Con la experiencia previa del estallido social, Carabineros hizo una revisión de su Manual de Operaciones para el Control del Orden Público, un documento que data del año 2012 y que para su modificación dará cuenta de los procedimientos policiales aplicados en los últimos ocho años.

Como bien se sabe, los mecanismos aplicados por Carabineros para el control del orden público han sido motivo de diversas críticas durante los últimos años, algunas de ellas provenientes de instituciones como el Instituto Nacional de Derechos Humanos o la Defensoría de la Niñez. 

Por tal motivo, según consigna El Mercurio, la modificación mencionada tomará en cuenta las recomendaciones entregadas por estas entidades, en el marco de la represión policial acrecentada en el estallido social.

Algunos de los cambios que se esperan en el documento, que ya se encuentra en manos del Ministerio del Interior, tienen que ver con tácticas de combate contra la delincuencia en manifestaciones sociales, recursos institucionales -personales como logísticos- para cumplir con las misiones encomendadas y el resguardo de la garantía del derecho a la manifestación.

“El plan expresado a través del manual no puede entenderse como un modelo exacto para cada intervención, sino como una guía que pretende contribuir a la toma de decisiones más acertadas por parte del jefe de servicio”, indicaron desde Carabineros al respecto.

Pese a que el protocolo del año 2012 ya sugiere que la táctica utilizada en las manifestaciones “estará asociada a tareas de dialogar, contener, disuadir, despejar y/o dispersar a la muchedumbre”, las investigaciones judiciales apuntaron hacia errores gravísimos de la institución uniformada en contextos como el estallido social, propiciando incluso la eliminación del uso de la escopeta antidisturbios de 12 postas y su reemplazo por una de tres proyectiles.