En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el analista político y director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones Universidad Central, Marco Moreno, abordó la conducción del gobierno del presidente Boric tras el primer mes de administración y las repercusiones que dejó el rechazo al proyecto de retiro de los fondos previsionales bajo seis causales como primer ejercicio legislativo de rigor para el Ejecutivo. Un capítulo que tanto el mandatario como los ministros de Hacienda y Segpres han dado por superado pero reconociendo, en el caso de los secretarios de Estado, la necesidad de mejorar las relaciones con el Parlamento.
Se trata de un imperativo para el Gobierno teniendo en vista la reforma tributaria y previsional que desea materializar. No obstante, a juicio de Moreno, habrá que replantear ciertos aspectos de la gestión considerando en primer lugar, que en estas semanas de instalación, en La Moneda han tenido dificultades para marcar sus propias pautas.
“Lo que hemos podido observar es la sensación de que no ha podido tener el control de la agenda, que es una herramienta fundamental de los gobiernos para poder gestionar. Esto se expresa en que, esa agenda de gobierno, la agenda política institucional, ha estado siempre de alguna manera tomada por otros actores. Las primeras semanas fue la Convención que de alguna manera colocó los temas y obligaba al Gobierno a tener que estar emitiendo su opinión o su posición respecto de lo que se aprobaba en las comisiones o en el pleno, en ese sentido vimos una constitucionalización de la agenda de Gobierno. Luego las últimas semanas, ha sido el Congreso”, señaló.
Y es que el quinto retiro parlamentario tuvo al Ejecutivo “prácticamente 15 días teniendo que intentar dar solución o procesar este proyecto de ley”, señaló. No obstante, tras el rechazo del rescate a todo evento, y del acotado del Gobierno en la Cámara de Diputados y Diputadas, el Ejecutivo podría establecer sus propias prioridades según lo que han expresado los propios personeros de La Moneda, señaló.
“Se ha dicho que va a adelantarse la discusión de la reforma tributaria y de la reforma de pensiones junto con el proyecto de incremento de salario mínimo, por lo tanto algunos piensan que es a partir de ahora que el Gobierno pueda llevar adelante su propia agenda sin tener que estar teniendo que reaccionar o actuar reactivamente respecto de otros actores que colocan los temas y colocan las prioridades en la agenda”.
Pero este no es el único factor en el que Moreno diagnóstica una falencia. Adicionalmente consideró que “ha habido una crisis de liderazgo y autoridad en general en quienes ocupan posiciones dentro del Gobierno pero especialmente en lo que ha ocurrido con la ministra del Interior, Izkia Siches”. En ese sentido recordó la visita de Siches a Temucuicui, sus declaraciones respecto al Poder Judicial y su comparecencia en la Comisión de Seguridad de la Cámara, enfatizando que “ella no es una ministra sectorial, es la jefa de Gabinete, es el cargo más importante dentro de nuestro ordenamiento institucional en términos de lo que son los secretarios de Estado”.
“(Estos hechos) han puesto en entredicho su capacidad de liderazgo y eso se vio en su ausencia en lo que ocurrió con la tramitación de los proyectos de quinto retiro el día lunes. Uno hubiese imaginado, esperado, que sea la ministra quien hubiese llevado adelante la negociación con los parlamentarios, con sus subsecretarios especialmente el de Desarrollo Regional. Juegan un rol muy importante porque de alguna manera son los que pueden proveer soluciones a los parlamentarios frente a demandas e inquietudes que tienen y de esa manera conseguir apoyos para las iniciativas que impulsa el Gobierno. Eso no lo vimos el día lunes lo que marca una incertidumbre respecto a cómo está gestionando la ministra Siches su cartera”, cuestionó.
La tensión con el Parlamento
El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones Universidad Central sostuvo que cualquier gobierno debe romper la inercia con el Congreso para efectos de avanzar en sus iniciativas legislativas. Misma práctica que deberá adoptar la administración Boric para materializar compromisos tan gravitantes como la reforma tributaria y la previsional. En ese sentido consideró que el titular de la Segpres, Giorgio Jackson, debe encauzar ese desafío de mejor manera a cómo se vio en la tramitación de los retiros.
“Si bien es cierto este gobierno no tiene mayoría en el Congreso, la coalición del Presidente tiene 37 diputadas y diputados y si le sumamos la otra coalición que está colaborando con el Gobierno más la Democracia Cristiana, suman otros 37 más, o sea 74 diputados y diputadas, pero el Gobierno consigue un apoyo de 68 diputados el día lunes para la tramitación de su propio proyecto, lo que habla de que ni siquiera tuvo la capacidad de ordenar a todos los parlamentarios de su gobierno, que sustentan su gobierno, detrás de esa iniciativa y eso da cuenta que el Gobierno, a través del ministro de la Presidencia, que es la persona que tiene esa relación con el Congreso y con el Parlamento, está teniendo a lo menos un problema de fluidez en la relación con ellos”.
En esa línea Moreno recomendó al Ejecutivo reformular el diseño con el que se dejó al Presidente Boric a la retaguardia del gabinete, para efectos de que el mandatario pueda robustecer su liderazgo.
“Que el presidente Boric fuera el jefe de Estado, el jefe de Gobierno y no se entrometiera en las discusiones de su coalición, tiene que cambiar. El presidente Gabriel Boric tiene que convertirse en el líder de su coalición y por lo tanto eso lo va a obligar a entrar a una relación y a un trato y a un ordenamiento de sus dos coaliciones que conforman el Gobierno. Porque esa es otra dificultad, que hay dos coaliciones de gobierno”, observó.
En esa línea consideró además que “el ministro Jackson y el gobierno en su conjunto tienen que entender que al no tener mayorías en el Congreso, no pueden sólo tener una relación de privilegio con una parte de su coalición, es decir solamente con Apruebo Dignidad, o sea el Partido Comunista, el Frente Amplio, el Frente Regionalista Verde Social, no es suficiente para poder gobernar”.
“Se requiere de otros apoyos y es por eso que el ministro Jackson va a tener que entender que debe cambiar la manera en que se relaciona con los otros parlamentarios, especialmente lo que se conocía como el nuevo pacto social, es decir el Partido Socialista, el PPD, el Partido Radical, los liberales y la Democracia Cristiana, pero también con otros parlamentarios como el Partido de la Gente que han sido descuidados por parte del Gobierno”, añadió, dando cuenta de la necesidad de hacer un “rediseño de la forma en que se están entendiendo las relaciones políticas y también en cómo van a enfrentar los desafíos que tienen para adelante” por parte del Ejecutivo.