Este miércoles el candidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, presentó su programa de gobierno en el marco de la carrera presidencial. Una de las ideas propuestas por el hoy alcalde generó mucho debate. “Se ampliarán las funciones del Banco Central, el que se regirá por un directorio que exprese a los distintos actores económicos y sociales y se coordinará con la autoridad gubernamental para que la política monetaria sea parte de una política económica de desarrollo con sus componentes fiscales, de ingresos, cambiarios, de fomento productivo y de lucha contra el cambio climático”, indica el texto de más de 200 páginas.
En la actualidad el rol del Banco Central dice relación con “velar por la estabilidad de la moneda, esto es, mantener la inflación baja y estable en el tiempo”.
Además, debe “promover la estabilidad y eficacia del sistema financiero, velando por el normal funcionamiento de los pagos internos y externos”.
En tanto, respecto de su conformación, este cuenta con un consejo, el que tiene cinco integrantes designados por el Presidente de la República a través de un Decreto Supremo y ratificados por la mayoría simple del Senado. Los miembros se desempeñan en su cargo por un periodo de 10 años.
Las propuestas
Respecto de qué se busca incluir en estas nuevas funciones para el Banco Central, Ramón López, encargado del programa económico de Daniel Jadue, explicó a Radio Universidad de Chile que el planteamiento realizado desde la candidatura dice relación con mejorar los objetivos de la institución, siguiendo la línea de otras entidades en el extranjero, en que los Bancos Centrales van mucho más allá de la regulación de la inflación.
“Nosotros queremos hacer exactamente eso, lograr que el Banco Central incluya entre sus objetivos específicos, aparte de la inflación, metas de empleo y metas de producción o crecimiento, eso es todo”, aclaró el economista.
Asimismo el también académico de la Universidad de Chile expresó que en lo que refiere a autonomía, es un aspecto que continúa en revisión de cara a los ajustes del programa, sin perjuicio de que hay claridad de que será considerado.
“La autonomía queda con algunas restricciones, son más bien administrativas, pero la autonomía en general se mantiene (…) Eso sí, definitivamente vamos a aportar por menor autonomía porque es imposible aumentar su autonomía actual, que es absoluta”, señaló.
“Este programa es preliminar, son lineamientos para la discusión, entonces hay cosas que no están trabajadas a fondo todavía. Hay varias cosas en las que queremos llegar a tener un programa definitivo en agosto y mientras tanto queremos recibir comentarios de la gente, de los técnicos, para después ir afinando detalles”, precisó.
Por otra parte, Ramón López expresó que hay otros elementos que espera se revisen dentro de la institución. “Vamos a imponer algunas restricciones administrativas sobre todo en lo referente a la puerta giratoria, donde altos ejecutivos del Banco están moviéndose con el sector financiero, y viceversa, permanentemente. Al final, el Banco Central actualmente es casi un servidor del sector financiero en Chile, más que un servidor nacional”.
Un debate “tabú”
A diferencia de otras instituciones nacionales que se mantienen constantemente en la palestra respecto de sus funciones, atribuciones y posibles cambios, con el Banco Central el panorama ha sido diferente.
Respecto de aquello, según señaló el economista Andrés Solimano, que se ponga el foco en estos aspectos es uno de los puntos positivos de la propuesta. “En las elecciones presidenciales que han habido antes, en general, era un tema que no se tocaba, que estaba considerado como un dato de la causa. Y creo que es importante que las distintas candidaturas se empiecen a pronunciar porque es una institución que tiene una carta orgánica aprobada en el último trimestre de 1989, casi terminando el régimen de Pinochet, entonces se tomó esa institucionalidad y después durante 30 años nunca se ha revisado”.
Asimismo, Solimano manifestó que es necesario ampliar los mandatos de la institución, pues los objetivos actuales parecen “incompletos”, ignorando que el Banco Central y sus políticas se relacionan con una multiplicidad de factores.
“Dejarlo que solamente tenga la meta de inflación es insuficiente porque en la política económica se necesitan otros instrumentos”, señaló.
Solimano explicó que “si bien el Banco Central parece muy alejado del tema medioambiental, hay que recordar que las cuentas nacionales en Chile ahora se preparan en el Banco Central. Pero no publica, por ejemplo, cuentas ambientales, que son metodologías que recomiendan Naciones Unidas y el Banco Mundial. Son cuentas ambientales que deben ir incorporadas a las cuentas nacionales porque, por ejemplo, ahora no sabemos cuándo se deprecia el capital natural que tiene Chile. Ése es un ejemplo concreto de que lo que hace o no hace también influye en otras cosas”.
Además, el economista se refirió a una posible afectación de la autonomía del Banco Central, y sobre este punto indicó que esta característica puede ponerse en discusión desde ya, pues hoy es difícil hablar de una independencia, ya que en lo que refiere a lo político ésta no es completa si es el Presidente quien escoge a los miembros del Consejo.
“Una independencia respecto de que, por ejemplo, no le pase créditos automáticamente al Fisco, como en un periodo histórico se hizo, se puede mantener. Igual los Bancos Centrales, como tienen tanto contacto con el sector financiero, están influidos por el poder económico, entonces hay que definir bien la independencia respecto de qué se quiere”, indicó Solimano.
Ante las propuestas generales puestas sobre la mesa, el economista Alejandro Alarcón, es más cauto. Según señaló el académico de la Universidad de Chile “el discurso de Jadue tiene que ver con la independencia del Banco Central, ampliar las funciones es una cuestión demasiado general. Hay otros Bancos Mundiales que son independientes como la Reserva Federal que también se preocupan del desempleo, pero el Banco Central de Chile, no en forma directa, ha estado preocupado de las actividades y por lo tanto del empleo, entonces ya serían otras funciones”.
Junto a ello Alarcón añadió que, en su opinión, el Banco Central tiene que concentrarse en las funciones monetarias, ciertamente en la actividad y especialmente en la trayectoria de la inflación.
“Yo creo que las proposiciones globales dejan una profunda desconfianza respecto del impacto que va a existir en la inflación. Y ésta es mala porque no solo provoca una mala asignación de recursos si uno lo mira desde el punto de vista económico global, sino porque es un impuesto regresivo que afecta sustancialmente a los más pobres”.
Según manifestó el economista, el planteamiento de Daniel Jadue respecto de la expansión del gasto público terminaría afectando la inflación.
“Es lo mismo que pasa con Fernández en Argentina, dijo que iba controlar la inflación y ya estamos con la inflación cercana al 50 por ciento, y con la nueva versión que tienen los desequilibrios con un tipo de cambio realmente desbocado, ya vamos con una devaluación cercana al 100% (…) Yo creo que los discursos populistas al final terminan con el tipo de cambio con serios problemas, porque ésta es otra variable que influye y, por lo tanto, llegamos al problema de fondo que es el impuesto que afecta a los más pobres, que es el impuesto de inflación”, aclaró.
Desde el equipo de Daniel Jadue, el economista Ramón López aclaró que los planes de Gobierno no quedan escritos en piedra, pues hay cosas que son imposibles de prever, como en este caso el desarrollo de la pandemia o los acuerdos de la Convención Constitucional. Sin embargo, aclaró que como propuesta apuestan a siempre adaptarse en función de sus grandes objetivos programáticos y con la verdad hacia la ciudadanía siempre por delante.