Martín ‘Acertijo’ García: descifrando al campeón nacional de freestyle

Fue parte del podio en las dos últimas ediciones de la Batalla de los Gallos de Red Bull, y la del 2020 era su tercer intento. Para muchos, no es casualidad que Acertijo se haya coronado campeón este año; con 25 años, un corte en la cara y unos cuantos títulos en su carrera, el rapero penquista representa una máxima que parece no encajar con la disciplina que practica: que para perfeccionar al freestyle también hay que estudiarlo.

Fue parte del podio en las dos últimas ediciones de la Batalla de los Gallos de Red Bull, y la del 2020 era su tercer intento. Para muchos, no es casualidad que Acertijo se haya coronado campeón este año; con 25 años, un corte en la cara y unos cuantos títulos en su carrera, el rapero penquista representa una máxima que parece no encajar con la disciplina que practica: que para perfeccionar al freestyle también hay que estudiarlo.

El día en que Acertijo se coronó campeón de la Red Bull Batalla de los Gallos, el conductor del evento, Sergio Lagos, cerró la transmisión repitiendo: “El que le cortó la cara nunca supo que lo haría más fuerte”.

Martín García tiene un tajo suturado que le recuerda el paso de un cuchillo desde la oreja derecha hasta llegar a los labios. El año en que se lo hicieron, el rapero penquista también se consagró campeón de la competencia de freestyle callejero más importante del país, la DEM Battles; de la BDM Nacional; y consiguió clasificarse para la edición internacional de la misma BDM; a la Red Bull nacional; y a la primera edición de FMS, la liga de freestyle más importante del mundo, una suerte de campeonato de fútbol local y que arribaría por primera vez en Chile en 2019.

Los seguidores de Acertijo no demoraron en lapidar la frase que soltó Lagos en televisión abierta. Pero a Martín no le molesta hablar de eso. Hace algunos meses nada más, en el que quizás fue el último evento de freestyle con presencia de público -la FMS Internacional de Perú-, Acertijo utilizó su minuto de presentación para recodar el episodio y repitió algo como: “En mi propio barrio me quisieron atracar / me cortaron toa’ la cara por robarme un celular / y ahora estoy aquí en Perú haciendo el sueño realidad”.

El freestyle como deporte

Hay dos reflexiones que podrían inferirse de una frase soltada por inercia encima de una instrumental sampleada y con cortes marcados por un bombo. La primera es que, según el propio Acertijo, su seguridad jamás podría volver a estar sujeta a su apariencia y tendría que buscar nuevos asideros. A partir de eso, por ejemplo, y además de todo el palmarés que cosechó ese año, Martín decidió dejar definitivamente el otro A.K.A con el que rapeaba, y convirtió literalmente polvo en lo que hoy es oro, o más bien una marca: Skombro por Acertijo.

Lo otro es que sí, rapear, y sobre todo vivir de aquello, es hoy quizás más que nunca un sueño de miles, y explicarlo requiere necesariamente hablar de freestyle, de la Batalla de los Gallos, de Red Bull y de su llegada por primera vez a la pantalla chica.

La situación, sobre todo en un continente como el sudamericano, se asemeja mucho a las lógicas con las funciona el fútbol aquí mismo. Tomás ‘Cayu’ Gutiérrez, el host principal de las batallas de gallos en Chile, había declarado hace algunos meses que la disciplina como tal está viviendo un proceso de “futbolización”, lo cual abarca desde la actitud de las hinchadas hasta su rol como movilizador social. Y la misma Urban Rooster, la empresa española creadora de la liga FMS, contrató hace no mucho a un psicólogo deportivo cuya función es mejorar el rendimiento de los competidores tanto de España como de Latinoamérica, partiendo de la premisa de que el freestyle, tal cual sucede con otras disciplinas, requiere mucho de talento, pero también de habilidades que se pueden estudiar, entrenar y perfeccionar.

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El “método Acertijo”

Martín ‘Acertijo’ García es quizás el mejor ejemplo de esto. Con un año donde las competencias de rap estuvieron paralizadas al menos por unos cuatro meses, es notoria la falta de “forma” en la que están los participantes. Pero Acertijo dice haber estado aprovechando bien la cuarentena. A solo dos puntos de distancia con el campeón, Teorema, la FMS del año pasado, dice, es una espina que le obligó a replantear sus “estrategias en las batallas”, y que lejos de consolidarse plenamente en la actual liga, le llevaron a dar la estocada en un torneo donde probablemente no era el favorito. Pero ya a nadie le quedan dudas, Acertijo se lo merecía.

