Aires de independencia soplan nuevamente en Escocia

"¿Seguimos unidos al modelo económico británico que nos constriñe a pobres resultados económicos y sociales, con la perspectiva de empeorar aún más fuera de la UE?” Nicola Sturgeon lanza desafiante campaña para un segundo referéndum de independencia.

"¿Seguimos unidos al modelo económico británico que nos constriñe a pobres resultados económicos y sociales, con la perspectiva de empeorar aún más fuera de la UE?” Nicola Sturgeon lanza desafiante campaña para un segundo referéndum de independencia.

Aprovechando el momento de debilidad política por el que atraviesan el conservador Boris Johnson y su gobierno, la Ministra Principal de Escocia ha relanzado este martes su campaña para lograr la realización de un segundo plebiscito que, como aquel realizado en 2014, apunta a liberarse del férreo lazo político e histórico que la ata a Inglaterra. “Si hubiéramos sabido en el 2014 el camino que iba a tomar el Reino Unido con el Brexit, no tengo duda alguna que Escocia habría votado ‘sí’ en aquel momento”, ha declarado Sturgeon, quien incluso se atrevió a proponer una fecha para el referéndum: fines del 2023.

“Aquí tenemos un caso fuertemente convincente para defender nuestra independencia”, recalcó la mujer que lidera del Partido Nacional Escocés (SNP), la misma que acaba de rebasar a su predecesor -Alex Salmond- al permanecer en el cargo durante siete años y nueve meses. En el referéndum del 2014, la permanencia en el Reino Unido ganó por el 55% al 45% de los votos. Durante los primeros meses de la pandemia, y gracias a la gestión de Nicola Sturgeon frente al caos inicial de Boris Johnson para enfrentar la crisis, el apoyo a la independencia en las encuestas subió hasta el 58%, aunque volvería a caer en los meses últimos.

“Estamos estadísticamente ante un empate al 50%”, declaró Mark Diffley, director de la firma encuestadora ‘The Diffley Partnership’. “Ha llovido mucho desde el 2014. No se puede decir que estamos donde estábamos hace ocho años. Lo cierto es que los escoceses están divididos en dos proporciones muy similares, con un margen de indecisos que al final podrían marcar la diferencia”, afirmó. Sin embargo, un portavoz de Downing Street replicó al nuevo desafío de la líder independentista con un flemático: “La posición del Gobierno es que ahora no es el momento para hablar de otro referéndum”.

Nicola Sturgeon ha querido sacar partido a la crisis política de los últimos meses, a raíz de escándalo del Partygate tras la reciente moción de censura contra Boris Johnson (con un alto respaldo del 41% entre sus propios diputados tories) y, en ese predicamento, acaba de relanzar su campaña con la presentación solemne y ceremonial en Bute House, Edimburgo,  del primer capítulo del nuevo “Libro Blanco de la independencia”. Ya desde el título esta primera entrega centrada en políticas económicas es todo un desafío: “Más rica, más feliz y más justa ¿Por qué no Escocia?”, se lee allí. A esta primera parte, según ha prometido, seguirán monografías acerca de la futura moneda, así como sobre política fiscal, defensa, comercio, seguridad social, pensiones y la pertenencia a la Unión Europea (UE).

De hecho, Nicola Sturgeon ha sido especialmente crítica con la belicosa postura de Londres contra la UE por el Protocolo de Irlanda. Es más, la líder independentista escocesa ha acercado posiciones con la vicepresidenta de Sinn Féin y futura Ministra Principal de Irlanda del Norte, Michelle ONeill, con el propósito de formar un frente común ante el gobierno británico. “La gente en Escocia está sufriendo el impacto del costo de la vida día a día, con bajo crecimiento y una desigualdad creciente, con las finanzas públicas cada vez más constreñidas y con el impacto de un Brexit por el que no votamos”, declaró Sturgeon en el relanzamiento de su campaña. Con ello, recordaba que Escocia votó claramente en contra de la salida de Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum de 2016 y se vio obligada a dejar la comunidad en contra de sus deseos.

“Si el Gobierno británico tuviera el más mínimo respeto por la democracia, emitiría una orden acogiéndose a la sección 50 (del Acta de Escocia de 1998) para permitir la celebración de un referéndum vinculante, tal como ocurrió en 2014”, agregó. “Fui reelegida como ministra principal hace poco más de un año con el claro compromiso de dar al pueblo de Escocia la opción de convertirse en un país independiente. La gente eligió un Parlamento escocés con una mayoría decisiva a favor tanto de la independencia, como del derecho a elegir. Por tanto, el Parlamento escocés tiene un mandato democrático indiscutible”, afirmó.

Finalmente, la Ministra Principal de Escocia resumió así el dilema al que se enfrentan los escoceses: “¿Seguimos unidos al modelo económico británico que nos constriñe a pobres resultados económicos y sociales, con la perspectiva de empeorar aún más fuera de la UE? ¿O levantamos los ojos con esperanza y optimismo y buscamos inspiración en nuestros iguales en Europa?”.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X