Comunidades por salud de presos mapuche en huelga de hambre: “Así como vamos, lo más probable es un desenlace fatal”

La vocera del machi Celestino Córdova, Giovana Tafilo, comentó que tanto la situación de él como de los presos de Angol es muy compleja, con bajas de peso entre los 19 y 22 kilos.

La vocera del machi Celestino Córdova, Giovana Tafilo, comentó que tanto la situación de él como de los presos de Angol es muy compleja, con bajas de peso entre los 19 y 22 kilos.

Desde hace ya 60 días que ocho comuneros mapuche se mantienen en huelga de hambre en el Centro Penitenciario de Angol, a quienes se suma el machi Celestino Córdova en el Centro Penitenciario de Temuco.  La medida de presión busca que las autoridades realicen un cambio de medidas cautelares y permitan su cumplimiento en las comunidades, respetando el Convenio 169 de la OIT en materia de pueblos indígenas. En tanto, el machi solicita volver su rehue, por la espiritualidad que se requiere por su rol en las comunidades.

Respecto de la salud de los presos mapuche, se sabe que al menos dos están en condiciones muy complicadas, imposibilitados de levantarse.

Giovana Tafilo, vocera del machi Celestino Córdova, comentó que en su caso la situación de salud es muy difícil, teniendo mareos, desmayos, caídas y bradicardia, algo que no se distancia de lo que se vive en Angol.

“Lo que sabemos es que al igual que el Machi, los presos de Angol están con mareos, con vómitos, dolor de cabeza, de cuerpo, y antes de ayer los visitó el médico y como se ha dicho a través de redes sociales, están muy complicados. La baja de peso del Machi ha sido de 19,5 kilos y de los lamienes de Angol entre 20 y 22 kilos, por lo tanto, es de gravedad la situación de todos ellos”, comentó Tafilo.

Además, añadió que “así como se les da la posibilidad de cumplir en su casa al asesino de Camilo Catrillanca, y a unos cuantos más, ¿por qué a nuestra gente no?¿por qué ese nivel de racismo y de discriminación? Existen convenios internacionales de protección de los pueblos originarios, de protección de los pueblos indígenas que no se están aplicando, como el Convenio 169”.

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Machi Celestino Córdova.

Por otra parte, Giovana Tafilo destacó que de los presos de Angol, seis están detenidos por medidas cautelares, sin tener condena por ahora, razón por la que creen hay una negación a dejarlos cumplir el aislamiento en sus comunidades. “Así como pasa con la gente del estallido social, está pasando con nuestra gente, que la están dejando presa y que cumpla mucho tiempo antes de salir, porque al final saldrán inocentes”.

Asimismo, comentó que el hecho de que esto no se haya solucionado a pesar del avance de la huelga de hambre y del deterioro de la salud de los presos y el Machi, es porque existe una negación de dialogar por parte del Gobierno.

“El pueblo mapuche le molesta al Estado chileno. El pueblo mapuche es parlante, le gusta hablar, conversar, sentarse a dialogar y el Estado chileno viene y pone la bota encima, viene y nos militariza el territorio. O más bien, ahora se sacaron la careta y lo hacen públicamente, pero el territorio ancestral mapuche hace mucho rato que está militarizado”, comentó Tafilo.

Por otra parte, durante esta jornada el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos anunció el inicio de diálogos interculturales y religiosos para revisar la normativa penitenciaria.

“La metodología de trabajo será sostener encuentros semanales durante dos meses, que comenzarán la próxima semana, donde se desarrollará un diálogo abierto con actores institucionales vinculados a las temáticas señaladas, así como se oirá a organismos internacionales e intervinientes en el sistema penitenciario”, indicaron a través de un comunicado.

A los diálogos serán convocados los miembros de  la Comisión de Derechos Humanos y Pueblos Originarios de la Cámara de Diputados, representantes del Centro de Interculturalidad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile;  de la Asociación del Diálogo Interreligioso para el Desarrollo Humanos (ADIR); de distintos credos (capellanía católica y evangélica) y pueblos originarios; representantes del Instituto de Sociología de la Universidad Católica, junto a personeros del Instituto Nacional de Derechos Humanos,  del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y del Colegio Médico.

“Los cambios que vivimos en estos tiempos, obligan a transformar también nuestras instituciones. Por eso hoy llamamos a un diálogo intercultural y religioso, para cambiar la normativa que rige en los establecimientos penitenciarios, de manera que los pueblos originarios y las personas que tienen distintas creencias religiosas, puedan encontrar mientras están privados de libertad, el espacio y la oportunidad para hacer valer sus costumbres, su cosmovisión, sus ritos, su manera de practicar sus creencias, y así poder desarrollarse con plena libertad“, dijo al respecto el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín.

Sobre estos diálogos, Giovana Tafilo señaló que la idea se gestó hace cerca de dos años justamente a partir de otra huelga de hambre, y que hoy la necesidad de resolver la situación es urgente y no se puede esperar dos meses de conversaciones.

“Hoy día estamos contra el tiempo, nuestra gente se está muriendo, y ellos, el Estado, el Gobierno de Chile tiene la vida de nuestra gente en sus manos, la vida del Machi en sus manos, la vida de los lamienes de Angol en sus manos. Depende absolutamente de ellos lo que pase hoy día y cuál sea el desenlace. Y, así como vamos, lo más probable es un desenlace fatal. No quiero ni pensar en que eso ocurra porque sería muy terrible para el pueblo mapuche si una autoridad espiritual mapuche muere en la cárcel, porque el Machi no se va bajar de la huelga de hambre”, concluyó.





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