Ana María Cornejo[1] tiene 45 años y vive hace seis en Villa Las Margaritas. A pesar de que limpia constantemente sus muebles, su piso y sus ventanas, todo permanece cubierto de polvo. “En la mayoría de las casas está permaneciendo mucho polvillo y eso nos puede afectar la salud”, comenta. De hecho, su hijo de cuatro años, con síndrome de Down, padece enfermedades respiratorias y cardiovasculares cuya causa aún no ha sido diagnosticada (vea su ficha médica). De acuerdo con un informe del Cesfam Santa Laura, la salud de los habitantes de esa zona estaría siendo afectada por las emisiones de cuatro industrias cementeras aledañas: Melón, BSA, Hormisur y GRAU. Todas, además, fueron mencionadas como causantes de enfermedades respiratorias en las observaciones realizadas por los vecinos de San Bernardo y El Bosque[2] al proyecto “Planta de Hormigón Premezclado Santiago Sur”. Conocida como la “megaplanta”, esta iniciativa pertenece a Inversiones Orange S.A. y pretende instalarse en el mismo sector. Los residentes temen que multiplique las afecciones.
Para realizar esta investigación, se accedió a un estudio de la Dirección de Salud del Cesfam Santa Laura[3], realizado por la consultora Red Gobernanza, contratada por la Municipalidad de El Bosque para generar las observaciones presentadas al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) a la megaplanta. Ahí se especifica que la población cercana a las cementeras y plantas hormigoneras presenta serios problemas de salud respiratoria, debido al aumento de las emisiones de material particulado MP10 y MP2,5, además del Dióxido de Nitrógeno (NO2) en una zona saturada de contaminación. Este mismo estudio da a conocer que existen habitantes del sector con enfermedades respiratorias no controladas, es decir, personas con asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). También, se revisaron los planes de salud de San Bernardo y El Bosque, donde se detalla que estas industrias agudizan las enfermedades respiratorias en la población infantil y de adultos mayores.
La eventual instalación del megaproyecto abrió el debate para cuestionar a las cementeras y plantas de hormigón ubicadas en ambas comunas, ya que sus emisiones contaminantes afectan la salud de los habitantes del límite de San Bernardo y El Bosque. Un lugar que ha sido designado legalmente como zona industrial por el Plan Regulador Metropolitano, donde existen barrios residenciales como Villa Las Margaritas, Santa Laura, Nocedal 1, 2 y 3, Rapa Nui y Los Halcones.
La megaplanta que despertó a las comunas
El proyecto “Planta de Hormigón Premezclado Santiago Sur”[4] de Inversiones Orange S.A. fue ingresado al SEIA por una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a finales del 2018. Esta empresa pretende situar la “megaplanta” en avenida Ochagavía que une a San Bernardo y El Bosque, la cual se sumaría a las más de 30 empresas contaminantes de la zona (Ver el listado de empresas). El proyecto tuvo dos DIA ingresados al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) por los titulares de la empresa, Guillermo Pinto y Julio Solar.
El estudio realizado en el Cesfam Santa Laura menciona que este proyecto implicará “un aumento del riesgo a la salud de las personas que habitan en zonas aledañas, debido al aumento de las emisiones de material particulado respirable MP10 y MP2,5, y dióxido de nitrógeno NO2 en una zona saturada de contaminación”. Cabe mencionar que este Centro de Salud Familiar produce la mayor cantidad de derivaciones de El Bosque por causa de enfermedades respiratorias, en una comuna con el más alto número de hospitalizaciones abreviadas por neumonía y síndrome bronquial obstructivo recurrente en la infancia.
A su vez, el municipio de San Bernardo indicó en sus observaciones[5] que la instalación de la megaplanta significará un riesgo para los habitantes, dada la alta cantidad de emisiones de MP10 y MP2,5 que ya producen las industrias del lugar. En el mismo documento se lista la irritación de mucosa, bronquitis, laringitis, el aumento de infecciones respiratorias y la disminución de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio, como efectos negativos, específicamente, para menores de 5 años.
