La homosexualidad es “un trastorno mental” afirma embajador qatarí del Mundial

Estupor e indignación han causado las declaraciones de Khalid Salman a la televisión alemana. El también ex futbolista de Qatar agregó que tolerarán a los visitantes del colectivo LGTBI+, pero que “tendrán que adaptarse a las normas de su país”.

Estupor e indignación han causado las declaraciones de Khalid Salman a la televisión alemana. El también ex futbolista de Qatar agregó que tolerarán a los visitantes del colectivo LGTBI+, pero que “tendrán que adaptarse a las normas de su país”.

Khalid Salman, embajador del Mundial 2022 y exfutbolista internacional con la selección qatarí, afirmó que la homosexualidad “es un daño en la mente”. Estas declaraciones las hizo en el marco de una entrevista que se difundió ayer martes por la cadena Züd Deutsche Funk (ZDF) de la televisión alemana, como parte de un documental emitido cuando sólo faltan dos semanas para el inicio de la Copa del Mundo en su país. Agregó que, no obstante la postura irreductible respecto al tema que prevalece en el Estado del Golfo, su país tolerará a los visitantes homosexuales… aunque con matices. “Tendrán que adaptarse y aceptar nuestras normas”, señaló. Salman fue un reconocido jugador qatarí en los años ochenta, formó parte del Club Al Saad y con la selección nacional de Qatar disputó dos copas asiáticas (en 1984 y 1988), al igual que participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 1984.

Después, el exjugador no tuvo tapujo para dejar en claro que la homosexualidad es “haram” en Qatar, es decir, un “pecado prohibido por el Islam” y, además, reconoció que hay “un problema” con que los niños siquiera vean a personas homosexuales. Tras abordar el tema de la homosexualidad, la entrevista fue interrumpida intempestivamente por un funcionario de prensa del comité organizador del Mundial. El pequeño país se prepara para recibir alrededor de 1,2 millones de visitantes internacionales durante el mes que durará el torneo y aunque la homosexualidad es ilegal en Qatar, la organización ha tratado de calmar los ánimos diciendo que las parejas homosexuales no deben preocuparse durante el torneo. Aún más, la FIFA ha confirmado que las banderas LGTBI+ están autorizadas en los estadios del Mundial. Pero no sólo este tema preocupa a la gran empresa del fútbol mundial: la FIFA, siempre temerosa de que se empañe su multimillonario negocio, también deberá cargar ahora con las críticas sobre las violaciones de los derechos humanos que son una constante en el emirato árabe.

En señal de protesta por la discriminación que sufren los homosexuales en Qatar, los capitanes de varias selecciones europeas como Inglaterra, Francia o Alemania lucirán brazaletes con los colores de la bandera LGTBI+ y el mensaje “One Love”. Otra forma de reivindicación será a través de la camiseta de Dinamarca, de la marca Hummel, que tendrá desdibujados el logo de la marca y de la Federación. “No queremos ser visibles durante un torneo que le ha costado la vida a miles de personas”, argumentaron.

En Alemania, donde se emitió la entrevista a Salman, existe una especial sensibilidad respecto al tema y muchos hinchas han pedido boicotear este campeonato. De hecho, la ministra de Interior alemana, Nancy Faeser, confirmó la semana pasada durante una visita a Qatar que asistirá al Mundial “después de recibir garantías de seguridad” para los seguidores LGTBI+ por parte del primer ministro del emirato. Incluso, algunos diputados alemanes acompañaron a la ministra durante la visita, pero la titular de derechos humanos del gobierno, Luise Amtsberg, se abstuvo de viajar. Nancy Faeser había dicho previamente que la organización del Mundial en Qatar era “muy delicada” desde el punto de vista de Berlín, lo que llevó a Doha a convocar al embajador alemán.

La monarquía absolutista que gobierna Qatar no es el régimen más autoritario que ha organizado la competencia mundial, ni el único que se ha visto envuelto en acusaciones de corrupción en el proceso. Pero Qatar ha inventado un mecanismo que mezcla la censura con el espionaje: es el primer país organizador que financia los viajes de hinchas de los 32 países que compiten, con el propósito de “embellecer” la imagen del país y del campeonato.

¿Cómo funciona? Se trata de hinchas seleccionados de dichas naciones, a quienes se les financia el viaje a Qatar, su manutención al mejor nivel y la asistencia a los estadios. A cambio de ello, deben estar dispuestos a jamás ser críticos, sino que componer una suerte de coreografías con guiones previos que están al servicio de las autoridades, conformando un producto televisivo muy positivo y colorido. Para ello, el “Comité Supremo”, el órgano que dirige la organización del campeonato Mundial, eligió para ello a individuos de las 32 selecciones participantes a quienes denomina “líderes de aficionados”, los que, además, han de ejercer como vigilantes morales en las redes sociales.

“Usted acepta informar sobre cualquier comentario ofensivo, degradante o abusivo hacia el “Comité Supremo” y, si es posible, hacer un pantallazo de eso y borrarlo inmediatamente”, reza una de las cláusulas del código de conducta que la organización impone a estos “líderes” de hinchas





Presione Escape para Salir o haga clic en la X