Ni un repartidor menos, la Asociación de Trabajadores de Plataformas o Globers, son nombres de tres iniciativas latinoamericanas (México, Argentina y Ecuador, respectivamente) que han tomado fuerza este año, y que pretenden terminar con el difuso vínculo planteado por las empresas de aplicaciones móviles, para finalmente ser reconocidos como lo que son realmente: trabajadores.
Lejos ya del heroísmo con el que se les pretendió denominar al inicio de la pandemia, estos seis meses han sido complejos para este tipo de trabajadores sobre todo en este lado del mundo.
En Chile, por ejemplo, aunque las primeras organizaciones de repartidores tienen su origen aproximadamente hace dos años, en estos últimos meses han cobrado visibilidad por las movilizaciones realizadas y que, en su punto más álgido, llegó a congregar a 253 repartidores.
La demanda
Producto de esto, la aplicación Pedidos Ya, según consignó este medio en abril de este año, desvinculó arbitrariamente a 42 trabajadores, quienes posteriormente decidieron agruparse bajo el nombre de Riders Unidos Ya, y emprender una demanda colectiva que podría ser histórica en Chile.
Así lo manifestó en conversación con nuestro medio, el vocero de dicha organización, Juan Pedro Pya, reiterando, además, que “en otros países se ha provisto apoyo a las personas que trabajan en plataformas, pero en Chile y en Latinoamérica, la precariedad ha sido absoluta. No hay ningún tipo de respaldo, no hay leyes ni recomendaciones, por eso para nosotros es histórico esto. Pedidos Ya nos ha hecho una carrera del bandido que es digna de destacar, no se presentan a tribunales ni aceptan notificaciones”.
Asesorados por la Central Unitaria de Trabajadores, esta agrupación pretendía sentar las bases para la conformación de un sindicato oficial de trabajadores de este tipo, un anhelo que no pudo concretarse de esa forma, dado que ya no son parte de la empresa mencionada, además de no existir ningún tipo de regulación al respecto.
“Luego del juicio, la CUT empezó a trabajar en una idea que era crear una zona de protección para que a nadie más le pase el tren por encima. Esta zona se llama mancomunal.cl, que es un proyecto para hacer que se afilien la mayor cantidad de riders de Arica a Punta Arenas, para que cuando les ocurra algo, sientan sin temor alguno un apoyo jurídico y serio de personas que protegen sus intereses”, asegura Pya.
Sin protección social
Sin embargo, la indemnización que se busca con el juicio es solo el puntapié inicial de las demandas de los repartidores. Así, para el encargado de la secretaria de empleo y trabajo independiente de la CUT, Marco Canales, lo que se busca es el reconocimiento absoluto de este tipo de trabajadores en la legislación actual.
“Sus demandas particulares van desde la falta de seguridad social para ellos; no tienen acceso a salud, previsión, ni siquiera a que alguien responda cuando sufren algún tipo de accidente laboral de reparto. Hemos estado elevando a través del Parlamento la posibilidad de que exista también una modificación legal que transforme e incluya también en el Código del Trabajo a los trabajadores que están bajo este sistema”, explicó en conversación con nuestro medio.
Esta semana, la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados comenzó con la discusión del proyecto de la oposición respecto de este tema, denominado Mi jefe es una app, iniciativa que a través del diputado Giorgio Jackson ya ha tomado contacto con Riders Unidos. No obstante, desde el oficialismo, el senador Manuel José Ossandón lidera una moción similar, y que la agrupación, sin apegarse a algún color político, también ha decidido apoyar.
Sin embargo, para el investigador de la Fundación Fiel (entidad perteneciente a la CUT y que asesora a la agrupación de repartidores mencionada), Felibre Labra, ninguna de estas dos iniciativas tiene una relación directa con la demanda que sigue en curso y que, de ser favorable para los trabajadores, marcaría un hito al respecto.
“No es primera vez que se demanda a una de estas aplicaciones en Chile. Hemos registrado demandas a Globo en el año 2018 y 2019, como a Pedidos Ya en el mismo período. Pero en este caso, la gran diferencia es que esta es colectiva y en lo medular se acusa de prácticas antisindicales, ya que la plataforma, luego de haber hecho un cambio en las condiciones, lleva a los repartidores a movilizarse el 28 de abril y al día siguiente, cuando llegaron a la oficina de Pedidos Ya en Apoquindo 3000, fueron bloqueados en sus cuentas”, explicó Labra.
Muy por el contrario del apoyo político, Labra asegura que el tema ha despertado sumo interés desde el mundo de la academia, llevando a muchos investigadores nacionales a profundizar en aspectos puntuales de este tipo de casos.
El caso europeo, por ejemplo, viene siendo observado desde este bloque del mundo, dado que, en países como Austria o Noruega, grupos de repartidores han logrado negociar colectivamente con las empresas. No obstante, esto mismo, según recalcó Labra, también exige poder repensar el sistema de seguridad social, y que ha sido un factor determinante para que en estos países las paralizaciones puedan realizarse de forma efectiva.