Francisca Cortés, la fotógrafa oficial de DEM Battles y probablemente quien más ha documentado este fenómeno en el país, asegura exactamente esto último, pero agregando algo que Acertijo no dice y que se nota, que Martín “es un estudioso del freestyle.


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Esta vez tengo que admitir que no saqué la gran foto de la final de Red Bull, no pude. No pude porque mientras estaban haciendo la cuenta regresiva para decir quién era el ganador, recordé cada momento en donde compartí con Martín, lo vi tantas veces estudiando ,practicando puesta de escena , rapeando triple tempos, también cuando bajo del escenario con toda la adrenalina de haberlo dado todo en su batalla con Aczino en BDM gold o simplemente su lectura diaria en voz alta. Recordando esto se me caían las lagrimas, porque Martín su gran virtud es la perseverancia y este título se lo merecía ,todos sabíamos que algún día iba a llegar este día y llegó No saqué la gran foto porque en ese momento mi amigo había ganado la Red Bull batalla de los gallos y estaba más feliz que la ctm. Te quiero amigo . Gracias @playlatam por confiar en mi trabajo y dejarme registrar este momento, de darme espacios para compartir con los participantes y que cada vez más ese feeling que tengo con los K sea más bacan.✨

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Cuando se alojó en su casa en Concepción, esto previo a un evento de la crew de Acertijo, Parley, Francisca dice haber sido testigo de lo que bien podría ser llamado el “método Acertijo” en el freestyle. Desde lecturas en voz alta para mejorar la intensidad de la voz hasta prácticas con bases con doble y triple tempo, “Martín me intentó explicar su forma de estudio y me sorprendió bastante. Apuntaba en una hoja palabras nuevas y después intentaba conjugarlas con la base. Allí empecé a entender que el freestyle hay que estudiarlo, o por lo menos Martín lo estudia para ser bueno”.

Acertijo, o al menos la forma en la que él entiende al freestyle, es lo que en el fútbol sería equivalente a la estricta metodología alemana o quizás a la de esa Islandia de la Eurocopa 2016. Hay talento, es verdad, pero si acaso faltase, el trabajo y la constancia, pueden crearlo y hasta perfeccionarlo. La diferencia, claro, es que, en el fútbol este adiestramiento fastidia a veces, le quita magia y lo hace más predecible; sin embargo, en el freestyle termina dotándole de una complejidad sintáctica que lo aleja cada vez más del entretenimiento chabacano, volviéndolo inalcanzable para cualquiera que de niño se puso a rapear frente al espejo intentando encajar algunos golpes al ritmo de la base española de ‘Ternera Podrida’.

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Rumbo a la internacional

Con esta metodología, Acertijo incluso llegó a plantarle cara en 2018, al vigente campeón de la última Red Bull internacional, Mauricio ‘Aczino’ Hernández, en la edición BDM Deluxe. “Él es Aczino, campeón de BDM / yo soy Acertijo, el que cambia los papeles”, y entonces, levanta y arruga un papel que el host le había entregado como objeto sobre el cual debía improvisar y remata: “Esta es la historia de este rapero, esta es tu historia y al papelero”.

Cuando bajó de la tarima en esa batalla, Francisca Cortés dice que, lejos de la derrota contra el para muchos mejor freestyler de la historia, Acertijo quedó convencido de que su nivel podría llegar a una internacional, y desde ese año no paró de intentarlo en las nacionales de Red Bull. Eliminado por Pepe Grillo y por Jokker en las últimas ediciones, la competencia de 2020 no fue sencilla para el Acertijo. Stigma y El Menor, sus dos contendores en cuartos y semifinales, respectivamente, son nada menos que bestias y además rostros de lo que bien podría ser denominada la vieja y la nueva escuela del freestyle nacional.

Hay una cuota de suerte y hasta subjetividad en la decisión que entregan los jueces que califican esta disciplina, pero además, hay mucho de estrategia. “La batalla con Stigma era difícil por el relato que había”, dice Acertijo. “En Red Bull importa mucho el personaje, y Stigma era ese rapero que venía con rabia a vengarse en Red Bull donde salió campeón y donde ahora está de vuelta”.

