“Les anuncio que hemos organizado el gobierno de unión nacional para responder a la esperanza. No ha sido fácil organizarlo. Nos hemos basado en el mandato oficial del resultado de las elecciones de 2020, de las protestas del pueblo y del movimiento MDP de desobediencia civil.”
Así anunciaba el líder prodemocrático Min Ko Naing la formación de un gobierno en la sombra en Birmania, reflejando el resultado de las elecciones generales de 2020. Estos comicios los ganó el partido de Aung San Suu Kyi y han sido tachados de ilegítimos y fraudulentos por los militares.
La junta asegura haber tomado el poder respetando la constitución. No lo creen así las miles de personas que han salido a las calles de las principales ciudades del país desde el golpe de estado del 1 de febrero, reclamando la vuelta de la democracia y enfrentándose a una fuerte represión, con más de 720 fallecidos y 3.600 arrestos.
Los manifestantes han endurecido cada vez más sus tácticas de represalia contra las fuerzas de seguridad que ingresan a sus ciudades. En la ciudad central de Myingyan, que ha sido testigo de numerosas represiones sangrientas contra los manifestantes desde el golpe, los residentes izaron una bandera negra el jueves, una señal de que defenderían sus áreas de la policía y los soldados, que disparan con munición real contra los manifesantes desde mediados de marzo.
Preocupación entre la comunidad internacional
El ejecutivo fantasma está encabezado por Suu Kyi, como consejera de Estado, y por el presidente de la República, Win Myint. Ambos fueron detenidos el día del golpe de Estado y están en arresto domiciliario desde entonces.
Este gobierno en la sombra es histórico por la importante representación de las minorías étnicas, al menos siete de las 130 etnias que tiene Birmania. La dominante es la etnia Bamar, que dirige el ejército.
La violencia y las miles de detenciones han despertado la alarma entre la comunidad internacional, y la Unión Europea está preparada para imponer más sanciones la próxima semana para aumentar la presión sobre la junta.
Se espera que el bloque de 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) convoque este mes una cumbre regional sobre la actual crisis de Birmania. El primer ministro camboyano, Hun Sen, anunció el viernes que viajaría a Yakarta para una “reunión especial de la ASEAN” el 24 de abril.