Marco Kremerman, economista Fundación Sol por proyecto de PGU: “Los ingresos no pueden ser coyunturales o parte de un ciclo puntual”

El especialista desmenuzó la iniciativa del Gobierno con el que asegura financiará la Pensión Garantizada Universal, propuesta que señaló tiene algunas partes dudosas respecto de las áreas donde va a buscar los fondos. Además, indicó que sería mucho mejor fortalecer el actual Pilar Solidario en vez de reemplazarlo por la PGU.

El especialista desmenuzó la iniciativa del Gobierno con el que asegura financiará la Pensión Garantizada Universal, propuesta que señaló tiene algunas partes dudosas respecto de las áreas donde va a buscar los fondos. Además, indicó que sería mucho mejor fortalecer el actual Pilar Solidario en vez de reemplazarlo por la PGU.

Las críticas a la propuesta del Gobierno para financiar el proyecto de Pensión Garantizada Universal se han escuchado desde varios sectores, en especial de la oposición, de representantes de la futura administración de Gabriel Boric e incluso economistas como el ex presidente del Banco Central y decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, José de Gregorio.

Y es que la iniciativa del Ejecutivo del Presidente Sebastián Piñera no cuaja para quienes conocen los detalles del proyecto presentado hace algunas semanas y que desde La Moneda esperan sea aprobado a la brevedad para comenzar a entregar el beneficio a partir del próximo mes de febrero.

En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el economista e investigador de la Fundación Sol, Marco Kremerman, señaló que hay al menos dos elementos técnicos son al menos cuestionables respecto a la iniciativa.

El especialista sostuvo que “esto se trata de un proyecto con un gasto que va a ser para siempre y por tanto requiere ingresos permanentes y la forma de financiamiento que plantea el Gobierno que significa un ingreso adicional de 0.95 por ciento del PIB, estamos hablando de casi 3 mil millones de dólares más que se requiere para financiar en régimen esta ley corta”.

Sobre el financiamiento propiamente tal, Kremerman comentó que “uno de los orígenes es una disminución del fondo de reserva de pensión que se creó a fines de 2006 para hacer frente a las contingencias del Pilar Solidario y que cada año el Fisco aporta el 0.2 y el 0.5 por ciento del PIB, dependiendo si hay superávit Fiscal o no”.

Sin embargo, en estos últimos años sólo se ha logrado aportar el piso mínimo de 0,2% debido a la situación económica producto de la pandemia del Covid 19, pero de igual forma, “el Gobierno propone disminuir en un 50% el aporte regular a este fondo de reserva de pensiones y ese 0.1% del PIB restante disponerlo para esta esta nueva Pensión Garantizada Universal”.

“La segunda fuente de financiamiento serían las provisiones de proyectos de ley anteriores, las reformas de pensiones y la ley corta de pensiones, supuestamente quedaron disponibles que sería un 0,5% del PIB y 0,5% del PIB vendrían a partir de ciertas exenciones tributarias o de eliminaciones tributarias como la ganancia para el capital”, explicó el especialista.

Uno de los sectores sería aumentar de cero (como es en la actualidad) a un 10 por ciento parejo a estas ganancias de capital, lo que para Kremerman también es algo debatible.

“Debería ser tasas marginales, de acuerdo a tramos de impuestos del global complementario, también otras exenciones que están siendo discutidas, el IVA para las constructoras, para las segundas o terceras viviendas y también para ciertos servicios que no sean educación, salud, sino otros servicios”, precisó.

A lo anterior agregó que “lo más dudoso sin duda tiene que ver con estos 0.5 por ciento del PIB que no se habrían gastado de otros proyectos de ley que no se han llevado a cabo. Sin duda sería mucho más adecuado que el financiamiento viniera desde fuentes permanentes y que esas fuentes permanentes estuvieran vinculadas a la eliminación de otras exenciones tributarias o que se gravaran exenciones tributarias que hoy día no son gravadas, como la ganancia al capital o de otros tipos de ingresos”.

