Un largo vínculo histórico es el que ha desarrollado el Departamento de Antropología de la U. de Chile y la comunidad de Chiu-Chiu, un pueblo ubicado en la Región de Antofagasta. Esta relación se ha plasmado en numerosos proyectos de investigación, sobre todo arqueológica, en sus territorios por cerca de seis décadas, a lo que se suma la formación de varias generaciones de estudiantes en el marco de dichos proyectos.
Con estos antecedentes sobre la mesa, el pasado 7 de septiembre fue suscrito un convenio de colaboración por la presidenta de la Comunidad Atacameña de Chiu Chiu, Dina Nolberta Panire Panire, y la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Teresa Matus Sepúlveda. Si bien esta alianza se impulsa, en primera instancia, para canalizar cooperaciones en el ámbito arqueológico y antropológico, abre posibilidades para cooperación y asistencia en otras disciplinas cultivadas por la Facultad de Ciencias Sociales. De esta manera, constituye solo un primero paso o plataforma para convenios más específicos a futuro, como podrían ser, por ejemplo, estaciones de investigación o talleres educativos permanentes.
El profesor Patricio de Souza, académico del Departamento de Antropología de la U. de Chile y gestor del convenio, recordó que son décadas de trabajo y que en ese contexto, cuando estaba trabajando con la comunidad de Chiu Chiu, esta comenzó a pedirle su apoyo para “hacer un catastro lo más completo posible de varias áreas en torno al poblado con el fin de que ellos pudieran tener un conocimiento bien acabado de sus recursos patrimoniales para poder proteger así estos recursos y con ello su territorio. Así fue madurando la idea de crear un convenio”.
André Menard, director del Departamento de Antropología, señaló que en varias ocasiones han existido relaciones entre comunidades y académicos(as), por lo que a través de estas instancias se han estado formalizando dichas relaciones de manera simétrica y formal. “Hemos formalizado convenios con municipalidades, pero este es el primero que hacemos con una comunidad indígena, es un hito muy importante, marcando un camino para lo que debiéramos seguir haciendo”, recalcó.
Dina Nolberta Panire, presidenta de la Comunidad Atacameña de Chiu Chiu, agradeció a la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile por abrir las puertas a sus pueblos y señaló que ojalá esto siga por siempre. Dio las gracias al profesor Patricio de Souza por haber estado apoyando a la comunidad en el tema arqueológico. “Nuestra comunidad posee mucha arqueología y de un valor importante. Llegar a esta instancia es de un valor fundamental”, añadió.
La decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Teresa Matus, en tanto, dijo sentirse emocionada y le pareció muy significativo que en el contexto que vive Chile, la Universidad de Chile con una comunidad indígena consoliden este acuerdo de trabajo recíproco. “Agradezco a la comunidad haber confiado en nuestra institución. Esto tiene un sentido profundo de colaboración, una puerta abierta para generar otras formas de colaboración con el Departamento de Antropología y otros departamentos de la Facultad y Universidad”, indicó la decana.
Desde la Dirección de Extensión, Vinculación con el Medio y Comunicaciones, específicamente de su área de Vinculación Territorial, su encargado, Bran Montiel, comentó que dentro del “ámbito de la colaboración y vinculación con el medio, y más aún a partir de la perspectiva territorial, estas acciones cobran sentido para el trabajo y proyección de iniciativas que articulen las disciplinas de las Ciencias Sociales con las organizaciones sociales, para la construcción de nuevos conocimientos con pertinencia en lo local”.
El convenio busca fomentar la protección, investigación, valorización y gestión del patrimonio cultural de la localidad y de las áreas aledañas ocupadas ancestralmente, esto considerando que el Estado chileno le reconoce como comunidad indígena por la ley 19.253 y que ratificó el Convenio 169 de la OIT. Tanto la Facultad de Ciencias Sociales como la comunidad de Chiu-Chiu reconocen que la investigación arqueológica y antropológica es importante para el desarrollo del país y de los pueblos originarios, así como lo es la formación de nuevas generaciones capacitadas para investigar, proteger y gestionar el patrimonio cultural. En este contexto, además, dentro de los planes a desarrollar de manera conjunta, está el de trabajar con niños y niñas de la comunidad.