Felipe Berríos: "Tenemos que aprender a dialogar y llegar a acuerdos, lo que no significa arreglines"

El sacerdote jesuita planteó la urgente necesidad de que las fuerzas de oposición logren llegar a acuerdos de cara a las elecciones constituyentes para lograr los cambios efectivos a la Constitución: "Lo que está en juego es mucho más importante, es la carta magna que va a tener el país en los próximas décadas", aseguró

El sacerdote jesuita planteó la urgente necesidad de que las fuerzas de oposición logren llegar a acuerdos de cara a las elecciones constituyentes para lograr los cambios efectivos a la Constitución: "Lo que está en juego es mucho más importante, es la carta magna que va a tener el país en los próximas décadas", aseguró

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el sacerdote jesuita Felipe Berríos se refirió al futuro de la Convención Constituyente, particularmente por la preocupación expresada desde las oposiciones debido a la falta de acuerdos internos que podrían hacer que no se llegue a los dos tercios que exige la instancia para la aprobación de los articulados de la futura carta magna.

Berríos comparte esa preocupación de que se pierda la posibilidad de cambiar efectivamente la Constitución por una eventual dispersión de votos en la Convención y por las disputas entre los partidos políticos al respecto, por lo que llamó a que se demuestre generosidad de su parte “porque lo que está en juego es mucho más importante como la carta magna que va a tener el país en los próximas décadas”, aseguró.

El sacerdote planteó que la ideología de mercado “competitiva, selectiva y excluyente”, ha permeado la sociedad en su conjunto, particularmente en lo político en donde los partidos “han dejado de soñar con jun proyecto de país”, y se han ido focalizando sólo en los procesos electorales y los réditos que obtienen de ellos.

“Han perdido los sueños, tal vez mucho whisky, mucha comodidad, mucha separación de lo que está viviendo la gente, poco contacto con ellos. Ha ido perdiendo los sueños y por otro lado hemos perdido también la capacidad de diálogo. Con sangre aprendimos nosotros después del Golpe, de que nadie sobra en Chile, y no porque alguien sea minoría tenemos que aplastarlo, no porque alguien piense distinto a nosotros es un enemigo, sino que tenemos que aprender a dialogar y llegar a acuerdos, lo que no significa arreglines. Cuando no hay acuerdos hay balas”.

Berríos criticó a quienes se mantienen en la “pelea chica” pensando en mantener sus parcelas de poder, ya que sin los partidos políticos no se pueden hacer los cambios necesarios para el país, aseguró. Por lo mismo, proyecta que un diálogo entre todas las partes puede ayudar a transformar a las colectividades a que se acerquen a lo que quiere la ciudadanía, a los problemas reales que viven.

El sacerdote jesuita, no obstante, se manifestó esperanzado que en estas últimas semanas las distintas fuerzas y actores políticos se hayan dado cuenta de lo necesario que son los acuerdos de cara a las elecciones constituyentes.

En este sentido, Felipe Berríos expuso cuáles son los puntos centrales a los que deberían llegar a acuerdos las oposiciones los que dicen relación con la separación de los poderes del Estado, la independencia de las instituciones del Estado, derechos sociales que deben ser garantizados como la salud, educación y medioambiente. También el empoderamiento efectivo de las regiones.

“Hay montones de temas que son muy importantes para atacar la pobreza, la desigualdad, el maltrato que hay en la vida de los chilenos por eso que es tan urgente unirnos, sino toda la discusión va a quedar abstracta si no hay un cambio profundo en la Constitución, y hay muchos elementos que los tenemos en común. La necesidad de unirse no es sólo estratégica. Es mucho más lo que nos une que las pequeñas cosas que nos separan”.

Respecto de la situación de los independientes y el encuentro necesario que se debe posibilitar con las fuerzas políticas establecidas, Felipe Berríos señaló que esas personas también tienen una visión política e ideológica que tiene que tener cabida en la futura convención, y así lo refrendó el plebiscito del 25 de octubre.

Es por ello que hizo un llamado a que los partidos deben abrirse también a los acuerdos con estas candidaturas, y así revertir en parte la desconfianza que la ciudadanía tiene con los partidos políticos.

Presos de la revuelta 

Finalmente, respecto de la situación de personas que están privados de libertad producto de la revuelta desde el 18 de octubre pasado, el sacerdote manifestó su acuerdo con la visión expuesta por la presidenta de Amnistía Internacional Chile, Ana Piquer, respecto que el debate sobre este tema, que se ha centrado básicamente en el proyecto de indulto presentado por senadores para estas personas, desvía la discusión de lo central, que es la cantidad de gente que sigue en prisión preventiva sin decidirse una sentencia.

Felipe Berríos sostuvo que en Antofagasta hay 18 jóvenes que llevan más de un año en prisión preventiva, y son de familias pobres. De ellos 4 son menores de edad.

“Aquí hay una violación grave de los derechos de las personas, por eso yo coincido plenamente con lo que está diciendo (Ana Piquer), aquí hay una cosa grave, y esto otro puede ser una discusión interesante, igual que si se cambia o no la manera cómo se aplica la prisión preventiva. Son discusiones excelentes, importantes que hay que tenerlas, pero lo urgente ahora son estos chiquillos que muchos han tenido intentos de suicidio y que están en prisión preventiva, y que el Gobierno ya los trata como si fueran delincuentes, como si ya estuvieran juzgados”, concluyó





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