Según las últimas cifras económicas informadas por el Banco Central, el producto interno bruto de nuestro país evidenció una caída de un 14,1% interanual en el segundo trimestre de este año.
Si bien se trata del peor registro desde la crisis de los 80, la actividad económica ha repuntado en los últimos días dado el consumo interno originado por la liquidez que las personas obtuvieron al hacer retiro del 10 por ciento de sus ahorros previsionales.
Para analizar éste y otros asuntos de orden económico, Radio Universidad de Chile conversó con el economista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de nuestra casa de estudios, Manuel Agosín.
Respecto de cómo la crisis no solo obliga a resolver un problema, sino que nos hace construir un nuevo futuro, el ex decano de la FEN expresó que ha expuesto en distintas reuniones sobre cómo Chile no enfrenta solo una situación crítica, sino que son cuatro a la vez.
“La chilena es una crisis bien particular y muy seria, por una parte tenemos la crisis social que se arrastraba hace mucho tiempo, y que hizo eclosión el 18 de octubre. Allí se expresaron un montón de reclamos en contra del sistema económico y de la autoridad, sin liderazgos a la cabeza, sino simplemente una ciudadanía que se hartó. Luego tenemos una crisis sanitaria terrible que nos golpeó de una forma que nunca esperamos y que, es completamente inédita para nosotros. A eso se suma la crisis económica, el Imacec más reciente muestra una caída brutal en el producto chileno y el desempleo supera los 2 millones de personas a pesar de las medidas del Gobierno. Finalmente tenemos la crisis política en que no hay institución que haya quedado parada, ni el Gobierno, ni el Parlamento, ni la Iglesia, ni los Carabineros, aunque junto el Ejército han recuperado algo de su capital social en los últimos días por la colaboración con las autoridades sanitarias”, reflexionó el Ph.D. en Economía de la Universidad de Columbia.
“Podemos caer en un hoyo que nos va retrasar 50 años, hay que pensar el futuro desde ya y deben surgir nuevos liderazgos. Esta división de izquierda y derecha, o el concepto de centroizquierda o centroderecha que se usa porque a nadie le gustan los extremos, todo eso debe desaparecer, estamos todos juntos y no hay divisiones entre los chilenos”, agregó.
Consultado por las formulas para conciliar la economía con la flexibilidad de la actualidad, el ex decano se refirió al retiro del 10% y sus consecuencias en la reactivación económica.
“Sigo pensando que es una mala idea y que el responsable de que haya surgido esta iniciativa es el propio Gobierno, porque el Congreso aprobó al Ejecutivo un fondo de doce mil millones de dólares para apoyar a la ciudadanía, y eso se debió usar con mayor agilidad y arrojo. En lugar de decir que iba a ir dando de a poco a los que estaban inscritos en el registro social de hogares, debió considerar también a la gente de clase media que perdió su trabajo y sin posibilidad de acogerse a los planes de emergencia. En este momento hay que olvidarse de la focalización, todos estamos mal, algunos logran trabajar desde su casa y se les ha mantenido el sueldo, pero otros que no y no sé cómo lo están haciendo. Es una cosa dramática y ante un Gobierno que empieza repartir chauchas, la gente mira su cartola de la AFP y dice ‘aquí tengo 35 millones, ¿cómo no voy a poder sacar algo para poder comer?”
Agosin explicó que los números efectivamente demuestran una disminución de la pobreza desde los años 90 a la actualidad y señaló que los expertos y académicos se concentran en ellos, ignorando la realidad social.
“Los profesores y expertos vivimos todos de Plaza Italia hacia arriba, la pobreza para nosotros son nuestros funcionarios y ellos tienen su auto y su casa. Pero tenemos bolsones de pobreza que se van a agudizar mucho y la clase media nuestra es muy frágil, cualquier perturbación negativa como la que estamos viviendo, los devuelve a la pobreza. Los economistas debemos pensar en eso y la recuperación la enfoco en superar la crisis económica trabajando la crisis social. Hay que poner todos los esfuerzos en superar la crisis social porque eso dará más ingresos a la gente y habrá más poder adquisitivo”.
Consultado de dónde salen los recursos para enfrentar tal crisis, el economista se refirió a la recaudación tributaria chilena y cómo ésta no le permitirá alcanzar el estatus de país desarrollado.
“Los países que tienen buena protección social tienen una recaudación del 40 o 50% y entregan buenos servicios de salud, educación, vivienda y seguridad social a sus habitantes. Nosotros no podemos aspirara a eso con un 20%. Hay que hacer una nueva reforma tributaria una vez superada la crisis: una reforma hoy sería un error tremendo. Hay que gastarse los doce mil millones ya sea recurriendo a los fondos soberanos y endeudarnos internacionalmente para superar este trance”.
“La Reforma Tributaria se necesita para llevar el gasto público a un nivel mucho más alto del que estamos actualmente. No creo que haya que hacerlo de golpe, mi propuesta es que, una vez superada la pandemia, y en un periodo de 5 a 10 años trabajar en una reforma tributaria que nos lleve a un 30% del PIB. Eso no implica que se frene el crecimiento económico porque no estamos hablando una carga tributaria espantosa y se va a gastar en infraestructura, en vivienda y muchas cosas que crean empleo y mayor tributación. La clase empresarial está bastante más abierta hoy a ese tema, hay una sensibilidad social que les ayudará a los propios empresarios a sobrevivir y a mejorar la capacidad empresarial”.
“Tener un país más cohesionado donde la gente se sienta identificada con la empresa en que trabaja lleva a ese nuevo concepto de capital social en el que el entendimiento de grupos con intereses distintos es siempre mejor que la disputa entre personas con intereses distintos. Eso mejora la capacidad de la economía para satisfacer las necesidades de todos. Si se le paga sueldos de miseria a la gente, no cabe duda que serán muy hostiles al empleador y si se pagan sueldos razonables y se les retribuye por su buen desempeño, esa gente será aliada de la empresa y mejorará las utilidades”, concluyó el especialista en Economía Internacional, Macroeconomía y Desarrollo Económico.