En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la abogada constitucionalista y ex convencional, Bárbara Sepúlveda (PC), abordó la resistencia que han expresado algunos sectores políticos, tales como la oposición, el PDG y la DC hacia el Partido Comunista.
Hecho que tuvo su última expresión en el fallido ascenso de la diputada Karol Cariola a la presidencia de la Cámara, luego que estas últimas dos fuerzas no respetaran el acuerdo administrativo suscrito en marzo pasado y por lo cual el oficialismo acusó de “anticomunismo” y “misoginia”.
Sepúlveda sostuvo que esta es una situación que traspasa barreras geográficas y que responde a una política de cancelación sistemática y “que no necesariamente obedece al contexto político chileno, sino que esto es algo que está haciendo la ultraderecha a nivel mundial no solo con los comunistas, sino también con otros sectores de izquierda de lo que ellos han denominado progresismo”.
En ese sentido, afirmó que “es una especie de campaña para anular políticamente en el debate democrático a quienes piensan distinto a ellos y, en este caso, han optado por un enemigo político que para la ultraderecha en Chile son los comunistas”.
Sin embargo, la abogada consideró esta estrategia como una “forma muy burda de abordar la izquierda”, por asimilar a su juicio dicho sector con el pensamiento expresado por las y los comunistas en el país. “A ellos les conviene evidentemente en una lógica de borrar del espectro político a un antagonista o contendor que piensa y sostiene ideas muy contrarias a lo que hace la ultraderecha no solo en Chile, sino que a nivel mundial”.
Asimismo, comentó que ese auge “se debe a que la ultraderecha en Chile ha tenido muchos éxitos electorales que han hecho que haya aumentado su representación política no solamente en el Congreso, sino también mediante otros dirigentes que han alzado su voz con una política muy extrema, como por ejemplo José Antonio Kast, el Partido Republicano y quienes le siguen, incluso teniendo problemas dentro de la derecha precisamente por este auge y por una forma de hacer política muy agresiva, muy violenta y en la lógica de la cancelación”.
Por otro lado, manifestó su preocupación por una suerte de aprovechamiento político utilizado por sectores considerados “moderados”, puesto que “se ven permeados por esta lógica de la cancelación e, incluso, atemorizados ante esta arremetida.
“Aquí no me refiero a la izquierda ni a la centroizquierda en Chile, sino más bien esos sectores que se autodenominan de centro y que han utilizado la política de la cancelación a su favor para desconocer acuerdos políticos, para aprovechar de debilitar a quienes son sus antagonistas porque ellos tampoco hoy día se definen como oficialistas ni de oposición. Entonces, creo ahí hay algo peligroso, hasta qué punto estos sectores son capaces de utilizar o creen que utilizan la lógica de cancelación a su beneficio cuando en cualquier momento esta misma lógica puede operar en contra de ellos”, cuestionó
De este modo planteó que “hay una irresponsabilidad de quienes son personas que, además, han estado en la política mucho tiempo. Quizá estos sectores que hoy día irrumpen en la política y que no tienen una experiencia, un bagaje político suficiente como para identificar los peligros a la democracia, me parece que ahí hay un aprendizaje que hacer”, apuntando particularmente a un sector de la Democracia Cristiana.
“Yo creo que hay un comportamiento de la bancada demócratacristiana en el Congreso que, por supuesto, dejó mucho que desear al no cumplir con un acuerdo al cual concurrieron todas las fuerzas políticas progresistas, pero también me parece que en el caso del PDG e, incluso, de otras personas que son diputadas y que no necesariamente tienen una residencia política muy clara, han sido parte de este oportunismo y que además ha operado con muy poca lógica (…) Eso habla de un nivel de deterioro de la política especialmente en el Congreso que es preocupante”, apuntó Sepúlveda.