En conversación con nuestro medio, el académico y coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, Claudio Nash, se refirió a las medidas de seguridad e inteligencia que el Gobierno ha estado promoviendo durante la pandemia.

“La pandemia ha generado un escenario de mayor concentración de poder, de una tendencia a limitar de una forma excesiva las libertades fundamentales y, en este escenario, en muchas partes hay discusiones sobre cuál es el límite de esto y cuán transitorio es. Esto es como los impuestos, los impuestos transitorios después se transforman en permanentes, la tentación de que las restricciones a las libertades que eran transitorias se transforman en permanentes es un debate que está, y ahí son fundamentales los otros poderes, como los congresos que controlan, como los poderes judiciales que ponen límites.

Siguiendo esta línea, Nash recordó lo compleja que es la situación en nuestro país, tomando en cuenta el contexto de crisis social que se vive desde octubre.

“El caso de Chile es más complicado, no debemos olvidar que la pandemia se da en un contexto de conflicto social que venía arrastrándose desde octubre. Si uno hace una lectura de las prioridades del Gobierno, el Gobierno tiene como una prioridad fundamental, y eso se ve en el tema de las urgencias, de avanzar en toda una infraestructura institucional que no es transitoria, es permanente, que está dirigida a la criminalización de la protesta social y hacia el perfeccionamiento de las formas de control de la ciudadanía bajo una lógica evidentemente autoritaria”.

Para argumentar lo anterior, el académico ejemplificó con algunos proyectos de ley incumbentes.

“Si uno lee en conjunto la Ley Antisaqueo, la Ley de Estatuto de la Policía, el proyecto de reforma constitucional sobre infraestructura crítica, el proyecto sobre la Agencia Nacional de Inteligencia, el proyecto de cooperación con la Corte Penal Internacional que también pone límites, las reglas dictada en febrero sobre la forma de actuación de las Fuerzas Armadas en estado de excepción, el convenio entre la ANI y el Sename. Si uno hace una lectura en conjunto, lo que hay es un avance muy ordenado y claro hacia un Estado mucho más policial del que tenemos, con mucho mas control de la ciudadanía y con un tremendo peligro de politización de las FF.AA. y Carabineros”.

“La tendencia que uno puede ver en Chile -que tenemos que parar ahora- es una tendencia a una construcción, dentro del contexto democrático, es ir hacia un Estado autoritario muy potente”, concluyó Claudio Nash.