Por eso insistió en que “el Gobierno tiene que mostrar que para financiar esta PGU, los ingresos no sean coyunturales o parte de un ciclo puntual, sino que sean ingresos permanentes y que permitan al próximo Gobierno hacer sus propias reformas”.

Kremerman puntualizó que así como está planteado el proyecto del actual Gobierno e incluso la propuesta hecha por el Presidente electo, Gabriel Boric durante su campaña, es regresiva.

“Por ejemplo, la persona que hoy día tiene un peso de pensión autofinanciada, o cero peso, que es la pensión que yo tengo con mis ahorros y la rentabilidad que consiguen las AFP’s, recibe íntegramente si pertenece al 60 por ciento más pobre un subsidio del Estado, que es el Aporte Previsional Solidario que llega a 176 mil pesos y fracción. Esta PGU lo que hace es sustituir el Pilar Solidario. El Pilar Solidario se elimina, se elimina el Aporte Previsional Solidario, por lo tanto una persona que hoy recibe una Pensión Básica Solidaria de 176 mil pesos y fracción, va a pasar a recibir 185, es decir son 9 mil pesos más, ese es el beneficio”, puntualizó.

Por el otro lado, “quienes reciben un Aporte Previsional Solidario alto, una persona que tiene una pensión autofinanciada muy baja, 50 mil pesos, actualmente recibe un subsidio de 159 mil pesos y fracción y eso se eliminaría y pasaría a recibir 185 mil, entonces la mejora pasa a ser un poco menos de 26 mil pesos. Entonces uno va escalando. Y mientras más alta es tu pensión autofinanciada, más plata vas a recibir. Si una persona que tiene una pensión actualmente de 500 mil pesos, recibe un subsidio de 6 mil 892 pesos y ahora va a recibir 185 mil pesos; o sea, va a recibir 178 mil pesos más y va a aumentar en un 35 por ciento su pensión. Y quien tiene una Pensión Básica Solidaria, va a aumentar un 5% su pensión; o quien tiene una pensión de 50 mil pesos autofinanciada y recibe subsidio, va a aumentar 12,3% su pensión”.

El investigador comentó que “los grandes ganadores y la parte positiva, son los que no estaban cubiertos por el Pilar Solidario actualmente, es decir, aquellos que no estaban en el 60 por ciento más pobres y que con esta ley entre el 60 y el 80% pasarían a recibir íntegramente 185 mil pesos más. Y quienes están en el percentil entre el 80 y el 90, recibirían una fracción de esos 185 y también va a depender de la pensión autofinanciada que tengan: hasta 630 mil pesos tú recibes íntegramente los 185 si es que estás en el 80 por ciento más pobre, y después de los 630 vas a recibir un monto menor hasta el millón de pesos, no recibirías nada”.

Para el economista, “sería mucho más adecuado aumentar la cobertura del Pilar Solidario actual, es decir, no sustituir el Pilar Solidario por una Pensión Garantizada Universal y hacer el Pilar Solidario más universal, que llegue a un 90 por ciento. Y elevar el monto de la Pensión Básica Solidaria a 250 mil pesos, por ejemplo. Que es muy distinto a lo que propone Gabriel Boric de llevar también una pensión garantizada de 250 mil. ¿Por qué? Porque si tú llevas la Pensión Básica Solidaria a 250, quien actualmente recibe la PB 176 mil, no aumenta 9 mil pesos, aumentaría casi 75 mil que es un 42 por ciento más. Y quien recibe una pensión autofinanciada de 150 mil pesos y tiene un subsidio de 125, queda en 275, pasaría aproximadamente a los 346 mil pesos y aumenta 71 mil pesos más. Las pensiones más bajas mejorarían más que con la Pensión Garantizada Universal y las personas que tienen pensiones más altas mejorarían menos que lo que propone el Gobierno”, siendo de esta manera mucho más equitativo el ingreso.

(Imagen referencial)





Presione Escape para Salir o haga clic en la X