Este jueves comenzó a regir el estado de excepción en las provincias de Biobío y Arauco, en la Región del Biobío; y Malleco y Cautín, en la Región de La Araucanía.
En este contexto, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, viajó a la zona para supervisar en persona los trabajos y medidas dispuestas en función del estado de excepción.
En un punto de prensa, el jefe de gabinete aseguró que la medida dispuesta por el Gobierno no contempla un toque de queda, a su vez que descartó que la medida esté dirigida a algún pueblo o etnia en específico, sino que tiene por objetivo -según él- brindar seguridad a toda la población.
“El foco de este estado de excepción es que las personas estén más seguras, puedan salir libremente a sus actividades cotidianas; el foco es contra el crimen organizado, no contra grupos o personas específicas, sino contra el nacotráfico, el crimen organizado”, sostuvo la autoridad.
“A nosotros no nos cabe duda que la gran mayoría de las personas que viven, que habitan estas provincias, quieren, necesitan y merecen vivir en paz”, agregó.
Además Delgado explicó que los efectivos militares dispuestos en la zona no pueden actuar de manera autónoma ni directa, sino que deben limitarse a prestar colaboración tanto con Carabineros como la PDI.
“Las Fuerzas Armadas pueden colaborar con todos los medios disponibles y con toda la capacidad del Estado para que las policías puedan hacer su labor habitual. Las Fuerzas Armadas, en este contexto, no remplazan a las policías ni pueden hacer acciones policiales directas o autónomas, pero sí pueden acompañar el procedimiento, brindar los medios para que ese procedimiento sea seguro, sea efectivo, pueden asegurar el área, entregar todos los medios necesarios en cuanto, incluso, inteligencia, pero no pueden participar directamente del operativo”.
En la zona en que rige el estado de excepción ya se registran camiones militares y helicópteros patrullando las calles.