Cuando un titular ingresa un proyecto para saber si genera impactos ambientales, lo primero que debe revisar es el Art. 10 de la Ley 19.300, donde aparecen las tipologías de ingreso. Sin embargo, las cementeras y/o plantas de hormigón no tienen una exclusiva que las regule. Virginia Rebolledo[6], ingeniera en recursos naturales, apunta que este tipo de proyectos solo entra por su proceso productivo, pero deberían entrar “por impacto, es decir, cuál es el impacto que tiene mi proyecto para la salud y el medioambiente”.
Según Guillermo Pinto[7], representante de Inversiones Orange S.A., la megaplanta cumple con la ley y sus procesos productivos son evolucionados en comparación a las otras industrias que están en el sector. “Es una planta de hormigón que fabrica su propio cemento y dada la tecnología que usa, las emisiones que -genera-, no debiera ingresar al sistema, (…) por lo único que ingresa es porque tiene más de 50 camiones, pero si nosotros hiciéramos esta planta con 49 camiones, ya estaríamos construyendo”, afirma.
Un proyecto puede quedar fuera de una Declaración o Estudio de Impacto Ambiental (DIA y EIA, respectivamente) dependiendo de su tamaño, sin considerar los efectos adversos. La diferencia es que una DIA significa declarar que un proyecto se ajusta a la norma establecida, sin producir impactos significativos. Mientras que en un EIA se deben proponer soluciones para mitigar los posibles daños al medio ambiente. Según María Nora González[8], abogada y experta en Derecho Ambiental, no hay ninguna regla que diga dónde tiene que estar emplazada una actividad, “debiera articularse en dos dimensiones, la dimensión urbanística-territorial, es decir, el ordenamiento de la ciudad que está dado por factores asociados a la habitabilidad, pero también por factores sanitarios, y la dimensión ambiental”.
El proyecto “Planta de Hormigón premezclado Santiago Sur” entró por DIA con la tipología de terminal de camiones, por el transporte que utilizarán para el Clinker (principal componente del cemento, formado por materiales minerales como la caliza, pizarra y arcilla) que, según la investigación “Efecto de la incorporación de níquel en el Clinker de cemento”[9] representa un peligro para la vida humana y los ecosistemas por sus características fisicoquímicas y toxicológicas. En ese sentido, Pinto argumenta que esta industria estará completamente encapsulada, haciendo uso del mismo tipo de filtros que utilizan las plantas termoeléctricas.
Sin embargo, Daniela Gormaz, ingeniera química, menciona que “esto no es suficiente si no cuentan con un plan de mitigación de esas emisiones, es decir, si permiten que sólo se acumulen bajo tierra, en algún momento ese ‘polvo’ va a salir”. Los filtros de manga usados por las termoeléctricas aseguran tener una eficiencia del 99%[10] para el material particulado, pero si no son bien mantenidos pueden llegar a un nivel bajo de eficiencia, por lo que es necesaria su fiscalización constante, señala Gormaz.
Cementeras, plantas de hormigón y contaminación
La investigación “Cuando lo que respiramos no es solo aire”[11] expone que las industrias que están en San Bernardo y El Bosque “cuentan con compromisos ambientales, pero no poseen fiscalizaciones, Estudios o Declaraciones de Impacto Ambiental”. En el caso de las plantas de hormigón y/o cementeras analizadas, Melón no cuenta con emisiones declaradas y es el responsable de las máximas emisiones de 5 contaminantes (SO2, NOx, NH3, COV y Br). BSA El Bosque y BSA La Divisa tampoco cuentan con emisiones declaradas y generan un máximo de emisiones de 1 contaminante cada una (NOx y MP, respectivamente).
