Se trata de una victoria para Assange después de que el 10 de diciembre pasado, la Alta Corte de Londres hubiera decidido que éste podía ser extraditado porque consideraba que había garantías suficientes sobre las condiciones de su detención en Estados Unidos.
Assange fue apresado por la policía británica en 2019 en la Embajada de Ecuador en Londres donde pasó siete años refugiado por temor a ser extraditado a EEUU o a Suecia donde le acusaban de violación, un acusación que finalmente la justicia sueca abandonó. Su detención fue posible después de que el entonces presidente ecuatoriano Lenín Moreno le retirara el asilo concedido por su antecesor Rafael Correa.
La justicia estadounidense lo acusa de 18 cargos y se expone a una pena de 175 años de prisión por haber difundido más de 700.000 documentos clasificados sobre las actividades militares de los estadounidenses, sobre todo de las guerras en Irak y Afganistán.
El caso de Assange se ha convertido en una causa para los defensores de la libertad de expresión y de prensa que estiman que Wikileaks hizo bien en publicar esos documentos porque son de interés público.
El gobierno estadounidense no piensa lo mismo y considera que Assange no es ningún periodista, sino un pirata informático que con la divulgación de esa información, sin ningún tipo de edición, puso en peligro a sus informantes sobre el terreno. (con AFP)