El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por su sigla en inglés) dio a conocer su más reciente informe de evaluación sobre el cambio climático.

Los resultados dan cuenta de que la humanidad “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra, lo que ha generado cambios generalizados y rápidos” en el planeta.

Las conclusiones además reportan que desde la ocurrencia de la Revolución Industrial las emisiones han tenido una tasa de crecimiento al alza y actualmente llegan a los niveles más altos de los últimos 800.000 años.

En entrevista con Radio Universidad de Chile, el académico Fernando Santibáñez, experto en climatología, señaló que el informe viene a poner en evidencia una situación que hasta ahora ha sido subestimada.

“Los efectos del cambio climático son muy extendidos en todo el planeta y de una intensidad que empieza ya a ser preocupante. Por lo tanto, el informe tiene que ser tomado de una forma seria, no tanto por la población, sino más bien por los estados que tienen que hacer el trabajo de tomar acciones inmediatas y efectivas para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante un plan de reemplazo de energía renovables tradicionales por energías renovables no convencionales”, explicó.

En esa línea, el académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile indicó que si bien hasta ahora se han tomado algunas acciones, parecen no estar dando del todo resultados.

Los expertos del IPCC advierten que el incremento de la temperatura se mantendrá hasta al menos la mitad del siglo XXI sin ningún cambio, independiente de cualquier cambio que se implemente. A partir de entonces, las cosas se prevén aún peor ya que no se logrará la meta de que el calentamiento quede entre los 1,5 y 2 grados “a menos que se produzcan reducciones profundas en las emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas”.

Fernando Santibáñez.

Al respecto, Santibáñez indicó: “La temperatura sigue subiendo como dice el informe y con riesgo de que vulneremos el grado y medio de temperatura de alza por sobre el nivel actual, lo cual pondría al mundo en una situación bastante difícil, por lo tanto, no es un tema trivial, los estados tienen que tomarlo muy en serio”.

“Los países desarrollados están teniendo éxito en reducir de alguna manera las emisiones, pero los países en vía de desarrollo siguen aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero, porque sin duda que tienen menos recursos tanto tecnológicos como económicos para hacer una reconversión energética. Entonces el resultado de eso es que el mundo en general sigue aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero”, comentó.

El especialista en cambio climático señaló que es necesario que los países desarrollados se comprometan a ayudar a los países en vías de desarrollo a cumplir las metas de reducción de emisiones, dado que los primeros “en gran medida deben su desarrollo a que ellos en el pasado emitieron enormes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Son los que debieran hoy ayudar a los países en vías de desarrollo a cumplir las metas de reducción de emisiones”.

En tanto, respecto de los efectos que el alza de la temperatura traerá especialmente en materia climática, Fernando Santibáñez explicó que esto variará en función del lugar, pero que sin duda habrá notorios cambios.

“Hay países donde la precipitación va a aumentar en intensidad al punto de que va a amenazar la seguridad humana como lo que está pasando en Europa, nadie habría pensado que Alemania y Bélgica iban a estar sufriendo inundaciones parecidas a las que ocurren en un país en vías de desarrollo”, explicó.

Además, comentó que en Asia también se presentarán inundaciones por lluvias inusitadamente intensas. Mientras que “en otras regiones del mundo, donde estamos nosotros por ejemplo, nos va a corresponder un aumento en la aridez, es decir, una disminución de las lluvias lo cual es igualmente grave porque nos afecta en la disponibilidad de recursos hídricos”.

En las áreas intertropicales, explicó Santibáñez, se va producir un aumento en la intensidad y frecuencia de los huracanes y las tormentas tropicales. “Se requiere por lo tanto una acción concertada de todos los países para frenar este fenómeno”, aseveró el académico.

La contribución de Chile

Si bien por su tamaño, industrias y población Chile no se encuentra dentro de los países más perjudiciales para el planeta en términos de cambio climático, sí cuenta con un capital importante para cooperar en la mitigación.

Según explicó el académico Fernando Santibáñez, Chile tiene muchas posibilidades de aportar en la captura de CO2.

“Podemos aportar a través de los planes de reforestación. Chile es uno de los países del mundo, que no son muchos, que ha aumentado su masa forestal en los últimos 40 años. Debiéramos seguir en esa vía de capturar CO2 desde la atmósfera, ayudar a limpiar la atmósfera por la vía de seguir aumentando nuestra masa forestal”, afirmó.

“Eso implica, además de plantar árboles, evitar que se quemen, evitar los incendios forestales creando una consciencia en toda la población de que cuando un árbol crece y atrapa CO2 todos nos beneficiamos de alguna manera”, agregó.

Bajo el objetivo de evitar la generación de incendios forestales, Santibáñez explicó que es necesario diseñar estrategias de plantación que vayan intercalando el bosque nativo con especies exóticas, pues estas son mayormente combustibles, “de manera de cumplir el doble objetivo de atrapar CO2 y por otro prevenir la expansión descontrolada de los incendios forestales”.

Asimismo, el académico señaló que en materia de energías limpias Chile cuenta con una ilimitada posibilidad de transformarse en proveedor.

“Si tenemos la posibilidad de aumentar nuestra capacidad de generación solar, eólica, que abunda en el territorio chileno, y a partir de eso generar hidrógeno verde, a partir del agua, entonces pasaríamos a ser un país proveedor de energía a nivel mundial. Ojalá que tengamos la inteligencia y decisión para ir rápido en esa dirección”, concluyó el experto en bioclimatología.