“Sí, yo fui el que perdí con el Dtoke / y gracias a eso hoy puede tener pega todo tu lote”, lanza Stigma recordando su eliminación en semifinales de la Red Bull Internacional 2013 frente al campeón argentino. “Pero le falta disciplina, nosotros también sudamos en la tarima / Bnet en España, Dtoke en Argentina, se llama Stigma y todavía no cierra la herida”, responde Acertijo.

“Cuando vi a El Menor contra Jokker, me asusté, lo vi masacrarlo, pero mi objetivo ese día no fue ir a ganar, fue ir a disfrutar”, dice Acertijo sobre su batalla contra, literalmente, el menor de los participantes de la Red Bull de este año y cuyo desempeño venía siendo duramente criticado en la FMS nacional.

“¿Este es tu resurgimiento? Pero no hay público y esta paliza es de público conocimiento”, le lanza Acertijo, a instantes de abrazarlo y sellar por fin su pase a la final con la que tanto había soñado.

La ciencia del freestyle

En una actividad que congrega a millones en el mundo intentando alcanzar este podio, según el psicólogo deportivo de Urban Rooster, Martín Toribio, el talento no es suficiente. Hay una cuota de sacrificio y trabajo, también, y una puesta en escena, que incluye habilidades verbales y sobre todo no verbales que bien podrían entrenarse.

Está todo esto, pero también la capacidad para aprender a recibir los golpes, procesarlos, superarlos en milésimas de segundos, y contratacar de inmediato. “Una mentalidad negativa te hará que al mínimo golpe bajes los brazos y te des por perdido antes de empezar una batalla, ese es un componente clave en cualquier deporte”, asegura Toribio sobre un área del freestyle descuidada hasta no hace mucho, y que hoy cuestiona, por ejemplo, la participación desganada de El Menor en la liga de FMS, y que bien podría revertirse con sesiones profesionales de coaching o incluso con acondicionamiento físico adecuado.

Público freestyle.

“En una batalla de FMS que dura 30 minutos, la preparación física parece que no, pero tiene un impacto directo en el rendimiento. Si no tienes una buena forma quizás no vayas a rendir tan bien como pudieras. Al final, se trata de aspectos hormonales y bioquímica del cerebro, y que tengas buena forma física, va a hacer que esta bioquímica sea más adecuada y puedas mantener mejor atención”, remata el psicólogo.

Por supuesto, el freestyle está aún un tanto lejos de convertirse en un deporte oficialmente, una apuesta que, aunque tenga sus detractores, es factible siempre que exista primero una federación internacional que lo regule como tal, además de un reglamento cerrado y alejado de la subjetividad de los jueces de las batallas.

Mientras tanto, en Chile, el fenómeno que hoy tiene en Acertijo a su máximo exponente sorteó con éxito su primera prueba mediática, en una noche en la que, si de productos culturales se trata, compitió con el estreno online de la película dirigida por Rodrigo Sepúlveda, ‘Tengo miedo, torero’. Sin información de los niveles de rating alcanzados por la nacional de Red Bull, basta con haberle dado un vistazo a los trending topic de Twitter de esa noche para darse cuenta de que gran parte de la audiencia pareció dividirse entre estos dos acontecimientos.

“Si miramos hacia atrás, hace un par de años, solo había FMS España, luego surgió FMS Argentina, y actualmente está en Chile, México y Perú. Lo que está moviendo en base a visualizaciones, jóvenes queriendo ser raperos y acudiendo a los eventos es increíble, y es lindo que esté sucediendo porque no deja de ser un movimiento de libertad de expresión, y una herramienta que cualquier persona puede utilizar para expresar lo que lleve dentro”, dice el psicólogo Martín Toribio.

¿Y que llevaba Acertijo la noche en la que se convirtió en campeón nacional de Red Bull en su primera transmisión oficial en televisión abierta? Quizás una rabia contenida desde aquel día en el que recibió un corte en la cara, quizás sus horas de lectura en voz alta y sus prácticas extrañas con conjugaciones de palabras. Francisca Cortés dice que ni siquiera alcanzó a sacar una foto del momento en el que Acertijo es declarado ganador por los tres jueces de la Red Bull, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Martín solo se dejó caer al suelo de rodillas y hasta la voz le cambió de pronto. No hay cicatrices por estos golpes, se quedan en la tarima en donde mueres y vives, y todo en un instante.





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