentarios no es tan simple como se intenta hacer parecer y sostienen que sobre todo cuestiones como la técnica legislativa se adquieren con el tiempo. En su experiencia ¿qué le parece ese argumento?
Es que hay personas que creen que porque entraron ellos a la política de los últimos tiempos están descubriendo el café con leche, el té en bolsita o la lapicera. O sea, el mundo antes de ellos al parecer no hacía nada de esto. ¿Y qué es lo que han dicho? “Recambio total de política”.
Y yo también concuerdo con eso, pero tiene que ir mezclado con la experiencia, con la experticia, con la técnica legislativa, con el conocimiento. Mire usted lo que pasó en la Cámara, se renovó casi la totalidad, ¿usted ha visto que eso ha sido tremendamente exitoso o que la Cámara ha destacado por la brillantez de los proyectos, porque no han hecho ningún espectáculo o porque tienen un trabajo enormemente serio? Desgraciadamente ha sido todo lo contrario, entonces hay que ser respetuoso.
¿Pero usted está de acuerdo con la renovación en la política? Pareciera no haberle gustado la renovación que hubo en la Cámara…
Sí, que se renueve, que se oxigene la política, por supuesto que sí. Pero de la mano también con la experiencia. Que las personas más jóvenes no crean que el mundo parte con ellos, que están descubriendo hoy día el té en bolsita.
Hay cosas que necesitan de un aprendizaje y por lo tanto, la Cámara ha demostrado que esa gran renovación ha sido negativa más que positiva. Hemos visto penosos espectáculos y penosas técnicas legislativas, así que yo creo que en esto hay ambiciones muy personales que han obligado a que este proyecto se discuta ahora.
Yo realmente lo lamento porque claramente hoy día la urgencia la está teniendo la gente, hay hambre, hay necesidades enormes, y el Congreso está debatiendo algo político para las próximas elecciones. O sea, no entendemos absolutamente nada.
¿Entonces para usted esto debiese ser zanjado por un órgano externo al Congreso Nacional?
Yo he insistido en que esto se tome en la nueva Constitución, con los nuevos constituyentes, que es lo que debiera ser. Porque probablemente no tengamos Senado en una fecha muy próxima, capaz que la nueva Constitución establezca un Congreso unicameral y no bicameral. Capaz que los constituyentes piensen que lo mejor es que no haya reelección, que sea por una única vez o que sea limitada como lo es en la gran mayoría de los países del mundo.
Entonces, en su opinión, ¿cuál sería el objetivo de que este proyecto se tramite con la rapidez que han exigido algunos parlamentarios?
Es adelantarse para que esto no lo hagan los constituyentes, sino que quede zanjado ahora, para asegurarse sus próximas elecciones en un año y medio más. Y han querido colocar algunos símbolos, como que hay personas que se niegan a discutirlo. Le repito, yo hice el proyecto el año 2012 en esta materia, yo no me niego a discutir el límite de la reelección…
¿Y cuál será su postura frente la retroactividad? Algunos senadores ya han planteado que se inhabilitarán de la votación por ser incumbentes…
Es lo que han pedido algunos, pero hay un enredo. Todos somos incumbentes, todos, y eso es lo grave en esto. Esto debiera verlo otra instancia, debiera verlo una Asamblea Constituyente. Esto no debiéramos verlo nosotros y yo no puedo votarme en contra o a favor siendo incumbente. Yo prefiero abstenerme en la retroactividad y sí votar a favor del proyecto, porque creo que es necesario avanzar en un límite a las reelecciones, pero con un proyecto bien hecho.