En la mañana de este miércoles 2 de septiembre, el hashtag #JeNeSuisPasCharlie (Yo soy Charlie Hebdo), se había izado a la principal tendencia de Twitter en Francia, coincidiendo con la apertura del juicio por los atentados de enero de 2015 contra el semanario satírico y el supermercado de productos kósher, que dejaron 17 muertos.
¿Ha decaído el apoyo a Charlie Hebdo en un lustro? Para saber cómo había evolucionado hasta hoy la opinión de los franceses sobre lo que simboliza la publicación satírica, la libertad de expresión o la crítica de la religión, la publicación encargó una encuesta al instituto Ifop.
La primera enseñanza sobre el sondeo es que “la opinión de los franceses sobre el derecho a la caricatura de las figuras religiosas ha evolucionado en detrimento de las posturas de las organizaciones musulmanas que, en su momento, demandaron a los medios de comunicación por publicar caricaturas del profeta musulmán: el 59% de los franceses considera que los periódicos tenían ‘derecho’ a publicar este tipo de caricaturas ‘en nombre de la libertad de expresión’, mientras que, en febrero de 2006, sólo una minoría de franceses compartía esta opinión (38%)”.
Numéro spécial : Tout ça pour ça.
Retrouvez :
👉 Un florilège des charognards du 7 janvier 2015
👉 Procès : la parole aux familles
👉 Sondage exclusif @IfopOpinion : la liberté d’expression c’est important, mais…Disponible dès demain ! pic.twitter.com/NyiTmva6Kr
— Charlie Hebdo (@Charlie_Hebdo_) September 1, 2020
Este sentir debe sin embargo se matizado, apunta la encuestadora. “La idea de que los periódicos estaban ‘equivocados’ sigue estando muy extendida entre los musulmanes (69%) y especialmente entre los jóvenes menores de 25 años (74%), lo que podría, a largo plazo, cambiar aún más la opinión sobre el tema”.
Jóvenes más reservados
La edad parece ser también determinante en cuanto a la opinión. La libertad de expresión a la hora de criticar la religión es más valorada por los mayores, mientras los jóvenes se muestran más reservados.
“Los franceses están demostrando ser cada vez menos comprensivos de la indignación que despierta este tipo de publicación: sólo el 29% de ellos comparte esta indignación, frente al 36% en febrero de 2006. Pero también aquí los jóvenes se distinguen del resto de la población por una posición mucho más ‘comprensiva”’ ante la indignación que suscitan este tipo de dibujos: la mitad de los menores de 25 años (47%, frente al 23% de los mayores de 35 años) comparten esta indignación”, subraya el sondeo.
Esta tendencia ya aparecía en otra encuesta publicada en febrero de este año por Ifop para Charlie Hebdo. Allí, “sólo el 50% de los franceses interrogados se mostraron favorables a ‘este derecho de criticar, incluso de manera escandalosa, una creencia religiosa, un símbolo o un dogma’. La mitad está en contra, especialmente los más jóvenes, musulmanes y protestantes.
La irreverencia y la crítica de la religión pertenecen a una larga tradición francesa. Francia fue la primera nación de Europa en abolir el delito de blasfemia después de la Revolución de 1789. La “ley de Pleven” de 1972 especifica que no se puede insultar a una persona o a un grupo de personas por su afiliación religiosa. Pero insultar a las religiones o a un dios sigue siendo posible.
En una visita a Beirut, el presidente Emmanuel Macron defendió el martes por la noche “la libertad de blasfemar” en Francia, “que está ligada a la libertad de conciencia”. “Mañana [por este miércoles], todos tendremos un pensamiento para los hombres y mujeres cobardemente asesinados”, añadió.