Fue una votación histórica, la aprobación, por parte del Congreso, del retiro voluntario del diez por ciento de las pensiones, fue un duro golpe para el Gobierno que, pese a la promulgación de la iniciativa, se opuso férreamente desde un primer momento.
La modificación constitucional provino desde la Federación Regionalista Verde Social, y una de sus impulsoras, la diputada Alejandra Sepúlveda, valoró a quienes apoyaron la normativa, sobre todo a quienes pertenecen a las filas del oficialismo.
Por otra parte, y ante las críticas de algunos parlamentarios y economistas sobre que la norma es mala, Sepúlveda reconoció que la medida no es de todo su gusto, pero que, ante la crisis sanitaria, social y económica, y ante el mal manejo del Gobierno, es absolutamente necesaria.
“Esto es una solución que a lo mejor no nos gusta, es cierto, pero es una solución rápida, eficiente, y que yo creo que tiene aristas con las cuales podemos controlar el si las AFP hacen las cosas bien. Vamos a estar fiscalizando para que esto ocurra”.
Además, la parlamentaria reafirmó su postura de cambiar de raíz el sistema previsional chileno y terminar con las AFP. En su lugar, abogó por un sistema de reparto.
Sobre lo que significa esta nueva derrota para el Ejecutivo y sobre el devenir del mismo, la legisladora sostuvo la tónica de su gestión han sido los errores, y si no rectifica, el Presidente se quedará más solo de lo que ya está.
“Yo creo que el Presidente ha cometido una y otra y otra equivocación, y está escuchando solo a unos pocos sectores y no conectándose con lo que le está pasando a la ciudadanía, yo creo que ese es su grave error. A partir de la votación en el Congreso, ojalá el Presidente vea bien, entienda bien y pueda comprender las complicaciones que tiene su Gobierno, y que entienda que tiene que rectificar, porque si no rectifica, creo que la cosa se viene muy, muy complicada para el Gobierno y, en especial, para Sebastián Piñera. El Presidente se está quedando muy, muy solo”.
En ese sentido, Sepúlveda tildó al Gobierno como excesivamente débil y víctima de sus propios sesgos.