Este jueves llega a las librerías francesas una nueva traducción de Lo que el viento se llevó, el fresco intemporal sobre el amor y la guerra que cuenta la historia de Scarlett O’Hara, hija de ricos terratenientes sureños que verán su mundo derrumbarse con la Guerra Civil estadounidense.
Publicada en Francia en dos volúmenes (720 páginas cada uno, 13 euros), en formato de bolsillo, por las ediciones Gallmeister, esta nueva versión requirió un año de trabajo e investigación por parte de la traductora Josette Chicheportiche, que tuvo la difícil tarea de revisar una obra soberbia y extravagante (30 millones de ejemplares vendidos en 30 idiomas), pero que también resulta hoy terriblemente anticuada y escandalosa en su forma de describir las relaciones raciales en el Sur esclavista.
La nueva publicación busca apegarse más a la versión original y, sobre todo, echa por tierra la decisión del traductor anterior Pierre-François Caillé (1907-1979), que había optado por hacer hablar a los negros de la plantación de manera caricaturesca, sustituyendo notablemente los sonidos “r” por un apóstrofe.
El lanzamiento de esta nueva traducción coincide con la controversia en Estados Unidos a raíz de la decisión de la plataforma HBO Max de retirar de su catálogo la versión cinematográfica de Lo que el viento se llevó, en medio de las protestas antirracistas desatadas por el homicidio de George Floyd.
Entretanto y, como efecto colateral, la adaptación al cine de la novela de Margaret Mitchell trepó al número uno de ventas de Amazon en Estados Unidos.