El incendio comenzó alrededor de las 9:45 de la mañana, cuenta Carlos Campillay, y no tardó mucho para extenderse por dos de los campamentos de la zona más alta de la población Balmaceda, en la ciudad de Antofagasta: las villas Esperanza y Futuro Antofagasta.
En su testimonio, brindado a Diario y Radio Universidad de Chile, Campillay, que es presidente del comité de esta última, dice que el principal problema para controlar el fuego estuvo relacionado con la altura de la zona, que dificultó el acceso a los carros de bomberos, además de la ausencia del servicio de agua potable.
Con esto, fue fácil que el siniestro se esparciese y terminó alcanzando a casi 50 casas, en las que, según relata Campillay, habitaban más de una familia.
“Dentro de mi comunidad, Futuro Antofagasta, fueron alrededor de 17 casas, pero obviamente dentro de esas casas hay familias que estaban de allegados, familia uno y dos. No tenemos claro cuantas familias son en total, pero sí sabemos la cantidad de casas. En Villa Esperanza fueron alrededor de 23 casas más o menos. Además, hubo casas afectadas que no estaban registradas en ningún comité, alrededor de cinco a siete casas”, relató.
Si bien se sabe que pasado el mediodía el siniestro ya empezaba a controlarse, el dirigente dio cuenta de la situación actual de las familias en la zona, muchas de ellas obligadas a quedarse en otras casas de las villas continuas o en lo que queda de las suyas, para poder resguardar las pertenencias que les quedan. Otras, según cuenta Campillay, fueron trasladas a los albergues instalados en los colegios Gabriela Mistral y La Bandera.
Ya en el balance posterior a lo sucedido, y pese a reconocer que han recibido apoyo de los Servicios de Vivienda y Urbanización, el dirigente hizo un llamado a las autoridades a no olvidarse de la situación actual de los campamentos del país que, en el caso de Antofagasta, según el Catastro Nacional de Campamentos de 2019 realizado por el Minvu, alcanza la cifra de 79.
“Nosotros estamos acá por un propósito que es la vivienda. Prevenir esto significaría que las autoridades pertinentes se hicieran cargo un poco más, que nos prestaran un poquito más atención. Yo sé que no nos van a atender al cien por ciento, pero tal vez un poquito. Si no, siempre va a ser así, tienen que ocurrir hechos lamentables para que se acuerden de nosotros”, sentenció.