El informe “El aire que respiramos”[12] indica que la partícula MP2,5 es el principal factor de contaminación atmosférica en San Bernardo y El Bosque. De acuerdo con Gormaz, “en general se mide el MP10 solamente, -pero partículas más pequeñas, como las MP2,5- pueden penetrar en el pulmón y se quedan ahí, y ya es causa de enfermedades respiratorias”. Asimismo, en “Material particulado y gases contaminantes en la comuna de El Bosque”[13] se corrobora la asociación directa que existe entre las enfermedades respiratorias y la estación invernal, representado por la cantidad diaria de atenciones de urgencia en El Bosque, estableciendo notorias diferencias entre la concentración diaria de material particulado generado por las cementeras y plantas de hormigón, y gases entre invierno y verano con aumento del MP2,5, MP10 y NO2 en la estación fría.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el MP10 es un contaminante que afecta los sistemas cardiovascular y respiratorio de las personas, haciéndolas más propensas a desarrollar cáncer de pulmón. En ese sentido, el informe del Cesfam Santa Laura, menciona que la exposición continua a niveles elevados de MP10 se asocia a un aumento en la mortalidad de menores de 1 año por causa respiratoria, mientras que la exposición breve se asocia a un aumento en la frecuencia de síntomas respiratorios en niños y niñas asmáticas. Asimismo, la exposición a concentraciones elevadas de MP2,5 durante un largo periodo de tiempo, se asocia a un aumento en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en población adulta.
Para Dante Cáceres[14], doctor en Salud Pública y experto en Salud Ambiental, el problema de las industrias cementeras y plantas de hormigón radica en que se generan “elementos fugitivos que se escapan del control y, por lo tanto, esas partículas se emiten al aire y se esparcen al ambiente”. Esto está asociado a las condiciones que hay en el lugar, es decir, al viento, la humedad, etc. El Plan de Salud Comunal[15] de El Bosque, indica que “uno de los puntos más preocupantes y donde se debe intervenir de manera integral es en los niños/as de sala de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) , en la cual la mayoría corresponden al sector rojo y azul, debido a la presencia de la fábrica de cemento ubicada en el sector”. De acuerdo con la organización territorial de la comuna, en el sector rojo se concentran los condominios de vivienda social y en el azul, se desarrolla la actividad económica.
En San Bernardo, las salas IRA también están a cargo de las patologías crónicas de la población infanto-juvenil, en su Plan de Salud Comunal[16] indican que se han hecho esfuerzos por reducir el aumento de las enfermedades respiratorias en menores de 10 años, “se ha logrado pasar de un 60,9% de población con Asma controlada o parcialmente controlada en el año 2016 a un 70,9% de la población bajo control en junio 2018”.
Según Cáceres, “el espacio de tiempo más complicado para que actúen los contaminantes es entre la concepción y los primeros 3 meses de embarazo”, por lo tanto, son los momentos clave en que un contaminante puede hacer algún cambio genético molecular que se va a traducir en algún evento de salud en la vida adulta. En el caso de las enfermedades pulmonares, quien está expuesto constantemente a algún contaminante, va a tener una calidad pulmonar diferente a aquella persona que vive en un lugar menos contaminado, ya que los pulmones se desarrollan hasta los 18 – 21 años.
El origen de todos los males
En términos empresariales, la localización, las vías de transporte, el valor del suelo y su mano de obra cercana, ponen a una parte de San Bernardo como zona industrial exclusiva. En tal sentido, el 21 de septiembre de 2019, la Municipalidad de El Bosque envió una solicitud[17]a la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda pidiendo el congelamiento del Plan Regulador Metropolitano (PRM), para poder declarar el eje Ochagavía, que comparte con San Bernardo, como zona saturada. En términos legales, el PRM indica que el uso de suelo en el terreno donde se quiere construir la megaplanta, está consignado como “Zona Exclusiva de Actividades Productivas y de Servicio de Carácter Industrial”, por lo que la instalación de industrias en el sector no cae en lo ilícito.
De acuerdo con Surimana Pérez[18], integrante de la Coordinadora Ambiental El Bosque – San Bernardo “por el PRM se deben destinar áreas para el desarrollo industrial, porque está mandatado desde el nivel central. Sin embargo, igual advierte sobre los posibles problemas que podría traer el crecimiento demográfico”. Por esta razón, Evelyn Magdaleno,[19] encargada de la Secretaría de Planificación de El Bosque, comenta que como municipio llevan tres años intentando cambiar el plan regulador de la comuna, pero “ha resultado rechazado. Esta iniciativa, además, ha sido compartida con la comunidad, completamente hecha con los territorios”. Además, parte de las industrias de la zona no se encuentran en territorio de El Bosque, sino de San Bernardo. Según Magdaleno, esto también ha supuesto una dificultad, ya que, al inicio del proceso de cambiar el tipo de suelo, intentaron contactarse con la alcaldesa de San Bernardo de la época, Nora Cuevas, sin embargo “ella dijo que no era un tema que le interesara. Ni a ella, ni a sus habitantes”.
