“Hemos tenido que convivir con el rostro de la adversidad; una ola irracional de violencia destructiva, la gravísima pandemia y una profunda recesión de la economía mundial”. Así resumió el Presidente Sebastián Piñera los últimos tres años, al cumplirse este jueves otro aniversario desde que asumió su segundo mandato.
El Mandatario se refería a los principales hitos que han marcado su gobierno: el estallido social de octubre de 2019 y la crisis sanitaria, económica y social derivadas de la pandemia del Covid-19; acontecimientos que, para algunos, han generado que, inevitablemente, el Gobierno se haya desviado de los ejes programáticos que planteaba en 2018, llegando incluso a distanciarse de algunos principios de su sector político.
Así lo manifestó, en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, el analista político vinculado a Renovación Nacional, Tomás Duval, quien hizo un balance de lo que ha sido la gestión del Jefe de Estado a un año de terminar su mandato.
¿Cuáles son las primeras conclusiones que se pueden sacar al analizar lo que han sido estos tres años desde que el Presidente Piñera asumió su segundo mandato?
“Lo primero que te diría es que el gobierno del Presidente Piñera llegó con un determinado programa de Gobierno y éste, por distintas razones, no pudo ser aplicado. Entonces se transformó en un gobierno más bien de gestión y sobre todo en el ámbito de la pandemia. Yo creo que ahí ha estado gran parte de su foco de acción.
Te lo digo porque, en dos años, un año le tocó el estallido social, un proyecto constitucional que no estaba dentro de sus bases programáticas y tuvo que asumir ese escenario, cosa que desdibujó en parte lo que el Gobierno venía realizando; y el efecto de la pandemia que fue un golpe total, donde incluso coloca en tensión los propios principios de la derecha hasta ese entonces, porque, en pandemia, es el Estado el que juega un rol preponderante, cuestión que para la derecha muchas veces resulta complejo”.
En ese sentido, ¿cree que ese rol lo ha logrado asumir de buena este gobierno?
“Creo que, respecto de la pandemia, el Estado, bajo un gobierno de derecha, ha hecho una política de entrega de bonos y dinero directamente a las personas, lo cual para un gobierno de centro derecha resulta de una complejidad mayor. También se enfrentó con las dificultades del Gobierno por una suerte de desconocimiento de la población, cuestión que lo complicó demasiado y lo llevó a tener crisis internas durante la pandemia. Incluso algunos miembros de su gabinete declararon haberse sorprendido por no conocer la realidad de los chilenos, cuestión que era muy compleja en medio de una pandemia y para todo gobierno”.
¿Eso se ve reflejado en la gestión del Presidente?
“Los gabinetes de ministros son asesores presidenciales, si los asesores presidenciales no tienen claridad respecto de cuál es la situación del país es muy difícil que apliquen políticas adecuadas. Y en un escenario de pandemia, ese reconocimiento fue mayor aún. Ese punto fue durante la pandemia un tema en su gestión y una crítica permanente al Gobierno.
Quizás el mejor punto de la pandemia, más allá de todo, es que uno puede decir que hubo una ampliación de camas y el manejo en la primera etapa de la pandemia fue muy importante, no llegamos a un escenario crítico por lo menos. Y lo segundo ha sido la gestión de las vacunas, que parece ser el éxito respecto de esta pandemia que nos ha afectado en el último año”.
¿Cómo ha afectado la respuesta del Gobierno ante el estallido social de octubre de 2019?
“Frente al estallido social el Gobierno estuvo muy dubitativo y no fue capaz de comprender la magnitud y las dimensiones que tenía porque le faltaban algunas áreas comprensivas de la situación social. Eso lo llevó muchas veces, al Gobierno y al Presidente, a cometer errores. Desde decir que en un minuto estábamos en guerra, cuestión que fue desmentida incluso por las fuerzas militares. Entonces esa apreciación fue muy complicada para el Gobierno”.
“En última instancia, el acuerdo constitucional, al que el Gobierno llega en última hora impulsándolo o de alguna manera se sube a última hora sobre ese acuerdo, creo que esa fue la única salida posible que tenía, pero el Gobierno careció ahí de herramientas políticas para enfrentar la situación. Y evidentemente las fuerzas policiales y Carabineros de Chile sí cometieron violaciones a los derechos humanos, eso está más que comentado y nadie puede negar esas situaciones”.
¿Cuál es su visión sobre el estado de las relaciones entre el Gobierno y el oficialismo a tres años de la administración del Presidente Piñera?
“Cuando el Presidente se encuentra en rangos del 20%, o menos, quiere decir que una parte de la derecha lo ha dejado de mirar como un presidente de su sector, o simplemente no le ha dado su apoyo en esa mirada, cuestión que es compleja para el Gobierno. La pregunta es cómo se va a comportar ese electorado que, por ejemplo, en el plebiscito votó por el Apruebo, y si va a apoyar a las candidaturas del oficialismo en estas elecciones. Ese es el punto central para el oficialismo en su futuro político, más allá del Gobierno”.
¿Cómo ve el escenario para este último año de su mandato y de cara a las elecciones venideras?
“Lo primero es que el Gobierno este año es prácticamente de administración, quizás su único eje es la pandemia y en parte preocuparse por las bases de la recuperación económica, yo creo que con eso el Gobierno tiene completo su año que le queda, no hay más espacio que para eso.
El resto del escenario va a estar básicamente centrado en la Constituyente y a finales de año tendremos la elección presidencial. Pero yo creo que la Constituyente va a marcar el período después de las elecciones del 11 de abril, hasta su constitución que será en mayo, y de ahí vamos a tener un debate constituyente para nuevamente entrar a un debate presidencial, y para ese entonces el Gobierno va a ir de salida”.