Una disminución en la movilidad de la ciudadanía, de un promedio de 3,2 salidas a la semana hacia fines de abril cuando se utilizó el concepto de “nueva normalidad”, a 2,2 a mediados de junio, relacionada a la extensión de las cuarentenas en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, y un alto porcentaje de encuestados que aún siguen yendo a trabajar (33,1%), son parte de los resultados que arrojó un nuevo reporte del Monitoreo MOVID-19 liderado por el Colegio Médico y la Universidad de Chile.
El estudio concluye que el aumento sostenido de contagios puede explicarse por la falta de limitación de la movilidad, que en promedio llega a 2,68 salidas por semana, y da cuenta del aumento de los riesgos de contagio o de transformarse en casos sospechoso luego de una mayor frecuencia de salidas o de recibir visitas.
Por esa razón, el informe entregado a la Mesa Social COVID-19 propone facilitar las medidas sociales para evitar las salidas del hogar, en especial, para las personas mas vulnerables, ya que el informe da cuenta de que las personas de menor nivel educacional tienen mayor circulación por razones laborales. Por otra parte, pide aumentar medidas para disminuir portabilidad de contagios en el trasporte público, que es una fuente importante de expansión de la enfermedad, regular de forma estricta los permisos de tránsito y mantener el rol clave en la comunicación de riesgo.
El doctor Cristóbal Cuadrado, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y Secretario Técnico del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del COLMED, indicó que “analizamos la evolución de la movilidad a lo largo de la pandemia, utilizando datos individuales que permiten comprender de mejor manera las razones y patrones por los cuales esta saliendo la población”.
El investigador agregó que “es evidente que las personas de mayor nivel socioeconómico que se pueden adaptar al teletrabajo o a comprar por Internet salen menos a lo largo de la pandemia. Esto evidencia una mayor precariedad para personas sin educación profesional, asimetrías para acceder a funciones no presenciales y múltiples otras barreras para disminuirla movilidad, intensificando las inequidades de disminuir los contagios para si mismo y personas más cercanas según nivel socioeconómico”.
La profesora María Paz Bertoglia, parte del equipo investigador MOVID-19 y académica de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, comentó que “el aumento de casos de COVID-19 en Chile en parte se explica por las dificultades para disminuir la movilidad de las personas. En promedio, cada persona sale 2,7 veces por semana de sus hogares, aunque, mostrando una tendencia a la baja. Además, quienes más salen y usan el transporte público son las personas con menor nivel educacional. Analizamos los síntomas sospechosos de COVID-19 una semana después de la salida del hogar y los riesgos de tener riesgo de contagio en el transporte público crece en un 14% de aumento relativo; las a comprar elevan un 9% y las a trabajar un 4%”.
Entre los principales datos recogidos por el nuevo informe MOVID-19 está que durante junio se redujo un 31,2% las salidas en general en el país y un 40,9% en la Región Metropolitana. Asimismo, revela que tanto la frecuencia de las salidas a trabajar, como el uso del transporte público, están claramente vinculados al nivel educacional de las personas.
De acuerdo con el estudio, el 66% de las salidas reportadas por los participantes están vinculadas a realizar compras y trámites; el 18% corresponden a salidas a trabajar; 8%, para visitar a otras personas. De ellas, el 4% de las salidas implican la utilización del transporte público.
El Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas COVID-19 en Chile (MOVID-19) es un esfuerzo colaborativo entre la Universidad de Chile, el Colegio Médico de Chile y otras instituciones académicas tales como la Universidad Diego Portales, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad San Sebastián y la Universidad Central. Ha contado con la participación de 48.250 personas de 326 comunas del país.