Estudio de Oceana revela brechas riesgosas en la cadena productiva de la sardina y anchoveta

En lo detectado está que la acumulación de descargas de varias embarcaciones artesanales en los pozos de almacenamiento afecta el seguimiento de la línea de producción, impactando además los estándares ambientales de las comunidades locales por la emanación de malos olores que ya ha sido denunciada tanto en Coronel como en Talcahuano.

En lo detectado está que la acumulación de descargas de varias embarcaciones artesanales en los pozos de almacenamiento afecta el seguimiento de la línea de producción, impactando además los estándares ambientales de las comunidades locales por la emanación de malos olores que ya ha sido denunciada tanto en Coronel como en Talcahuano.

Un informe realizado por Oceana Chile identificó un total de 20 brechas presentes en la cadena productiva industrial de harina y aceite de pescado en el manejo de sardina y anchoveta, antecedentes que fueron puestos a disposición de la autoridad para evaluar y tomar acciones.

El “Estudio de brechas de control en el desembarque y procesamiento de anchoveta y sardina común en la región del Biobío” realizado por la organización de conservación marina, reportó riesgos en el control de desembarque, producción, almacenamiento y comercialización de estas pesquerías, así como también falta de información y trazabilidad.

Según lo informado por Oceana, se estima que en el período 2009 al 2018, antes de que el sistema de certificación de desembarque pasara desde manos privadas a Sernapesca, la fauna acompañante procesada fue de unas 645 mil toneladas, lo que equivale a 155 mil toneladas de harina de pescado, avaluadas en 170 millones de dólares.

En las brechas reportadas por la organización está que la acumulación de descargas de varias embarcaciones artesanales en los pozos de almacenamiento afecta el seguimiento de la línea de producción, impactando además los estándares ambientales de las comunidades locales por la emanación de malos olores que ya ha sido denunciada tanto en Coronel como en Talcahuano.

“No es que se esté materializando propiamente una actividad ilegal, sino que existen vacíos que pueden hacerse materiales. Eso puede ocurrir – según el estudio que realizamos – desde el punto de vista de desembarque, de producción y también se identificaron algunos puntos de normativa pesquera que podrían ser mejorados en un trabajo tal vez legislativo, más que en una responsabilidad que le competa al Servicio Nacional de Pesca o a la Subsecretaría de Pesca”, explicó César Astete director de la campaña de pesquerías de Oceana.

Además, señaló que “la pesquería de sardina y anchoveta es muy relevante para la región del Bio Bio, cerca del 80% de esta pesquería se trabaja ahí, entonces lo que se necesita es que el trabajo que se haga sobre esta pesquería se haga de manera sostenible.

Cesar Astete Oceana

César Astete.

“Esto quiere decir que la actividad se mantenga durante el tiempo considerando las variables sociales, económicas pero también las ambientales y ahí es donde creemos hay que profundizar el trabajo, porque muchas veces la actividad económica tiene solo un componente productivo y tiene pocos componentes de resguardo y conservación medioambiental”, añadió Astete.

El estudio se entregó al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), organismo encargado de la fiscalización pesquera para que se pueda avanzar en acciones conjuntas para disminuir estas brechas.

Respecto al estudio, desde Sernapesca señalaron que valoran el interés y la dedicación de Oceana por realizar estudios técnicos en la materia, destacando que varios de los problemas detectados ya están siendo abordados gracias a la entrada en vigencia de la Ley de Modernización del Servicio.

Además, César Astete manifestó que “estamos llevando un trabajo desde ya hace un tiempo con la institucionalidad pero también con el sector de la pesca artesanal, y estamos trabajando con algunas organizaciones en poder colaborar con la pesca artesanal también en los cumplimientos normativos”.

Tras la presentación de este informe se analizarán las brechas de forma individual y se propondrán soluciones para asegurar que este industria siga siendo una fuente importante de la economía y forma de vida de pescadores y pescadoras de la región del Biobío.

 

Créditos fotografía: Mauricio Altamirano – Oceana.




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