En el marco de la conmemoración del 50° aniversario del Ballet Folklórico Antumapu de la Universidad de Chile, el 30 de octubre el Teatro Municipal de La Pintana dará lugar a la obra Selk’nam: Tiempo de renacer.
Radio y Diario Universidad de Chile conversó con el fundador y director artístico del ballet, Óscar Ramírez, quien señaló que el espectáculo será un tributo al pueblo originario selk’nam, comunidad indígena víctima de genocidio en la época de la colonización.
Se dice que su comunidad está completamente extinta, de hecho, es un pueblo originario que no está reconocido en la Ley Indígena, legislación que establece normas sobre protección, fomento y desarrollo de estas comunidades. Sin embargo, la realidad es que los selk’nam u onas aún cuentan con descendientes que viven entre el resto de ciudadanos y ciudadana del país.
A partir de un encuentro cultural relacionado con el pueblo originario en la Municipalidad de Providencia, varios de sus sucesores tuvieron la oportunidad de conocerse, instancia en la que estuvo presente Ramírez. Ese momento coincidió con la entrega de un documento al director de la obra de parte del ingeniero agrónomo y escritor magallánico, Nicolo Gligo Viel, y que trataba justamente de los ona.
“Para mí eso gatilló la posibilidad de hacer algo para contribuir a esta noble causa. Vi que habían muchos familiares que no se conocían entre ellos, pero que en el fondo los selk’nam eran un pueblo vivo que tenía sus descendientes ahí“, expuso.
Con una cuidadosa selección de elementos que denotan el patrimonio cultural de esta comunidad, la obra consistirá en tres actos independientes, uno referido a la mitología, otro a la ceremonia del Hain (celebración en la que se iniciaba a los jóvenes a la edad adulta) y un tercero acerca de la invasión de su territorio, relegación y muerte de la comunidad Selk’nam.
La puesta en escena propone una reflexión respecto al cuidado de la naturaleza ya que este pueblo vivía en plena armonía con su entorno en la Tierra del Fuego y en la Patagonia. Por esa razón, el espectáculo está basado en el patrimonio cultural que conocieron y en el que vivieron los selk’nam.
De esa manera, la obra coincide con el complejo momento que atraviesa el planeta respecto a la crisis medioambiental, por lo que Ramírez manifestó que los ona podrían enseñarle varias lecciones a la sociedad actual acerca de cómo convivir con la naturaleza.
“Tiene que servir de lección para que podamos compartir la idea de que las persona tienen que trascender en esta forma de poder hacer una vida en común con el medio ambiente”, opinó el director artístico.
El tercer acto del espectáculo se titula “Vida, muerte y renacer”, que tiene la finalidad de dar a conocer cómo los colonizadores fueron ocupando el territorio de la comunidad por medio de diversas matanzas. “Era la superposición forzada de dos maneras diferentes de concebir el mundo. Se enfrentaban dos formas incompatibles de construir el paisaje”, cuenta la obra.
En ese sentido, Ramírez expuso que el genocidio de la comunidad indígena lo considera como de una de las formas “más brutales que hemos conocido en Chile de cómo se puede aniquilar a un grupo de humano“. “Queremos hacer una especie de reivindicación para que eso no vuelva a suceder y nos sirva de experiencia para permitirnos vivir a futuro entre los humanos”, agregó
Así, el director expresó que Selk’nam: Tiempo de renacer también busca hacer un reconocimiento a todos los descendientes de este pueblo originario que vivió en armonía con la naturaleza a cientos de años atrás, hasta que su comunidad y su vida fue interrumpida por la industrialización.