Será el próximo 8 de mayo que el Partido Socialista definirá a la persona que sucederá en el cargo al actual timonel y presidente del Senado, Álvaro Elizalde.
Entre las cartas que se barajan para presidir la colectividad destacan nombres, tales como el senador Alfonso de Urresti, de la lista “Unidad Socialista”, y la exparlamentaria Fanny Pollarolo, quien encabeza la lista disidente “Socialistas por un Cambio Necesario”.
Tras la realización de su primer encuentro de cara a las votaciones internas, esta última agrupación reforzó su compromiso con el gobierno de Gabriel Boric y el trabajo de la Convención Constituyente.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, la médico psiquiatra y exdiputada por el entonces Distrito 3 profundizó sobre el liderazgo del PS en los últimos años y los cuestionamientos que han levantado algunos de sus militantes a propósito del proceso constituyente, en especial sobre el término del Senado y su reemplazo por una Cámara de las Regiones.
Sobre este último punto, Fanny Pollarolo comentó que “en general, creo que ha habido una actitud que expresa, de algún modo, miedo a más democracia. Diría que es el conservadurismo, que en la derecha es bastante comprensibles porque un sector importante de ellos estuvo por el Rechazo a una nueva carta fundamental. Pero resulta muy descorazonadora para un partido por los cambios. La expresión conservadora de nuestros senadores es bastante extrema, de un tono incluso violento, de una crítica realmente incomprensible. Los argumentos que se entregan a mí me parecen bastante absurdos y débiles y aparece mucho más una imagen corporativa”.
Asimismo, apuntó sus críticas contra la institucionalidad del Senado, señalando que “nunca ha sido un contrapeso. Es una cámara revisora y, además de revisora, bastante absurda, porque los poderes se revisan entre sí, pero no al interior de un poder. Es realmente una cámara que pretende ser técnica y lo único que hace es reproducir el mismo trabajo de la Cámara de Diputados”.
“Si decimos que somos un Estado regional y si hemos hablado por tantas décadas de la necesidad de terminar con este centralismo agobiante, es lógico darle este nivel a una cámara regional”, añadió.
Desde esa perspectiva, lamentó las declaraciones del timonel socialista, Álvaro Elizalde, quien consideró que esta nueva estructuración obedece a un “unicameralismo encubierto” y que la norma que establece una Cámara de las Regiones “no cumple con el estándar mínimo de ser una regulación coherente”.
Pollarolo comentó que “es triste para nosotros, quienes encabezamos esta lista y siento que para la inmensa mayoría de la militancia socialista en los territorios. Uno lo que recoge es que aumenta la sensación de desesperanza ¿Qué Partido Socialista está hoy día jugando un papel que no es el papel de los cambios, de avanzar? Sino que es el conservador que representa en la práctica una mirada coincidente con la derecha”.
“Nosotros como lista nacemos y postulamos a la dirección del partido porque sentimos que aquí hoy día en la política que se está llevando a cabo por parte de la dirección es la ausencia de democracia interna que se ha venido consolidando en el último tiempo. Requiere cambios profundos y lo que está mostrando es una manera que no representa el papel histórico de los socialistas”, apuntó.
Respecto al rol del PS dentro de la nueva administración, la exparlamentaria dijo tener “una clara confianza en quienes están encabezando ministerios. Allí los perfiles indican que no están por más de lo mismo y que están por impulsar un gobierno de cambios. Cuentan absolutamente con la confianza de que van a jugar ese papel de gobernar con lealtad y apoyo positivo, que significa que las diferencias, visiones autocríticas se realizan al interior del gobierno, pero no por la prensa y con este tono escandaloso de lo que se está defendiendo, como en este caso de la Convención”.
En cuanto a las polémicas que ha debido enfrentar el Ejecutivo en su primer mes de trabajo, valoró el reconocimiento oportuno de los errores de parte de las autoridades y consideró que “la elite, quienes están en las alturas, parecieran no estar actuando en base a la confianza y, por lo tanto, están más bien poniendo dificultades y más trabas. Quienes estamos por los cambios y sentimos que se ha dado una oportunidad histórica sostenemos que esa confianza tiene que hacerse efectiva, tiene que ver con una cosa profunda, no es formal, no es por cálculo electoral. Aquí hay una dirección ‘parlamentarizada’ que está separada de la militancia”.
“Son tiempos de mucha reflexión, de buena conversación, análisis serio, cosa que no se ha hecho en el Partido Socialista a lo largo de toda la Concertación, menos ahora. Tenemos un tiempo muy clave, los militantes dicen ‘ésta es la última oportunidad que le doy, sino me voy’. El gran problema del partido es que se está yendo su gente y que su base está pesimista, desalentada. Lo que estamos planteando es que el PS no puede ser un partido de centro, tiene que recuperar esa razón de ser, esa identidad que está ligada a su historia, que necesita el país”, aseveró Fanny Pollarolo.