Este lunes los integrantes del movimiento “Postnatal de Emergencia”, junto a profesionales de la salud y los diputados Maite Orsini (RD), Gael Yeomans (CS), Marcelo Díaz (Movimiento Unir) y Gonzalo Fuenzalida (RN), se reunieron frente a el Ministerio de Salud, para entregar una carta con más de 46.000 firmas, exigiendo respuestas a las más de 70.000 familias que no tienen soluciones luego de terminada la vigencia de la Licencia Médica Preventiva Parental COVID.
Postnatal de Emergencia, es un movimiento que surge de la sociedad civil para dar respuestas a miles de madres que, una vez terminado el permiso parental en plena pandemia por COVID-19, esperan una respuesta de parte de las autoridades del Estado de Chile que garantice los cuidados de sus hijos e hijas durante sus primeros años de vida, en el contexto del confinamiento y ausencia de redes de cuidado.
En el documento entregado esta mañana la organización expresó su preocupación con la situación actual de muchas familias y mujeres del país. “Hemos constatado la inviabilidad de conciliar cuidados y trabajo en el contexto del confinamiento de la crisis sanitaria. Lamentando la existencia de testimonios de chilenas que han debido renunciar a sus trabajos, obstaculizando el acceso de la mujer al mundo laboral, aumentando las brechas de inequidad de género y disminuyendo las cifras de ingreso familiar“
Marcelo Díaz, integrante del partido Movimiento Unir, manifestó que las condiciones sanitarias actuales no garantizan que las madres que regresan al trabajo, no se contagien, de igual forma que niños y niñas en las instituciones a las que deberían acudir. “Es por esto que es de suma importancia acelerar la respuesta a esas mujeres”
“Hemos venido entregar al Ministro de Salud, quien no nos recibió, así que lo hemos ingresado por la oficina de partes, una carta con más de 47,000 firmas, que pide la extensión del posnatal de emergencia, porque 90 días no es suficiente, ya que hay que considerar que una buena parte del país está en cuarentena, y en consecuencia de eso, estamos teniendo muchos casos de mamás que tienen que renunciar a sus trabajos para poder dedicarse al cuidado de sus hijos, generando un retroceso en la presencia laboral de mujeres en el campo del trabajo, además el empobrecimiento de muchos hogares, en especial aquellos que están dirigidos por mujeres jefas de hogar”, explicó Díaz.
Según cálculos recientes en el último año, 899 mil mujeres perdieron su empleo y el 88% de esas mujeres salió de la fuerza de trabajo, es decir, figuran como “inactivas” y no como “desocupadas” dado que no están buscando empleo.
Antonia Orellana, candidata a la Convención Constitucional, manifestó que “el Gobierno todavía no entiende lo centrales que son los cuidados y la crisis que estamos viviendo, ya se ha retrocedido una década en empleabilidad laboral femenina y si no tomamos medidas rápidas a eso se van a sumar 70 mil mujeres más, porque son 70 mil familias las que hoy están esperando una respuesta respecto al posnatal de emergencia. Esperamos que el Gobierno recapacite, pero vamos a estar impulsando desde el movimiento feminista y desde el Congreso todas las medidas que se puedan tomar para que se reconozcan el labor de los cuidados“.
Por su lado la diputada de Revolución Democrática (RD), Maite Orsini, afirmó que esta realidad es un problema público, ya que la participación laboral femenina retrocedió más de una década, situación que se ve aún más perjudicada por la demora en una respuesta para todas aquellas mujeres que aún no tienen soluciones luego de terminada la vigencia de la Licencia Médica Preventiva Parental COVID.
“Éste no es un problema privado de cada una de las mujeres que están en este problema, es un problema público porque durante el año pasado la participación laboral femenina retrocedió más de una década, hoy día en Chile apenas el 30% de las mujeres recibe remuneración por su trabajo, y ahí estoy mezclando los trabajos formales e informal. El 70% de las mujeres hoy día no recibe un peso y vive en sus casas, y eso es culpa de la falta de políticas públicas con perspectiva de género”, afirmó la diputada.
La evidencia científica acumulada muestra que los primeros 1.000 días de vida; el tiempo que transcurre aproximadamente entre la concepción y el segundo año de vida, son cruciales para alcanzar el mejor desarrollo a largo plazo. De acuerdo a UNICEF, en su web expone que los primeros 1.000 días, son un período único de oportunidad en la cual se establecen las bases para una salud, crecimiento y desarrollo neurológico óptimo a lo largo de la vida siendo un periodo crítico, que no se repetirá más dentro del ciclo vital, lo que constituye un periodo estratégico en términos de prevención y salud pública.