En conversación con Radioanálisis, la subsecretaria de Derechos Humanos, Haydee Oberreuter, abordó la conmemoración del día internacional de los derechos humanos y las actividades del Gobierno por los 50 años del golpe cívico-militar.

Hitos con los que el Ejecutivo busca “fortalecer institucionalmente el Estado en materia de derechos humanos”, señaló la autoridad, aduciendo que “queremos sobre todo avanzar en el compromiso y la voluntad de poner los derechos humanos en el centro de la democracia”. 

En conversación con el director de Radio Universidad de Chile, Patricio López, explicó que “para eso nosotros ya llevamos un buen tiempo trabajando durante todo este mes. Lo hemos declarado el mes de los derechos humanos y hemos estado conmemorando esta fecha y hemos estado también desarrollando diversas iniciativas y actividades que se están difundiendo en nuestras redes sociales”.

En cuanto a la percepción de los derechos humanos en el país, la subsecretaria dijo tener la impresión de que “si hay algo que tenemos en falta, es la capacidad de ejercitar la empatía” cuyo ejercicio “permite superar la intolerancia, el sentido del juicio previo, el prejuicio, que es lo que normalmente termina siendo como resultado el que uno ponga al otro en una posición más bien de ser un adversario y no un igual”.

En ese sentido, sostuvo que la cultura de los derechos humanos traspasa la vida cotidiana. “No olvidemos que la declaración universal de derechos humanos deriva de una contienda mundial feroz, de una cantidad enorme de fallecidos y de dolores que hasta el día de hoy muchos pueblos arrastran y por lo tanto, el ejercicio de la creación de esta declaración se desprende de un momento de profunda intolerancia”, afirmó.

Por tanto, señaló que “cuando las personas disponen sus sentimientos, su actitud personal frente al otro, cambian las cosas y eso hace toda la diferencia entre la capacidad de avanzar y retroceder en estas materias”.

Sobre cómo permear a la ciudadanía sobre el respeto a los derechos humanos, Oberreuter advirtió que  su comprensión “quedó marcada en Chile por uno de sus peores momentos de su historia, por simplemente la existencia de una dictadura feroz que durante casi dos décadas cambió totalmente el curso de la historia de nuestro país”.

E indicó que “cuando tu entiendes los derechos humanos como algo que está vinculado exclusivamente a la dictadura, entonces asumes que todo lo que viene después o antes no constituyó una violación a los derechos humanos, cosa que es una profunda equivocación. Los derechos humanos pueden ser violentados no solo en tiempos de dictadura, también pueden ser violentados en tiempos de normalidad institucional. De hecho en periodo del estallido social dejó una muestra elocuente respecto de lo que estoy diciendo”.

“Entonces podemos decir derechos humanos como algo que tiene que ver con la deuda del pasado, por ejemplo, Plan Nacional de Búsqueda en la que estamos trabajando desde la subsecretaría. Pero también derechos humanos tiene que ver con la vida cotidiana y con la contingencia, con lo que ocurre en períodos de normalidad institucional y eso es algo que desde la subsecretaría estamos impulsando”, añadió.

En cuanto a las violaciones de derechos humanos perpetradas en el estallido social, la subsecretaria indicó que “hemos indagado, por mandato presidencial, una mesa de reparación para víctimas del estallido social que ha dado inicio a una parte de ir recorriendo el país escuchando y constatando”.

“Hoy día la norma internacional obliga a que el afectado o sus familiares tengan directa participación, incidencia en las decisiones que toman los estados, entonces para la elaboración del informe que se le va a entregar al Presidente, se le ha hecho la consulta a través de todo el territorio nacional, reuniendo a todas aquellas personas que han querido participar para exponer los agravios de los que fueron objeto durante el periodo del estallido”, explicó.

En esa línea, indicó que “uno empieza a reconocer cuáles fueron la formas de control que se aplicaron y empieza entonces a constatar muchas de las afirmaciones que efectivamente en su momento hicieron los organismos internacionales”.

En base a ello, afirmó que “efectivamente tenemos una situación muy compleja, personas que perdieron sus empleos” por lo que consideró que los cuestionamientos que se hacen desde el Congreso, “abre un debate entre otras cosas del derecho a manifestación pero también el nuevo negacionismo”.