Sigue siendo objeto de discusión el fenómeno migratorio en el norte del país, por lo que distintos sectores han insistido en sus críticas contra las políticas que ha impulsado el Gobierno para abordar esta situación.
Estos cuestionamientos volvieron a intensificarse luego que esta semana se registrara una agresión por parte de un grupo de extranjeros a dos funcionarios de Carabineros en medio de una fiscalización en la playa Cavancha, en Iquique. El hecho dejó cuatro detenidos, quienes además serán expulsados del país, de acuerdo a lo informado por el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
En el Hospital de Carabineros, en el marco de una visita al sargento segundo Alfredo Espinoza, quien fue atacado por uno de los sujetos con una manopla, el secretario de Estado afirmó que “ya están firmadas las cuatro resoluciones de expulsión de estas personas. Se firmaron antes del control de detención y antes de saber efectivamente que iban a quedar en prisión preventiva. Por lo tanto, nosotros vamos a respetar ese plazo de investigación, pero las resoluciones están firmadas”.
En esa línea, la autoridad detalló que con esto “si no llegan a condena, si quedan en libertad en algún momento, serán expulsadas inmediatamente del país. Si son condenadas tendrán que cumplir la condena o parte de ella, incluso en las expulsiones judiciales hay conmutación de pena, también se podrá hacer eso una vez que cumplan algo de la condena en Chile, pero estas personas en libertad o en Chile no se quedan”.
Al respecto, la antropóloga y fundadora de la Asamblea Abierta de Migrantes y Promigrantes de Tarapacá, Nanette Liberona, cuestionó la vinculación del fenómeno migratorio con el aumento de la delincuencia, acusando a las autoridades de no dar respuestas concretas frente a estos hechos.
En ese sentido, reconoció que “efectivamente, hay una sensación de inseguridad muy grande en la región, debido a un aumento considerable de la migración venezolana y que se ha tenido que instalar en las calles principalmente de Iquique, pero también de muchas ciudades y pueblos de la región de Tarapacá, ocupando espacios públicos y tratando de salir adelante de una situación de pobreza inmensa, de la miseria misma, y que el Estado de Chile no ha dado ninguna respuesta para resolverlo”.
“Entonces, derivado de este desborde se producen hechos delictuales que, por supuesto los vamos a rechazar. Las personas no pueden trabajar formalmente porque no tienen regularizada su situación migratoria porque se le han cerrado todas las posibilidades de hacerlo, incluso se han puesto muchas barreas, dificultades y arbitrariedades administrativas para el acceso al refugio. Creemos que lo hecho muy mal el Gobierno desde el principio, enfatizó Liberona.
Por ello, la académica de la Universidad de Tarapacá también instó a la Gobernación Regional a rectificar esta relación entre migración e inseguridad, a propósito del lienzo desplegado en la sede de dicha institución y por la cual Contraloría solicitó un informe para explicar esta situación en un plazo de cinco días.
Por su parte, el representante de la Defensoría de Migrantes en Chile, Rodolfo Noriega, abordó la compleja situación que atraviesa la comuna de Colchane, donde reportó el colapso del refugio instalado en ese sector por parte del Gobierno y en el que, además, el alcalde Javier García ha informado el ingreso diario de más de 600 personas desde la frontera con Bolivia.
Es ese contexto, sostuvo que esta situación se ha agravado especialmente a partir del inicio de la pandemia con el cierre de los pasos fronterizos, apuntando que “los flujos migratorios no se controlan por decreto. Hay que tomar una serie de medidas porque es un tema muy complejo para tratar de regular, pero nunca vas a poder contener totalmente los flujos migratorios. Entonces, lo que generó es una presión de Iquique que determinó en Colchane se empiecen a concentrar las barreras sanitarias y con ello la migración y los problemas, que se hacen más evidentes en una ciudad tan olvidada como la zona fronteriza del norte de Chile y específicamente Colchane, en donde los migrantes van a empezar a circular porque no les permiten pasar hacia el resto del país”.
De modo que para Noriega “ahí empieza a denotar el problema que no han sabido manejarlo, porque lo que han hecho es generar más barreras, más trabas y, con ello, mayor conflicto y enfrentamiento”.