Aunque la ex Colonia Dignidad ha sido abordada en series, películas y documentales, Cantos de represión logró cautivar tanto a la crítica como a las audiencias gracias a su mirada aguda, ingeniosa y sensible respecto de un presente marcado por los fantasmas del pasado.

Co-dirigido por Estephan Wagner, quien creció en Chile, y Marianne Hougen-Moraga ­­–de madre chilena–, el documental debutó en el prestigioso festival danés CPH: DOX, donde fue doblemente premiado. Luego fue reconocido como Mejor Película en el Festival de Valdivia y ganó la Competencia Nacional de FIDOCS, entre otros galardones obtenidos en Francia, Islandia y otros países.

Ahora prepara su estreno comercial en salas chilenas para este 14 abril. Distribuye Market Chile.

En un retrato a la vez conmovedor y perturbador, la película explora cómo quienes decidieron permanecer en la ex Colonia Dignidad recurren a distintas estrategias para dar sentido, rechazar o justificar –según sea el caso– los traumáticos 45 años de encierro.

Alcanzando una inusual intimidad, Cantos de Represión explora las consecuencias de la sostenida represión psicológica ejercida sobre los colonos a través de experimentos tales como palizas sin sentido durante las sesiones de canto, o abuso sexual reiterado hasta que éste se convirtiera en hábito y rutina.

“Colonia Dignidad es el conjunto más macabro de males que el ser humano puede producir: pedofilia masiva, tortura, asesinato y fosas comunes, esclavitud y tanto más”, reflexionan los directores. “Pero para los habitantes de Colonia Dignidad su historia no terminó con la muerte de Paul Schäfer. En el documental el público se encuentra con las distintas estrategias que ellos han adoptado para sobrevivir con sus traumas. Durante cuatro años se filmó y editó esta película que como ninguna otra muestra toda la paleta de secuelas que aún hay hoy en día”, destaca Hougen-Moraga.

La importancia del documental está a la vista. “Es la única película sobre Colonia Dignidad que retrata tan de cerca a los habitantes de hoy y que de forma tan íntima muestra su lógica”, indica Wagner. “El documental hace que comprendamos cómo el pasado se refleja en el presente. Aporta una mirada completamente nueva, de matices y complejidad sobre las consecuencias de los horrores del pasado en el hoy en día. Las líneas entre víctimas y victimarios son borrosas y el olvido resulta ser una herramienta de represión. Es una película que, al retratar el presente de los habitantes de la ex-Colonia Dignidad, explora cómo sistemas represivos se pueden llegar a repetir si no hay diálogo y reconciliación con lo que haya sucedido en el pasado”, destacan los directores.