Máximos jefes de la Defensa de China y EE.UU. se reunieron en Camboya

El propósito era bajar la tensión en las relaciones bilaterales. Las conversaciones fueron sostenidas al margen de la 16ª. conferencia de ministros de Defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), en la ciudad de Siem Reap.

El propósito era bajar la tensión en las relaciones bilaterales. Las conversaciones fueron sostenidas al margen de la 16ª. conferencia de ministros de Defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), en la ciudad de Siem Reap.

La 16ª Conferencia de Ministros de Defensa de la ASEAN (ADMM), que reúne a Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam, se inauguró este martes en Camboya con el propósito de discutir y analizar los principales desafíos en defensa y seguridad en la región. El encuentro estuvo presidido por el viceprimer ministro y ministro de Defensa camboyano, Tea Banh, reuniendo a ministros de Defensa y/o representantes de todos los países miembros de la ASEAN.

En su discurso de apertura, Banh subrayó que esta era la primera reunión presencial en más de dos años tras la pandemia de COVID-19 y que se había convocado en un momento especial, cuando toda la región enfrenta presiones derivadas de la delincuencia transfronteriza, el terrorismo, el cambio climático, los desastres y las pandemias, todo lo que, de una u otra manera, incide en los temas de la Defensa. La conferencia -expresó Tea Bhan- constituye un foro efectivo para fortalecer la cooperación práctica en la región, con el fin de resolver los desafíos que están surgiendo. Recalcó, asimismo, el importante papel que juega la ASEAN en el fortalecimiento de la cooperación en materia de Defensa al más alto nivel en la zona, “algo que debe afirmarse en la confianza mutua a través de la transparencia”, señaló.

No obstante, el foco de la atención mediática estuvo puesto en la reunión bilateral que, al margen de la Conferencia, sostuvieron los jefes militares de China y Estados Unidos, el primero entre ambos desde junio pasado. Muy poco después, en agosto, la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, la pertinaz anciana Nancy Pelosi, dispararía la tensión en las relaciones entre ambas potencias y como respuesta, Pekín desplegaría maniobras militares a gran escala alrededor de Taiwán, isla que permaneció rodeada durante una semana por barcos y aviones de guerra chinos. Desde entonces, ambas partes trataron de bajar la temperatura con diversos encuentros, como por ejemplo el que tuvo lugar al más alto nivel la semana pasada entre el presidente chino Xi Jinping y su colega  estadounidense, Joe Biden y, posteriormente el que sostuviera en Bangkok Xi Jinping con la vicepresidenta, Kamala Harris. Tras esa última reunión, Harris reiteró el mensaje enviado previamente por Biden acerca de que es necesario mantener “abiertas las líneas de comunicación para manejar responsablemente la competencia” entre los dos países en medio del intento de ambas potencias de acotar su rivalidad.

En todo caso, desde el poco feliz acontecimiento protagonizado por Nancy Pelosi, China y Estados Unidos han ido buscando rebajar las tensiones, organizando los  encuentros de alto nivel descritos. Esta vez, el encuentro sostenido entre el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y su contraparte china, Wei Fenghe, giró en torno a las discrepancias que Washington y Pekín mantiene en relación al tema Taiwán, y ellas fueron las que verdaderamente dominaron la reunión de este martes en la cita camboyana, algo que ocurre en el momento preciso en el que ambas partes se esfuerzan por contener las tensiones que ellos mismos han ido provocando.

Un alto funcionario de defensa estadounidense, el general de brigada Pat Ryder, declaró a la prensa que estaba en condiciones de calificar el diálogo entre Austin y Wei como “productivo” y “profesional” y agregó que las partes concordaron en que es importante que ambos países trabajen juntos para evitar que la pugna derive en un conflicto”, declaró. También afirmó que el largo intercambio sobre Taiwán duró cerca de una hora y media y que en ese espacio de tiempo se habló de la reapertura de una serie de diálogos y mecanismos militares -y otros- que pudieran ayudar a manejar la disputa en torno a Taiwán de una forma responsable”, agregó

Empero, un portavoz de la Defensa china informó que en la reunión, Wei reafirmó que para China el tema de Taiwán es una línea roja. “Taiwán pertenece a China, es un tema que debe ser resuelto sólo por el pueblo chino y ninguna fuerza externa tiene derecho a interferir”, dijo. Y que el norteamericano había respondido que la política estadounidense hacia Taiwán no ha cambiado y que Washington sigue opuesto a cualquier cambio unilateral en el statu  quo de la isla.





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