Día Mundial de la Bicicleta: ¿Qué políticas faltan para que aprovechemos mejor este medio de transporte?

El académico de la U. de Chile, Rodrigo Mora, sostuvo que la disponibilidad de recursos es un factor en la falta de caminos aptos para este medio de transporte, pero que si fuera solo por eso “Vitacura estaría llena de ciclovías y no lo está”.

El académico de la U. de Chile, Rodrigo Mora, sostuvo que la disponibilidad de recursos es un factor en la falta de caminos aptos para este medio de transporte, pero que si fuera solo por eso “Vitacura estaría llena de ciclovías y no lo está”.

La bicicleta se ha convertido en uno de los medios de transporte más importantes a nivel mundial, especialmente por lo ecológica que es, en un contexto global en que la prioridad es el cuidado del medio ambiente. Igualmente, a raíz de la pandemia, cada vez más personas prefieren usar este vehículo para evitar las aglomeraciones en el transporte público.

Al menos en la zona central del país, un estudio de Movilidad y Transporte realizado en la Región Metropolitana por Studio Público reveló que el porcentaje de personas que migró hacia al uso de la bicicleta subió de un 8,5% a un 12,6%. Sin embargo, es un medio de transporte que todavía no cuenta con todas las garantías para que se pueda realizar de manera segura, tanto para quienes la usan, como para las y los usuarios que caminan en la vía pública o usan otros medios de transporte que requieran de combustible.

De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la Universidad Católica (Cedeus), tan solo el 71% de las ciclovías del Gran Santiago cumplen con la normativa vigente. El académico de la Faculta de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Rodrigo Mora, se refirió a la mencionada investigación y destacó que en el transcurso de la pandemia se desaprovechó la oportunidad, que si aprovecharon otras capitales del mundo, de que la ciudad creciera en función del desarrollo de este tipo de vías.

“Fue una oportunidad perdida, se siguen vendiendo alrededor de 400 mil autos al año. Eso satura las calles y cada vez hace más difícil el movimiento de los ciclistas y los peatones también”, señaló el académico.

El financiamiento de las ciclovías suele ser responsabilidad de las municipalidades, por lo que las comunas de mayores recursos tienen mayor capacidad de invertir en ellas. No obstante, también se puede decir que su construcción depende de la voluntad política de quienes están a cargo.

Mora sostuvo que la disponibilidad de recursos efectivamente es un factor, pero que si fuera solo por eso “Vitacura estaría llena de ciclovías y no lo está”. Dicho esto, es necesario avanzar en el financiamiento de las ciclovías y que aquella inversión realmente no es tanto como se pensaría. Por lo tanto, lo que en realidad se necesita es una voluntad política decidida, así como una forma de pensar la movilidad de manera distinta.

En cuanto al desarrollo de políticas públicas, el también investigador del Cedeus declaró que éstas deben aprovechar el impulso del cambio cultural respecto al uso de la bicicleta que permitió el estallido social y la pandemia.

Además, enfatizó que de parte de las entidades públicas del Estado debe cambiar la forma en que se evalúa, debido a que actualmente la rentabilidad social de los proyectos de movilidad está definida por el ahorro de tiempo de los automovilistas. Es decir, que si se amplía una vereda y se elimina una pista de autos, en el fondo no se logra la rentabilidad social, porque en realidad se aumentan los tiempos de viaje de los automovilistas independientemente que aumente la comodidad de los peatones.

El especialista destacó que las calles se han establecido para los autos. “Hay que hacer cambios normativos importantes de cómo redistribuir el espacio vial, que es lo que están haciendo todas las ciudades del mundo”, manifestó.

En relación a cómo otros países han logrado desarrollar e impulsar la bicicleta como medio de transporte, el académico mencionó que sin necesidad de comparar a Chile con países lejanos como Dinamarca, Japón, Nueva Zelanda, Países Bajos y otros, que tienen las mejores y más largas ciclovías del mundo, sostuvo que en ciudades de países cercanos como Buenos Aires o que están en el mismo continente como Ciudad de México y Bogotá, están todas las comunas de la capital conectadas a la red de transporte público.

“Las tres ciudades tienen secretarías para este tema y un organismo a cargo de manejar la movilidad en todas las comunas de la ciudad”. Indicó y añadió que gracias a eso son capaces de compatibilizar la información, saber si una estación de metro requiere un estacionamiento para ciclistas y cómo organizar la red de ciclovías de forma tal que alimente el sistema de buses.

 





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