El plano regulador de San Bernardo data de 2006, aunque ha existido la intención de cambiarlo, Pérez asegura que la situación administrativa de la municipalidad ha dificultado cualquier medida que se pudiera llevar a cabo para iniciar el proceso de cambio. De hecho, el artículo “La actividad industrial en la comuna de San Bernardo”[20], expone que la comuna ha gozado de impulsos de parte del Estado para transformarse en el polo industrial que es actualmente, ratificando la Zona Industrial Exclusiva y contemplando su posible área de expansión.
Cáceres afirma que antes de autorizar este tipo de proyectos, se deberían “tomar muestras del material particulado, analizar esa partícula y ver qué es lo que contiene”. Es decir, el doctor en Salud Pública sugiere comparar estos datos con los de otras comunas de la Región Metropolitana que no están expuestas a este tipo de empresas, para comprobar o descartar la asociación entre emisiones de las industrias con las enfermedades, ya que “cuando se admiten estos contaminantes, van a aparecer elementos fugitivos que van a llegar a las poblaciones y eso, probablemente, sea lo que está impactando la salud de las personas”.
[1] Ana María Cornejo: “Ana María” por Loreto Paillacar
[2] “Ficha del Proyecto: Planta de Hormigón Premezclado Santiago Sur” del Servicio de Evaluación de
Impacto Ambiental (SEIA). Transparencia activa.
[3] “ORD. N° 2220” de la Municipalidad de El Bosque. Transparencia activa.
[4] “Resolución Exenta N° 428” del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). Transparencia activa.
[5] “ORD N°16” de la Municipalidad de San Bernardo. Transparencia activa.
[6] Virginia Rebolledo: “Virginia” por Rocío Rojas y Loreto Paillacar.
[7] Guillermo Pinto: “Entrevista Guillermo Pinto” por Rocío Rojas y Loreto Paillacar.
[8] María Nora González: “María Nora” por Rocío Rojas y Loreto Paillacar
[9] “Efecto de la incorporación de níquel en el Clinker de cemento” (1997) de Patricia López. Disponible en: http://eprints.uanl.mx/7734/1/1020120121.PDF
[10] “Estudio de variables ambientales y sociales que deben abordarse para el cierre o reconversión programada y gradual de generación eléctrica a carbón” del Ministerio de Energía. Disponible en: https://energia.gob.cl/sites/default/files/20181023_presentacion_inodu_-_sesion_6.pdf
[11] “Zonas de Sacrificio: San Bernardo – El Bosque: Cuando lo que respiramos no es solo aire”, 2020, Departamento de Ingeniería Civil Química, Biotecnología y Materiales de la Universidad de Chile, disponible en: https://drive.google.com/file/d/1nDoeUzp1trY9CBhxcJixB7JWEZmvdjkE/view
[12] “El aire que respiramos”. 2020, Informe de las naciones. Disponible en: http://www.cr2.cl/contaminacion/
[13] “Material particulado y gases contaminantes en la comuna de El Bosque ¿cuánto influyen en la cantidad de consultas por enfermedades respiratorias?” de Gloria Henríquez y Claudio Urrea. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872017001101371&lng=en&nrm=iso&tlng=en
[14] Dante Cáceres: “Dante Cáceres” por Rocío Rojas y Loreto Paillacar.
[15] “Plan Comunal de Salud 2018” de la Dirección de Salud Municipal El Bosque. Transparencia activa.
[16] “Plan de Salud 2019-2021” de la Corporación Municipal de Educación y Salud de San Bernardo. Transparencia activa.
[17] Oficio 100107 de la Municipalidad de El Bosque. Transparencia Pasiva
[18] Surimana Pérez: “Entrevista Surimana Pérez” por Loreto Paillacar
[19] Evelyn Magdaleno: “Evelyn Magdaleno” Por Rocío Rojas y Loreto Paillacar
[20] “La actividad industrial en la comuna de San Bernardo: caracterización, localización y tendencias futuras” de Sergio Yáñez. Disponible en: http://repositorio.uchile.cl/handle/2250/100059