Luego del categórico informe del “Diagnosticó Integral de Aprendizaje”, el que arrojó que los estudiantes de enseñanza media no alcanzaron a revisar el 60% de los contenidos durante el 2020 el Ministerio de Educación, buscaría impulsar un regreso a clases obligatorio, por medio de incentivos en las subvenciones o sanciones a los sostenedores . La fecha de retorno sería el 12 julio, una vez terminadas las vacaciones de invierno.
Para el diputado y presidente de la Comisión de Educación del Congreso, Juan Santana (PS), la situación de aprendizaje que viven los estudiantes es gravísima, sin embargo, señaló que sistema educativo debe replantearse sus objetivos anuales, debido a que las condiciones no son las de una temporada normal.
“Creemos firmemente, que el sistema educativo chileno, debe replantear sus objetivos y sus tareas en el marco de una pandemia. Eso significa, justamente repensar cuáles son los mecanismos , los métodos y las metas que van a tener las comunidades en el marco de la crisis sanitaria más grande que nos ha tocado vivir como país. Pretender llevar adelante un esfuerzo educativo similar al que se lleva en un cuadro normal, cuando Chile vive una alza de casos Covid positivos, resulta realmente impresentable”.
Respecto a la obligatoriedad del regreso, el diputado comentó que es un error debido a que cada establecimiento responde a realidades diferentes tanto en infraestructura como en momentos epidemiológicos, de acuerdo a la comuna en que se ubica.
“Los criterios nacionales no son pertinentes en contexto de pandemia por que las realidades regionales son completamente distintas, pretender que algunos establecimientos que cuentan con infraestructura para enfrentar una situación como la que estamos viviendo, no es una regla general para el conjunto de colegios que existen en nuestro país, que mayoritariamente tienen problemas y no están preparados para recibir a estudiantes y funcionarios. Nuevamente, me parece una imprudencia del ministro Figueroa“, añadió el parlamentario socialista.
Por otra parte, la académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile e investigadora principal de “vida en pandemia”, Irma Palma, señala que de acuerdo a los estudios que han realizado, en cuanto a la vuelta a clases, prevalece una mala impresión por parte de los apoderados, debido a que perciben que en el plan de retorno existe un interés económico.
“Encontramos que los padres y las madres ven una tensión que se reproduce respecto al conjunto de la sociedad chilena, que es la percepción de un dilema entre economía y educación, existe la percepción de que Gobierno hace esfuerzos por el retorno a clases porque requiere la vuelta al trabajo presencial de los padres y las madres – no estoy diciendo que sea así- pero provoca que se pierda la legitimidad”.
En cuanto, al posible retorno obligatorio, la investigadora de la Universidad de Chile, recalcó que es necesario generar un gran acuerdo entre todos los actores del sistema educativo, además que el Gobierno debe hacerse cargo de los contenidos que no fueron impartidos, porque tuvieron responsabilidad en no acortar la brecha digital.
“Tiene haber una mesa muy amplia y que construya un acuerdo político sobre un diseño de asumir la pérdida de una educación en estas condiciones, pero además, asumir el problema moral de este país que no fue capaz de asegurar las condiciones para una educación en pandemia, estoy hablando de internet y computadores. Las familias pobres de este país estudian en condiciones de desigualdad enorme”, finalizó la académica.
Para el ministro de Educación, Raúl Figueroa, sería de vital importancia contar con el apoyo de las alcaldías dirigidas por Chile Vamos para efectuar su plan de retorno, y así, concretar el regreso a clases de la gran flota de estudiantes de colegios municipales, situación que no estaría ocurriendo.