Casi después de seis meses desde su inscripción formal en el Servel, este lunes el partido Fuerza Común hizo oficial su ingreso al Frente Amplio, esto luego de una consulta interna realizada este fin de semana y en la que participaron casi el 40 por ciento de sus integrantes.
Para el líder de dicho partido, Fernando Atria, se trata de la confirmación “clara y categórica” respecto de la propuesta que les hizo la coalición opositora, y que se da también ad portas del inicio de la campaña por el plebiscito constitucional.
Esta incorporación, según manifestó Atria en conversación con nuestro medio, termina por consolidar los objetivos del partido relacionados con su participación en el próximo proceso constituyente, y tratar de ser allí mismo una carta de representación para la ciudadanía no identificada con los partidos tradicionales.
Ante esto, para el abogado constitucionalista, lograr una convergencia de las fuerzas opositoras de cara a dicho proceso es de menor importancia en comparación a la forma en la que pretenden afrontar ya las próximas elecciones para el eventual órgano constitucional, y en la que, como partido, deberán defender la idea de una nueva Constitución.
“Es importante que las fuerzas del apruebo logren presentarse a esa elección de un modo que eviten una fragmentación que puede tener resultados catastróficos. Esa va a ser una discusión que va a empezar el día siguiente al plebiscito y allí Fuerza Común se va a sumar abogando por una convergencia, lo más amplia posible, que responda en su dimensión más dura a una visión de la nueva Constitución, pero en su visión más amplia a la necesidad de acabar con la cultura política que está representada en los últimos 30 años”, explicó.
Nacidos como una consecuencia del estallido social de octubre de 2018, además de la salida de Fernando Atria del Partido Socialista, la atención en los territorios es quizás la virtud más grande que se tiene en dicho partido. Al respecto, según el abogado constitucionalista, se mantendrá el énfasis en dicha línea y que, además, será clave para buscar la conexión entre las demandas sociales y la nueva Constitución.
“No quiero arrogarme ninguna mayor representación de los territorios para Fuerza Común que el resto. Con las otras fuerzas que tengan representación y participación territorial actuaremos mancomunadamente, pero claro, a nosotros nos interesa eso especialmente porque creemos que la nueva política tiene que ser una política que restablezca y repare el vínculo que ha quedado totalmente cortado hoy entre la sociedad y la política institucional”, señaló.
Asimismo, el también académico de la Universidad de Chile se refirió al rol que ha jugado la oposición en su conjunto en los últimos meses, y las lecciones que se pueden sacar a partir de eso para intentar hacerle frente a la derecha en las próximas elecciones presidenciales.
“Creo que la convergencia no se produce por la capacidad o habilidad negociadora de la directiva de los partidos políticos o jefes de bancada, se produce en la medida en que la política institucional entiende que su función es articular y canalizar demandas que vienen de la sociedad, porque el poder para realizar las transformaciones que necesitamos es un poder que está en la sociedad”, manifestó.
Así, agregó, “en la medida en que la política democrática asume una función de canalización y articulación de esas demandas, de modo tal que la sociedad ve sus demandas canalizadas, se crea un espacio para el surgimiento de una fuerza política que sea capaz de llegar a la presidencia, pero no solo eso, sino de hacer una transformación que Chile necesita”.
Esto, según Atria, ha sido la principal lección que se pudo sacar de sucesos como la aprobación del retiro de fondos previsionales y que debería ponerse en práctica, a priori, en el proceso constituyente. Según su reflexión, el éxito de la convención constituyente va a pasar directamente por la atención que se le ponga a la discusión informal que continuará en el país durante los próximos años, en las plazas, cabildos, sindicatos, etc.